Capítulo 17

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Alessa

Arribé en Nueva York drogada y oliendo a alcohol. Todos los días desde mi llegada, me había encerrado en el apartamento, no porque no pudiera salir o porque estaba castigada, sino porque me la había pasado drogada y alcoholizada, además del invierno. Es más, me había llegado el rumor de que mi madre estaba de vacaciones con mi padre, sinónimo de su felicidad porque había al fin terminado un semestre completo en un solo colegio.

Por eso, el día viernes, cuando estaba tirada en el sillón después de días terribles de adicción, mi madre entró sonando sus estruendosos tacones hasta mí y tiró lo que parecía una carta sobre la mesa del centro. Tenía el membretado de Pacific.

—¡¿Estas drogada?! —dijo como saludo.

—No estoy drogada —dije arrastrando las palabras lo menos que pude—, estoy enferma.

—¡Enferma de tanto drogarte! —dijo. Chasqueo los dedos y enseguida una de las empleadas le trajo un trago—. Estoy intentando descifrar, ¿Por qué aun no estas en Pacific? Ha llegado esta carta porque has sido seleccionada para un evento importante para la academia. Y tú aquí oliendo a hierba y con el pijama de hace una semana.

—Mi pijama no tiene una semana —dije acomodándome.

—¡El evento es mañana, niña! —dijo tan fuerte que taladró mi cabeza—. ¡Apresúrate, el jet te está esperando! ¡Dave, prepárense para llevar a Alessa a Sídney!

El guarda espaldas en jefe asintió y todos se movieron según sus ordenes.

Mi madre chasqueó de nuevo sus dedos y una de las empleadas vino a ella.

—Prepárale una ducha fría y llévenla, aunque no quiera. —Tomó la carta, la dobló y se fue con el picoteo de sus infernales tacones.

Me negué rotundamente a tomar una ducha. Y subir al jet drogada y alcoholizada no había sido una buena elección. Me sentía terrible, a punto de morir. Me acosté en la litera del jet y me quedé dormida.

Sídney seguía igual, a excepción de su clima de verano. El pijama y el chaquetón pegados a mi cuerpo estaban mal ubicados geográficamente. Subí al auto que me esperaba en la pista, y me llevó directo a Pacific.

A diferencia de cuando había clases, Pacific era un lugar acogedor en temporada de vacaciones. Era silencioso, tranquilo y desolado. Fui a la recepción donde me dijeron que no podría obtener las llaves de mi habitación porque no era tiempo de clases, sinónimo de «ve y paga un hotel con el dinero de tus padres». Paseé por el campo hasta el agujero y fumé un cigarrillo para mantener mis nervios bajo control. Me quedé dormida.

Cuando desperté, el estómago me rugió, era hambre. Fui a la cafetería, pero estaba cerrada. ¿Dónde diablos encontraría comida si no allí? Regresé a recepción y me dijeron que debía ir a la cafetería del profesorado. Regresé y al fin pude comer patatas con vegetales, la única mierda que estaban vendiendo. Entonces, mientras me atragantaba las ultimas patatas, lo vi.

Luke estaba saliendo de la cafetería. Vestía vaqueros negros, con zapatillas Vans y una camiseta con un extraño estampado. El corazón me latió desbocado, tanto que ni siquiera las drogas podían hacerlo igual. Me hundí. No quería que me viera. Tener que encontrármelo antes del evento no estaba dentro del plan.

Ya que no tenía acceso a mi habitación, tuve que hacer malabares en los sanitarios para introducirme en el diminuto vestido que mi madre había escogido. Era horrendo, pero serviría para la gala, ya que por mí hubiese asistido en pijama.

La hora había llegado, y cuando las maquillistas que mi madre había contratado me dejaron en paz, salí del edificio de música para fumar. Mire el móvil, había un mensaje de voz de Owen.

—¡Ey! No dejes que te intimiden los de último año, son una escoria —sonó como si iba en un auto—. ¡Ah! Y recuerda que si ese idiota de Luke te hace algo, le rompo la cara. ¡Suerte pequeño guisante!

Fruncí la nariz ante tal apodo. Solté la colilla del cigarro y lo aplasté con la punta del tacón.

Dentro del edificio donde sería el baile el calor era desesperante, incluso cuando parecía que nadie más que solo yo lo sufría. Sentía que el vestido me apretaba y me hice a un lado cuando unos tipos maniobraban con unas lámparas del escenario. Estaba tras el talón, esperando el turno de nosotros, pero Luke no había llegado.

—¿Quién diablos usará el piano? —preguntó uno de los organizadores.

Alcé la mano mientras me sostenía el estómago con la otra. Sentía que iba a vomitar. Estaba nerviosa, por estar allí, por el hecho de salir a un escenario frente a mucha gente, ya que les tenía pánico, y porque sabía que de un momento a otro aparecería Luke.

El organizador me miraba con cara de pocos amigos, y se quejaba de que el piano de cola de Pacific ocupaba demasiado espacio. De pronto lo sacaron al escenario y el pulso se me revolucionó.

—¿Estas bien? —dijo alguien tras de mí.

Me volví. Era Luke. Pero no era Luke el chico de las camisetas de Cobain con vaqueros rotos y zapatillas baratas, era Luke con esmoquin, zapatos tipo Oxford lustrados hasta el brillo y el cabello pulcro. Se veía de ensueño. Justo como te lo imaginarias que estaría esperándote en el altar. Mi corazón se rindió.

—Estoy bien —musité frotando mi estómago.

—Okey.

Eso fue lo único que dijo. Ningún «te ves bien», ningún «todo estará bien», ningún «¡ánimos, ya pasará!» Me dieron ganas de llorar allí mismo. Era débil. Me volví hacia el telón del que pronto tendría que salir y dejar de esconderme detrás.

La gente se seguía moviendo de lado a lado para que el evento saliera perfecto. Y cuando el organizador con el auricular en la oreja se nos acercó palidecí.

—Salen en cinco —dijo.

—Mucha suerte, jóvenes —dijo Mr. Musician que había aparecido de pronto—. Saldrá excelente.

Solo podía pensar que nada saldría bien. A penas recordaba cómo iba la canción. Y como leyéndome la cabeza, Luke tendió unas hojas en mi dirección. Las tomé, eran las partituras, en hojas limpias y sanas.

—Su turno —dijo el organizador señalando tras de él.

No me moví, estaba clavada en el piso. Luke se adelantó y antes de salir se detuvo para mirarme.

—Respira —musitó—. Solo mírame a mí.

Asentí. Tomé una respiración y sin dejar de mirarlo, lo seguí fuera hasta el escenario.  

~~EN~~

HOLAAAAAAAAAAAAAA, okey me voy a pasar de buena onda y voy a publicar dos caps el dia de hoy! Si se preguntan por qué... pues... haber... siento que no puedo dejarlos allí... siento que aggg no lo sé... solo quizá se me hace agua el corazón cuando pienso en Alessa y Luke♥ y se me desvanece en el pecho... soy toda una empedernida... okay ya serios... ammm contaros que pronto estaré publicando RETROSPECTIVA SHARMAINE versión novela. Para quienes la han leído como Fanfic, pues si quieren leerla como una novela, os invito a hacerlo:) Y, para mis lectores beta, decirles que estoy mejorando la historia, con más detalles, mejorando escritura y corrigiendo errores, ya que la escribí hace ya muuuuchos años♥ okay ya, os dejo leer el siguiente cap! 

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