"Thunderous"

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(Bangchan)
Los meses pasaron y nuevas sorpresas ocurrieron.
Mar se quedó embarazada aquel día de Halloween y fruto de ello tuvieron un precioso niño. Han estaba como loco con su nuevo sobrino, tanto que parecía más su hijo que el de su hermano.
Estaba todo tan tranquilo, que hasta cierto punto me asustaba porque... aún no habían encontrado el sacrificio...
Felix me contó la situación aquella vez... sabía que yo era un candidato potente. Brooklyn y Mar también lo eran pero obviamente, ni Hyunjin ni Changbin estarían dispuestos a sacrificarlas. No quiero decir que Felix me quisiera ofrecer, pero yo era... el más cercano al "Requiem".
- Bangchan - me  llamó Jeongin - ¿Has visto a Gael?
- creo que se fue con Seungmin...
- oh... Si le ves dile que se pase por mi sala.
- claro!
Estaba un poco más pálido de lo normal.
Desde el día de Halloween, había estado cuidando de Gabrielle y casi estaba curada. Aún le costaba hablar y la vista aun le fallaba, pero era un completo milagro que se estuviera curando. Desde luego Seungmin estaría en deuda con Jeongin toda la eternidad.
- ¿En qué estás pensando? - me preguntó Felix quien acababa de entrar en el local
- En que me gusta mi vida en estos momentos...
Felix sonrió. ¿Os había dicho que su sonrisa era tan pura que iluminaba mi vida? Si no lo había dicho, lo digo ahora.
Poco después llegó Lee Know con el bebé de Changbin.
De repente las luces comenzaron a parpadear... 

Lucifer se presentó en el local. Tenía manchas negras en el rostro. 

Me olía lo peor, pero quise mantenerme con calma. Él pánico no llevaba a ninguna parte. Sentí cómo Felix me agarraba del brazo temblando y Lee Know quien estaba en la barra cuidando del primogénito de Changbin también me miraba con inquietud.
- Reuniros... No hay tiempo... - dijo Lucifer
- Pero señor... - replicó Felix
Hyunjin apareció en ese momento detrás de Lucifer y de un movimiento inmovilizó a Felix. Lee Know quería atacar pero se retuvo por el niño a quién dejó en el carrito con cuidado. Al levantarse dispuesto a atacar... Seungmin y IN se interpusieron. Tendrían el mismo rango pero eso no interfería en el hecho de que en el pasado ellos también tuvieran mucho más poder. V, JK y Jimin aparecieron en ese momento
- Encargaros del niño... nos vamos - ordenó Hyunjin - V... no olvides tu promesa.
- Si señor... - contestó V
Jeongin lo miró interrogativo, pero Hyunjin no dijo ninguna explicación.
Han y Changbin bajaron de sus salas confundidos por la situación.
- Había sentido la energía de Lucifer - dijo Han
- ¿Qué hacéis con mi hijo? - preguntó Changbin, pero Seungmin le apartó
- Nos vamos...  - le dijo - No hay tiempo, hay que hacerlo ya
Han miró a su esposo que seguía en posición de ataque. Su cuñado estaba inmovilizado por las cuerdas de Hyunjin y... el rostro manchado de Lucifer. Mientras tanto yo... seguí paralizado tras la barra.
Seungmin se giró hacia mí... imagino que iba a inmovilizarme. Su rostro reflejaba tristeza...
Después de esos 3 años que había pasado con todos ellos, había aprendido a quererlos y no mentiría si dijese que el sentimiento era recíproco. Negué con la cabeza, indicando que no hacía falta usar la fuerza.
Sentí un leve golpe en la nuca y me desmayé.
Al despertar habíamos llegado al infierno. Lucifer se colocó en el círculo donde se supone que yo sería sacrificado...
Habían atado a Felix en su puesto para no detenerme.  Los demás estaban igual de consternados, pero era su deber... El averno se estaba derrumbando, no quedaba tiempo y había que establecer el equilibrio. Sabía lo que había que hacer por el bien de todos,  mis piernas temblaban y apenas podía dar más pasos... tenIa un nudo en la garganta que me dificultaba concentrarme y respirar.
Los siete pecados se pusieron en círculo en derredor y empezaron a decir palabras ilegibles para mi.
Se formó en torno a nosotros un torbellino que impedía que viera lo que ocurría alrededor.
Y entonces se puso frente a mi él... tan imponente como la primera vez que le vi: Lucifer
Se acercó a mí con paso elegante. Sus ojos rojos brillaban más en el lugar y su palidez era más notoria aún.
- Christopher Amadeus Chan, hijo de dios.... ¿estás listo? - me preguntó con esa voz profunda.
Deseaba decir que no, huir de ahí con Felix y no saber nada de ángeles ni demonios, pero para ésto había nacido ¿no? Asentí mientras las lágrimas comenzaban a caer...
- Nooooo....! - comenzó a gritar Felix - Por favor señor, tiene que haber otro.... - suplicó entre lágrimas
- No hay tiempo - interrumpió Hyunjin
- Por favor... - seguía suplicando Felix - déjeme estar en su lugar...
Pero los demás no se movieron de sus puestos,  en el fondo sabía que no querían realizar esto, pero de ello dependía sus propias vidas. 
Siguieron con el ritual.
El cielo comenzó a tornarse rojo, las llamas comenzaron a avivarse al rededor. Comencé a sentir cómo el aire me estaba faltando...
- Por favor, que sea rápido - le dije a Lucifer
- Me caes bien... - contestó - que así sea.
Con un movimiento preciso se formó una luz de llamas azules en su mano, cerré los ojos para recibir el impacto en mi corazón y....

Caí.

¿Qué había pasado? ¿Qué hacía en el suelo? ¿Estaba ya muerto?
Y entonces lo vi... bajo la incrédula mirada de Lucifer y todos los demás.
Hyunjin se había interpuesto entre la llama del infierno y yo.
Lucifer cayó de rodillas ante él. Su mejor amigo, su hermano... se había rebelado en el último momento para salvarme la vida a mi.
- pero qué... - musitó Lucifer incapaz de tocar a su amigo.
- "man i'm not sorry, i'm dirty" - contestó Hyunjin.
Corrí como pude hacia él y lo levanté en brazos. Su piel se estaba oscureciendo... Obviamente no había nada que hacer. Se moría. Si algo podía acabar con la vida inmortal de aquellos ángeles caídos, era la llama del mismísimo infierno.
- prometeme... que cuidarás de... mi pequeña - me dijo con un hilillo de voz - Más te vale llevar con honra... mi legado...

Sujeté su mano con delicadeza notando como los latidos de su corazón marcaban la melodía que anunciaba su muerte. Mi amigo, mi hermano... sonreía débilmente mientras sus dedos se congelaban y cerrando sus ojos , su luz me marcó.
Las llamas comenzaban a apagarse, el torbellino a disiparse... escuchaba y a la vez no, los llantos de los demás. Estaba en shock. El poder de Hyunjin se traspasó a mi... comencé a llorar sangre por los ojos y sentí un dolor punzante en la espalda. ¿alas negras?  si... me había convertido en uno de ellos...

Y así de la forma más inesperada, me convertí sin querer, en el pecado del orgullo.

-FIN-

Libre de pecados 1: Gardenia ParadiseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora