CAPITULO 28

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•Demian•

Continúo dándole indicaciones a Smith, mi jefe de seguridad, respecto a las nuevas precauciones que hay que seguir ahora respecto a la fuga de Zac y como ahora es un hecho el que anda vagando por Londres. No dejaré que le toque un solo cabello a Brooke.

Le doy la orden de darle toda prioridad a mi novia y que mi seguridad puede dejarla en segundo plano. Estoy seguro de que sabría defenderme muy bien del idiota ese, pero como gran parte de su trabajo es cuidarme a mí entonces el escuchar sus protestas no me toma para nada desapercibido.

–Señor Walker estoy completamente seguro de que podemos encargarnos de la seguridad de la señorita Osman sin necesidad de descuidar la suya.

–Ahora mi seguridad no me preocupa, Smith. Quien me preocupa es mi novia y tú la harás tu prioridad número uno sin importar que sea yo quien te pague. –Le hago saber en tono determinado–.

–No es por cuestión de dinero...

–Pues por la cuestión que sea, tu deber es obedecerme y ahora te digo que protegerás y cuidaras a mi novia sin importar nada, ni siquiera yo, y eso es lo que harás, ¿Entendido?

Este tan solo asiente, haciéndome saber que le ha quedado lo suficientemente claro. Estoy por seguir con mis indicaciones cuando alguien toca la puerta y me dirijo abrirla, aunque sin mucho entusiasmo, porque lo más seguro es que se trate de Blake o de Maya o de mi hermana, lo cual por una parte es bueno, todos ellos también corren peligro con el loco de Zac suelto.

¿Pero cuál es mi sorpresa? Que al abrir la puerta a quien me encuentro en el pasillo es a Brooke, con apariencia de lucir mortificada. Sigue viéndose hermosa, eso jamás será diferente en ella, pero siento que puedo matar a alguien por las lágrimas contenidas en sus ojos y por cómo se lanza sobre mí, abrazándome y apretándome contra sí, haciéndome saber que me necesita.

–Princesa, ¿Esta todo bien? –Tomo su cara entre mis manos para poder verla a los ojos y cuando niega con la cabeza solo quiero abrazarla nuevamente–.

–¿Puedo quedarme contigo esta noche?

Eso me toma por sorpresa, pero debo recordarme que ella luce afectada por algo y así obligarme a ocultar la sonrisa en mi rostro ante la expectativa de pasar la noche a su lado y despertar aún con ella junto a mí.

–Por supuesto que puedes quedarte, cariño. Ni siquiera tienes que preguntarlo.

La incito a adentrarse en el departamento y con una indicación rápida me deshago de Smith. Tanto Brooke como yo tomamos asiento en la sala y al parecer esta más calmada, pero aun siento la enorme necesidad de saber el porqué de su repentina aparición.

–Tenías razón, Demian. –Eso me toma por completo desprevenido. Ella no suele darme muy seguido la razón–. Respecto a Jake. Tenías toda la razón. No había forma de decírselo en que no le doliera menos, lo intente, de verdad que sí, pero el en serio esta herido y de verdad me odia. Lo perdí, lo perdí por completo. Lo perdí como mi amigo y como la persona que creí conocer de toda la vida.

Ahoga sus sollozos al abrazarme y yo le doy todo el apoyo que soy capaz de transmitir con este abrazo. No tengo el contexto del todo, pero no me hace falta saberlo, ella está mal y eso para mí es suficiente para estar a su lado sin objeción alguna.

–Entonces supongo que volviste a hablar con Jake. –No lo digo como un reclamo, más bien con impotencia por no poder hacer nada para que su culpa y tristeza desaparezcan–.

Sale de mi pecho, encarándome. Y maldición, ella no se hace ni una idea de lo que me causa el verla así: vulnerable, expuesta. Me agrada la idea de que confíe tanto en mí como para mostrar ese lado conmigo, pero me resulta increíble como una persona tan fuerte y capaz como lo es Brooke también pueda venirse abajo. No digo que no pueda, o que este mal, solo que a primera vista es algo difícil de creer.

Cuestion de AmarteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora