CAPITULO 29

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°Brooklynn°

–Esto es demasiado loco. –Me dice Jade mientras caminamos por el centro comercial–.

–¿De qué hablas?

–De esto. De toda esta vigilancia. Pareciera que somos las hijas de presidente o algo así.

–Zac anda por ahí. Ninguna vigilancia es suficiente. –La tomo del brazo para que no se aleje tanto de mí–.

–Conociéndote me sorprende que dejarás que Demian te pusiera a toda esta gente a cuidarte.

–Demian está preocupado, Jade. Solo quiere cuidarme. Además, no me puedo quejar, sé que lo hace por mi bien no por incordiar.

Mi amiga se detiene y yo con ella. Me mira, tomándome por los hombros y estoy muy confundida por la sonrisa que mantiene. Sé que le encanta venir de compras, pero no creo que sea para tanto.

–¿Te pasa algo?

–No me pasa nada. Solo estoy muy feliz por ti y por Demian. Conozco pocas historias de amor, pero la de ustedes es mi favorita. –Suelta un corto suspiro–. Solo mírense, estuvieron sin verse, sin saber nada el uno del otro por casi cuatro años y aún así desde el momento en que se reencontraron...

–Jade...

–Ustedes se pertenecen el uno al otro y estoy muy contenta de que al fin encontraran la forma de volver a estar juntos. Ese siempre fue su destino.

Que lo diga me sorprende mucho. Ella suele ser mas racional que yo, así que si lo dice por algo debe ser, pero me alegra saber que hay personas a mi alrededor que no ven lo de Demian y yo como una crueldad para herir a más personas, si no como algo que era inevitable. Ojalá no hubiéramos herido a tanta gente en el proceso, pero es un consuelo que las personas que amas te hagan ver que no fue por nada. Que fue por todo.

–No te pongas a llorar en el centro comercial, Jade. –Bromeo, haciéndola reír–.

–Si, lo siento. Sigamos en lo que hacíamos que es buscar ropa para mi hija la cual solo le durará un par de meses antes de que vuelva a crecer.

–Tranquila, la siguiente muda de ropa hacemos que se la compre Braiden. –La incito a seguir caminando–.

–O Demian. –Se encoge de hombros–. Podemos sobornarlo diciéndole que es por todos los años de ausencia en la vida de Ari.

–Eso suena convincente. Demian adora a Ari.

–Todos adoran a mi hija. –Alardea la presumida, pero es cierto–.

–Eso es porque saco el encanto de Adler, no el tuyo. –Continúo bromeando con ella, ganando que me dé un ligero empujón–.

–¿Qué te pasa, Brooklynn? Yo también cuento con mi encanto.

Ambas entramos a una tienda de ropa infantil. Tienen gran variedad de cosas, por eso siempre que venimos a surtir el armario de Ariadna este el primer lugar donde compramos. Es una tienda inmensa para tratarse solo de productos para niños.

–Hablando de encanto, ¿Sucede algo contigo y Blake que no me hayas contado? Los he visto muy juntos estos últimos meses.

Eso la toma por completo desprevenida. Supongo que no esperaba que lo notará, pero claro que lo he hecho. Si bien no son como siameses que no puedan separarse, pero he notado que cada ocasión en que coinciden siempre o la mayoría de las veces se encuentran juntos. Solo hablando, tampoco digo que haciendo algo inapropiado, pero eso es muy raro tratándose de mi amiga, quien no acostumbra a hablar con otros hombres que no sean los cerebritos de su laboratorio o Braiden o Tyler y con estos últimos solo lo hace para pelear.

Cuestion de AmarteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora