°Brooklynn°
Los gritos de mamá enojada de Jade me hacen despertar y girarme de manera que ahora no veo otra cosa más que el techo de mi habitación con la algarabía de mi amiga de fondo que por el poco contexto que tengo es porque Ari no quiere ponerse su uniforme para ir al colegio. Algo que ya se veía venir. A Ariadna no le gusta vestir igual que otra niñas y el llevar uniforme eso es lo que implica por lo que no, no fue buena idea meterla en ese colegio, pero su mami lo eligió y nada se le puede hacer.
Me desperezo un poco, pero sigo sin las energías suficientes para querer salir de entre mis calientitas sabanas. Amo el frío, pero no en ocasiones como estás en que estoy tan cómoda y que debo abandonar esta comodidad para salir a trabajar a un lugar donde ya ha quedado claro que todos me odian.
Eso. Es justamente eso lo que me hace más que nada replantear mi idea de salir de la cama. El que las personas me odien no es algo a lo que no esté acostumbrada, en la universidad todos lo hacían a excepción de mis amigas y los amigos de mi hermano que después se convirtieron en los míos, pero era por razones que realmente yo había generado y que incluso me gustaban. Esta nueva situación es totalmente distinta.
Que se me señale por ser la ex novia del jefe y su posible compañera de cama no es algo que me guste y menos que me haga enorgullecer y mucho menos cuando también esos rumores circulan alrededor de que la posición que gozo ahora en la empresa es por dichas razones, eso sí que no puedo tolerarlo.
Es simplemente inaceptable esa clase de falsedades porque más lejos de la realidad no pueden estar y el hecho de que Demian deje que esos rumores sigan corriendo no me ayuda mucho, pero siendo honesta, ¿Qué esperaba? A él estos comentarios no le afectan en nada, ¿Cómo porque tendría que actuar a mi favor?
Torpe e ilusa Brooke.
—¡Arriba, arriba, arriba! —Entra gritando Tyler como loco desquiciado—. ¡Hoy es un buen día para ser feliz!
Ni se inmuta cuando le lanzo la mirada menos amable posible y simplemente salta sobre mi cama pasando al otro lado de esta para abrir las cortinas de par en par.
—¡O para deprimirse según el fatídico clima de Londres! —Continúa con sus gritos, pero notoriamente menos emocionado—.
Tyler odia el clima de Londres, dice que la humedad hace que su cabello sufra, pero estoy segura que es algo a lo que terminará por acostumbrarse. Lo mismo decía del frío de Suiza, pero al final pudo aguantar tres años sin quejarse mucho.
—¿Ya te he dicho que odio que entres así a mi cuarto? —Pregunto, levantándome de mala manera y apartando las cobijas de igual forma—.
—Sí, así como yo ya te he dicho que no me importa y lo seguiré haciendo porque hacer miserable tu mañana hace menos miserable la mía, Brooke.
Me tira un último beso y abandona mi habitación como si no se hubiera dedicado a hacer mi despertar más difícil. Aunque bueno, debo agradecerle que al menos me ayudo a encontrar valor y levantarme de la cama, así sea solo para romperle después una taza en la cabeza.
Salgo de darme un baño rápido y opto por ponerme algo sencillo, no tengo muchas ganas de crear un gran conjunto para ir a un lugar donde por ahora soy la novedad principal. Eso nunca me ha molestado, muchas veces lo he sido, estoy acostumbrada, pero creo que ya quedaron claras las razones de porque hay tanta disconformidad esta vez.
Así que solo me pongo una blusa negra de manga larga y cuello alto con una falda a cuadros blanco y negro sin faltar mis medias, aquí en Londres a la primavera también se le teme, no tanto como al invierno, pero sí.
—¡Será mejor que te escondas Tyler Dorian Dankworth! —Grito cuando abandono mi habitación—.
La verdad es que solo es una amenaza sin ganas de ser cumplida, ahora solo quiero llegar a la cafetera y servirme una enorme taza con ese liquido maravilloso. Lo sé, una mañana prometedora.
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Cuestion de Amarte
RomanceSegunda parte de "Cuestión de Tiempo". El tiempo lo cura todo, ¿Pero incluso a dos personas que dicen odiarse mientras se aman con toda el alma? -Enamorarme de ti fue uno de los errores más grandes que pude cometer, porque no me puse límites, no lo...