CAPITULO 30

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°Brooklynn°

Tres años atrás...

Abro los ojos, pero no soy capaz de mantenerlos abiertos por mucho tiempo antes de que una luz demasiado brillante me pegue de lleno en la cara. Siento que me muevo, distingo voces a mi alrededor, personas hablando, pero no logro entender nada de lo que dicen. Palabras que parecen totalmente entendibles, pero que mi intelecto no logra entrelazar con mi dialecto.

Vuelvo a hacer el intento de abrir los ojos, pero tan solo consigo mantenerlos entrecerrados. Logro distinguir de entre las personas a mi alrededor a Braiden, pero su semblante preocupado me confunde.

Entonces los recuerdo llegan a mi como un latigazo. Intento moverme, pero no lo logro, me siento demasiado débil incluso para mover un solo dedo. Hago el esfuerzo por articular palabra y pedir saber que pasa, pero nada llega a salir de mi boca y no pasa mucho antes de notar la mascarilla de oxígeno cernida sobre mi cara.

El pánico comienza a abrirse camino por cada poro de mi piel, por cada grieta de consciencia que tiene espacio en mi mente. El recuerdo de la sangre llega y eso me hace sacar fuerzas de no sé dónde para alzar lo suficiente mi mano y tomar la de Braiden.

Mi amigo me mira, pero lo que veo tras sus ojos no me consuela ni un poco. Algo va mal, algo va verdaderamente mal. Las palabras de nuevo se me atascan al querer preguntar por mi bebé y eso me llena de desesperación. Braiden aparta la mascarilla de oxígeno para darme la oportunidad de hablar, pero aun así las palabras se niegan a salir.

–Mi... mi... –No soy capaz de decir más–.

–Vas a estar bien, Brooke. Te prometo que estarás bien. –Me promete mi amigo, pero su voz carece de determinación–.

–Haremos todo lo posible por ayudarla, señorita Osman. –Me informa una de las mujeres–. Soy su doctora, le prometo que la ayudare.

Ellos están hablando de ayudarme a mí, de salvarme a mí, sobre que harán todo lo posible por mí, de hacerme su prioridad, pero nadie me dice nada de mi bebé y eso me pone aún más de los nervios. Mi garganta se siente seca, razón por la cual no puedo decir nada, pero Braiden sabe lo que quiero, sé que sabe lo que quiero saber, lo que verdaderamente me interesa y aun así ha decidido guardar silencio,

Algo va mal. Algo está realmente mal.

Aprieto con mucha más fuerza la mano de Braiden antes de volver a sumirme en una oscuridad propia.

[...]

–¿Se encuentra bien, señorita Osman? –Me pregunta Pitt, mi nuevo guardaespaldas, haciéndome volver a la realidad–.

–Estoy bien, Pitt. –Afirmo, aunque me sienta todo lo contrario a bien–. ¿Cuánto crees que nos lleve llegar al edificio?

–El tráfico es un desastre por el clima, señorita. Dudo mucho que salgamos pronto.

Eso me hace soltar un suspiro. Me siento de la peor manera posible, siento que todo de mí pide derrumbarse y sin embargo también me veo incapaz de hacerlo. Las heridas aún no sanan del todo, pero ahora estoy en una nueva etapa de mi vida, siento que sería tonto venirme abajo solo por el asunto de Theo, que, aunque toco una fibra sensible, considero que es el peor momento para pensar en mí. Mi hermano me necesita, mi sobrino me necesita. Lo que yo necesite así sea tomar un respiro es algo para un segundo plano.

–Tal vez nos tome una hora o un poco más. –Me informa Pitt, mirándome por el retrovisor–.

–Entonces supongo que debo avisarle a Demian.

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⏰ Última actualización: Jul 22 ⏰

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