Maratón 2/3
°Brooklynn°
No tengo idea de cuánto tiempo ha pasado, pero tampoco me dejo preocupar mucho por eso y tan solo sigo aquí, concentrada en la persona y el momento.
El pánico se ha ido al igual que lo ha hecho el llanto, pero Demian permanece y aunque eso en mi posición pueda ser erróneo, ahora yo no puedo hacer otra cosa más que verlo como lo más correcto del mundo.
Sigo sobre sus piernas, acurrucada en su pecho y la cara escondida en el hueco de su cuello, calmándome con ese perfume que no me canso de inhalar.
—¿Estás mejor, Brooke? —Pregunta en medio de tanto silencio—.
—Lo estoy. —Confieso, pero me niego a levantarme de donde estoy—.
Demian no parece oponerse cuando me aprieta más contra él, como si de alguna manera pudiéramos estar aún más cerca y sé que no quiere que me aparte cuando deja un nuevo beso sobre mi coronilla y sigo sin cansarme de ese gesto.
—Brooke, mírame. —Pide de tan solo de repente—.
Lo único que hago es negar con la cabeza, pero no importa mucho cuando tomando suavemente mis mejillas me obliga a apartarme de su cuello. Sus ojos, esos ojos verdes que tanto me gustan se entrecruzan con los míos y la sensación de sentirme expuesta es más intensa que nunca. Como si no pudiera seguir ocultándole más esto a Demian, como si ya no pudiera seguir guardándolo y la necesitar de contarlo, de gritarlo incluso, son más fuertes que mi voluntad misma de mantenerme callada.
—No me gusta verte así, princesa. Sea lo que sea puedes decirme.
—No puedo hacerlo. —Susurro y siento mi voz quebrarse nuevamente—.
—Está bien, está bien. —Se apresura a decir en cuanto nota el tono de mi voz—. Pero ten por seguro que cuando estés lista para hacerlo aquí estaré.
Con su pulgar se mantiene acariciando mi mejilla y yo me dejo acoger por su tacto, tan familiar, tan lleno de amor que hace que los ojos vuelvan a llenárseme de lágrimas, pero esta vez por un sentimiento totalmente distinto.
—Lamento haberte hecho pasar por esto, Demian.
—No tienes por qué pedirme disculpas, princesa. —Toma mi mano y la besa—. Si, fue terrible y no fue como imagine que sería después de confesarte que te amo, pero estoy contigo y no preferiría estar en ningún otro lugar más que aquí.
—¿Aún si los dramas están incluidos?
—Los dramas no me importan mucho cuando te amo como lo hago, Brooklynn Osman.
Las ganas de llorar incrementan, pero las contengo como puedo. Él puede decir estar listo para los dramas, pero no quiero que tengamos algo basado en eso. Somos mucho más que dramas.
Pero todo eso queda de lado cuando me doy cuenta de la cantidad de veces que ha dicho que me ama, como si tuviera la necesidad de hacerlo a cada segundo, como si la capa hubiera sido retirada y ahora ya no puede ocultar más los sentimientos.
Entonces me doy cuenta de lo difícil que también debe ser esto para él, decir que me ama y no tener respuesta mía en absoluto, estar aquí de mi pañuelo de lágrimas sin siquiera tener una idea de a donde nos lleva esto, el estar demostrando tanto y estar recibiendo nada a cambio.
—Esto es tan injusto para ti, Demian...
—¿Qué?
—El estar aquí conmigo, decirme lo que me dices y que yo no...
—¿Y que tu no qué?
—Que yo no pueda decirte nada.
A pesar de las lágrimas aparentemente contenidas en mis ojos Demian sonríe, una pequeña sonrisa, apenas una curvatura en sus labios, pero una sonrisa a final de cuentas y es hermosa, pero ahora solo puedo estar confundida.
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Cuestion de Amarte
RomanceSegunda parte de "Cuestión de Tiempo". El tiempo lo cura todo, ¿Pero incluso a dos personas que dicen odiarse mientras se aman con toda el alma? -Enamorarme de ti fue uno de los errores más grandes que pude cometer, porque no me puse límites, no lo...