"Blood Moon Waltz"

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Aquí estoy de nuevo, en mi espacio personal.
He puesto un poco de música para relajar el ambiente.
Escucho pequeños sollozos en las jaulas... ¿Cuánto tiempo les había dejado encerrados?
Mire uno por uno a mis prisioneros. Saqué a dos de ellos y les teletransporté a mi reino...
- ¿veis ese gran árbol de ahí?
Asistieron atemorizados.
- Bien... quiero que me traigáis su fruto. Será vuestra llave hacia la libertad...sino, sereís comida para Loki... - les señalé a mi pequeña gran mascota, una preciosa serpiente de color azul de  6 metros de largo que paseaba tranquilamente por el laberinto que diseñé - cuidado con las trampas... hay unas cuantas - dicho eso les empujé hacia el interior... Las paredes del laberinto comenzaron a aumentar en tamaño, haciendo imposible subir hasta arriba para orientarse. Desplegué mis alas negras y me elevé lo suficiente como para ver cómo iban...
En un princincipio mis pequeñas víctimas estaban paralizadas en la entrada, así que hice que Loki les encontrara... una vez que comenzaron a correr por sus vidas y que Loki casi les alcanzase, construí un muro para que este no se los comiera... aún.
¿Qué diversión había si ya desde el principio morían? ¿Acaso no tenían que sufrir por sus pecados?

JK y Jimin aparecieron tras de mi. Aún conservaban sus alas blancas...
- Seungmin, está feo divertirse solo - replicó JK
- esque sois unos vagos - respondí riéndome - os lo dejo a vuestro cargo, voy a echarme un poco... estoy cansado. Procurad que aguanten bastante...
Me teletransporté de nuevo a mi sala. Había un viejo sillón bastante cómodo, me acurruqué mientras la música seguía sonando, dejando que  mi cuerpo se relajara y me transportara al mundo de los sueños...
...
- Astaroth, despierta! - una dulce voz me llamaba, abrí los ojos confundido, me había quedado dormido en las piernas de mi dulce Gabrielle - ya es la hora, como no vuelvas pronto te regañarán otra vez...

Me levanté sin ganas... adoraba dormir en sus piernas, me producía mucha paz.
Aquella  noche se celebraba la fiesta de todos los santos y tenía que estar presente como príncipe de tronos. No podía faltar... y más aún tras la rebelión de Lucifer.
JK y Jimin me esperaban impacientes.  En el carruaje estaba mi amigo Belial con cara de pocos amigos... algo había pasado, estaba seguro de ello, pero no quise indagar demasiado, cuando llegase el tiempo seguro que él mismo me lo contaría.
- ¿Estás bien? - me limité a preguntar
- Sí... ya te contaré.
Asentí y viajamos en silencio, estaba ansioso por ver como iría Gabrielle... aún no se lo había contado a Belial, me daba un poco de vergüenza... aparte el amor entre ángeles era un tema tabú, pero estaba enamorado...
Cuando llegamos al castillo donde se celebraría el evento me crucé con ella. Estaba preciosa con su vestido celeste y su cabello suelto, me seguía costando creer que era el muchachito con el que jugaba de pequeño. Era obvio que era una mujer.
Me iba a acercar a ella cuando me saludó Asmodeus... no es que me caiga mal, pero si se trataba de mujeres, prefería mantenerle lo más alejado posible.
Belial seguía a mi lado cabizbajo... Asmodeus era muy entusiasta y quería alejarle de mi lo antes posible, fue cuando nos cruzamos con los mellizos Leviathan y Mammon. Por fin... alguien que podía distraerle...
Me alejé discretamente de ellos, pero Belial seguía mis pasos, así que decidí contarle mi situación. Bueno, en realidad me moría de ganas de contarselo.
- quiero contarte algo... pero me gustaría que no te burlases de mi.
- sabes que no lo haría... - me contestó.
- Verás, es un tema complicado... porque es tabu.
Belial me miró seriamente... y no supe si seguir contando o no.
- tienes mi palabra Astaroth, no diré  nada a nadie - me prometió
- estoy... estoy enamorado de... Gabrielle.
De repente Belial se dio la vuelta, sus ojos estaban llorosos.
- como te dije... tienes mi palabra.
- Belial... no quería decirte nada, pero... espero que cuentes y confíes en mi tanto como yo en ti... si algo te perturbase...
- quizás si podría hacerte una confesión yo también - se sentó a mi lado suspiró profundamente - ¿Te acuerdas de cuando solíamos bajar con Lucifer a la tierra?
- Sí... claro
- yo... seguía bajando.
- Oh no me digas que...
- me enamoré de una humana Astaroth... yo, un arcángel, me enamoré perdidamente de una humana.
Me quedé sin palabras...
- Gabrielle lo sabía... me vio con ella - mis ojos se abrieron de par en par cuando pronunció su nombre - ella me avisó de que me habían... pillado.
Ahora entendía el comportamiento suyo. Si le habían pillado aquella humana corría peligro.
- ¡bajemos y busquémosla!
- ya no se puede Astaroth... murió. La busqué por todo el cielo, pero no está... y bajaría al infierno si fuera posible...
Mi mejor amigo estaba llorando y yo no sabía que hacer. Lo abracé hasta sentir que se había calmado.
- no se cómo lo haremos, pero la buscaremos, no puede haber desaparecido así porque si, algo habrá pasado con ella... - intenté animarle
- es tu momento Astaroth... tienes que aprovechar todo lo posible con Gabrielle. No esperes como yo y disfruta...
Me sentía mal dejándolo ahí solo, pero él siguió insistiendo en que la buscará que me confesara y disfrutara de nuestro amor... y así hice, la busqué, la encontré,  la llevé al Edén y bajo la luna roja la di nuestro primer beso.
- se que esto no es lo correcto, pero si no lo hacía se que me arrepentiría toda la vida -
Gabrielle me abrazó. Sus manos temblaban imagino que de la emoción, me agarró del cuello y me devolvió el beso... uno en el que nos fundimos un tiempo, luego nos separamos y sonreímos como bobos... Así que eso era lo que se sentía cuando uno estaba enamorado.
Pasaron los días... nos escapabamos siempre que podíamos...
Traspasamos las reglas y fuimos más allá de lo que un ángel podía hacer pero... Disfruté de ella como loco y ella de mi... hasta que pasó algo que no esperábamos. 
Se quedó embarazada. No lo sabíamos, ya el embarazo en ángeles es algo distinto a los humanos y seguíamos con lo nuestro... día tras día.
- últimamente me siento un poco hinchada - me comentó Gabrielle mientras estaba recostado en sus piernas. Me encogí de hombros... para mi seguía igual que siempre, pero poco a poco me di cuenta de que lo que me decía era verdad... algo parecía estar cambiando en ella y se lo comenté a Belial.
- no quiero pensarlo mucho pero... creo que algo está cambiando en Gabrielle... es decir, su tripa está...más hinchada de lo nomal...- me puse nervioso, estaba seguro de lo me iba responder, pero necesitaba escucharlo de alguien.
- sabes que los humanos están hechos a nuestra imagen y semejanza ¿verdad? Astaroth... dime que os cuidasteis... porque por lo que me cuentas, amigo mio, vas a ser papa...
- ayudame Belial ¿Qué puedo hacer? si los demás se enteran. Si dios se entera...

Mientras pasaban los meses, se fue notando cada vez más. ¿Cómo poder escapar de aquella situación? Era un ángel de alto rango, el príncipe de tronos y ella... era la mismísima mensajera de dios. Cada uno tenia un cargo importante como para desaparecer de repente sin que nadie se diese cuenta.

No teníamos ni tiempo, ni escapatoria.

Jamás olvidaré aquella noche. Nuestra última noche.
Varios ángeles irrumpieron en mi habitación, Gabrielle a mi lado. JK y Jimin derribados en el suelo. No quise luchar... es más, suplicaba que por favor no la hicieran daño a ella ni a nuestro bebe no nato...
Me llevaron a la torre del castigo... donde poco después me informaron de la muerte de Gabrielle.
Derrotado, confundido y desanimado por todo, maldije a dios. Me prometí que si salía de esta, le quitaría todos los seguidores que me fuese posible...
En una noche me quitaron a mi mujer, a mi bebe no nato, me golpearon, me encadenaron y me quitaron las alas. No me quedaba nada más, que mi sed de venganza.

Libre de pecados 1: Gardenia ParadiseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora