(Bangchan)
Habían pasado dos años desde la muerte de Hyunjin. Como le prometí, y como le hizo prometer a V quien sabía de las intenciones de Hyunjin desde un principio, me encargué de cuidar de Brooklyn y de su hijo...ese pequeño cada vez se parecía más a su padre.
Felix estaba como loco con él... aveces tenía miedo de que le fuese a enseñar cosas raras, pero se veían adorables juntos. En realidad, aquél pequeño era el muñeco de todos., incluso Lee Know le tomó cariño y solía cuidarlo si no podía Brooklyn.
No volvimos a ver a Lucifer, desde aquel entonces...
Lo entiendo... había matado a su mejor amigo, a su hermano, en vez de a mi.El "Gardenia Paradise", nombre que optamos poner tras la muerte de Gustav, se había vuelto bastante animado.
Seungmin pudo reunirse con su familia adoptando a I.N ahora que Hyunjin no estaba, yo estaba en una relación formal con Felix, Lee Know y Han estaban felizmente casados de nuevo, hasta Changbin se había asentado con Mar y esperaban un futuro retoño.
Aún no acababa de acostumbrarme a mi puesto de pecado del orgullo, pero tenía que esforzarme en nombre de Hyunjin.
Miré apenado a Brooklyn. Después de todo, cogió mi puesto en la barra del "Gardenia Paradise" a la vez que hacía de profesora de baile en la escuela donde conoció a Hyunjin... normalmente trabajaba muy bien, pero había ocasiones, sobretodo en días de lluvia, cuando miraba hacia la ventana con mirada perdida y melancólica... y entonces yo me sentía muy culpable.
Su pequeño era lo único que le quedaba de su amor...(Brooklyn)
El día que me anunciaron la muerte de Hyunjin, creí que moriría... mi corazón se paró por un instante, pero a mi me pareció una eternidad. Lo amaba, de verdad que lo amaba...
Recuerdo cómo lo primero que pensé fue en el pequeño ser vivo que crecía en mi interior. Ni siquiera me había dado tiempo para decirselo. Tenía que ser fuerte por nuestro bebé. Era lo único que me quedaba de él... y así viví hasta ahora.
Pero hay momentos... en los que se hace especialmente duro. Su recuerdo siempre está presente en mi y su rostro está grabado a fuego en el rostro de nuestro hijo.
El hilo rojo que nos une se ha cortado... pero por alguna razón, mi corazón se resiste a pensar en su muerte. Para mi... él sigue vivo, aunque sea en mi interior.Eran las 07:00 de la madrugada y me encontraba en el bar como de costumbre. Había traído a Ivaar para que se lo llevase Lee Know mientras yo trabajaba y me quedé charlando con Mar que había venido a recoger a Changbin junto a su primer hijo, para ir juntos al hospital, tenía una revisión de embarazo de su segundo bebé. Los chicos ya estarían terminando y bajarían a desayunar.
De repente me empezó a picar con fuerza el meñique.... y para mi sorpresa un hilo de intenso color rojo comenzó a aparecer.
La puerta del local se abrió.- Ha pasado mucho tiempo....
No podía creer lo que estaban viendo mis ojos.
Mar estaba igualmente sorprendida. Los chicos empezaban a salir de sus salas...
El primero fue Jeongin.
- Hyung!!! - exclamó corriendo por las escaleras casi apunto de tropezar. Lo abrazó entre lágrimas. - ¿Pero cómo...?
Yo me había quedado paralizada tras la barra. Él estaba ahí.... frente a mi. Acariciaba cariñosamente el cabello de Jeongin mientras le correspondía el abrazo. Uno a uno se fue abrazando a él... el último fue Bangchan
Mientras le abrazaba, me miró con una sonrisa. Aún estaba tras la barra incapaz de reaccionar. Estaba temblando... Me dirigí a él lentamente aún sin poder creerlo. Se fueron apartando de mi camino.
Me puse frente a él. ¿Era de verdad? Con la mano temblorosa acaricié su rostro, era cálido, me correspondió la caricia cogiendo mi mano con cariño, haciendo que me fijara en el hilo rojo... unido al mío.
- te prometí... que si algo nos llegaba a separar, tiraría de nuestro hilo hasta volver a encontrarte... - me dijo
Me tapé el rostro avergonzada, comencé a llorar. Me abrazó. Sentir su tacto me hacia llorar más. Entonces me destapó el rostro, me limpió y secó con cariño las lágrimas...
- ¿No voy a tener premio por encontrarte? - hizo un puchero
Me daba vergüenza hacerlo delante de todos, pero a la vez lo echaba tanto de menos... Lo besé. Juntamos nuestras frentes y sonreímos... había vuelto.
- ¿No os olvidáis de algo? Aquí alguien quiere conocer a su padre... - interrumpió Lee Know quien había cogido en brazos a Ivaar
Hyunjin lo miró claramente sorprendido y luego me miró a mi con rostro interrogante.
- Antes de que... desaparecieras, me enteré de que me había quedado embarazada... pero como ves no me dio tiempo avisarte - cogí a Ivaar y se lo entregué - Sé que es un nombre raro pero te presento a Ivaar... Tu hijo.
- Ivaar... el nombre de un guerrero vikingo - levantó a nuestro hijo - me gusta - me cogió de la mano. Estaba muy abrumada con tanto cariño...
- Creo que hoy es mejor que no trabajes Brooklyn - dijo Seungmin
- Deja que yo me encargue de tu puesto y difrutad en familia - secundó Chris
- Igual podéis ampliar más la familia... - comentó Felix pícaro (tipico de él)
Hyunjin se rió, miró a Mar y a Changbin...
- Igual si, echo de menos... el proceso - me miró pícaramente.
La puerta del local se abrió de nuevo. Esta vez era Lucifer.
- Perdonad mi intromisión - comenzó a decir
Todos se tensaron al verle, incluso yo, Hyunjin permaneció tranquilo. Miró a su amigo e hizo un gesto de saludo.
- pensé que al final no vendrías - replicó
- ¿y perderme tu fiesta de bienvenida? no amigo...- me miró - perdona por habertelo robado tanto tiempo. Dios es muy egoista y testarudo con sus hijos.... aunque si quieres puedo ser yo tu pareja... mi oferta sigue en pie.
- ni se te ocurra tocarla de nuevo - Hyunjin se interpuso entre nosotros - Es mía.
Lucifer se rió. Hyunjin nos explicó que él había muerto de verdad pero que Lucifer estuvo suplicando por su vida, por eso no supimos nada sobre él durante ese tiempo.
Aunque ya no era un pecado, se había convertido en mano derecha de Lucifer y el tiempo para realizar el próximo sacrificio se había reducido a la mitad.
En cuanto a Mar y a mi, se nos concedió la inmortalidad... pero con la misma suerte que Lee know. Cada cierto tiempo tendríamos que reencarnarnos. Pero yo era feliz... porque estaba con él. Mi destino, mi hilo rojo... Mi Hyunjin.
- bienvenido a casa - le dije mientras buscaba sus labios
- estoy en casa - contestó mientras me devolvía el beso.(Hyunjin)
Me levanté confundido y sin saber dónde estaba ni qué día era...
Estaba acostado en una cama, el ambiente era cálido y apenas se veía el sol a través de las ventanas. ¿Estaba en el infierno?
- Por fin has despertado... - La voz de Lucifer retumbo en las paredes, estaba sentado al lado mío en un sillón.
Tenía el semblante cansado y por lo que podía visualizar le habían dado una buena paliza.
- ¿Qué... qué ha pasado? - me miré el cuerpo, llevaba una bata roja de seda, me palpé el pecho donde se supone que recibí el impacto... es verdad. Se supone que yo había muerto, fui el sacrificio y de eso no había retorno... ¿Pero qué hacía ahí?
- Te estas preguntando qué ha pasado y por qué estás aquí ¿verdad?
Asentí con la cabeza.
- Pedí... tu alma a dios - me miró - me negaba a creer que te había perdido para siempre. Brooklyn... no me lo perdonaría.
Le observé... ¿Cuánto tiempo había pasado? Mi cabello había crecido bastante y no había rastro de lo había pasado.
- Si te preguntas cuánto tiempo ha pasado... han sido dos años. No he podido aparecer delante de ellos Hyunjin... no sin traerte de vuelta.
Pero ¿Seguía siendo uno de los 7 pecados? Hice un gesto con la mano y enseguida se formó una llama azul. No era roja como solía ser normalmente, ahora tenía llama del infierno... como la de Lucifer.
- Ahora mismo te has convertido en mi mano derecha. Ya no perteneces a los 7 pecados.
- Quiero verla... - obviamente me referIa a Brooklyn, me moría de ganas por saber qué era de ella, si me había olvidado, si había encontrado a otro, si seguía en contacto con los chicos... por el momento parecía que Lucifer no se había acercado a ella que era lo que más temía... ¿me seguiría amando? Para mi era como si no hubiese pasado el tiempo... como si hubiese despertado de una larga siesta. Pero dos años... daban para mucho.
- Come un poco, ahora le digo a los sirvientes que te den ropa...
- ¿vendrás?
- No puedo dejar que vayas solo todavía...
Había llegado... Estaba a las puertas del "Requiem" aunque habían cambiado el cartel y ahora se llamaba "Gardenia Paradise". Tenía un aire más alegre y las famosas gardenias de Gustav pegaban bastante bien, la caseta con su puerta roja, el precioso jardín de rosas... y entonces la vi a través de los ventanales, a ella, a Brooklyn. Seguía igual que siempre, con esa naricilla respingona, sus grandes ojos y carita redonda. Estaba hablando con Mar que parecía estar embarazada "Changbin no ha perdido el tiempo" pensé para mis adentros "Yo tampoco lo hubiese perdido..."
Me miré las manos y pensé en la promesa que la hice... de repente surgió... un hilo rojo se enrolló en uno de mis dedos y traspasó la puerta del local.
¿Debería entrar? ¿Lo estará viendo ella también? Estaba nervioso... Mi plan era observarla antes para averiguar qué tal estaba sin mi... pero como si el hilo tirase de mi entré en el local.
Controlar mis sentimientos fue muy dificil, sobretodo cuando por fin tuve en mis manos a nuestro pequeño Ivaar. Fue toda una sorpresa para mi ¿Quién iba a pensar que engendraría un algo tan bonito?
Miré a mi alrededor, todos felices... Changbin con su bebé y Mar esperando a otro de camino, Han se había reconciliado con Changbin y estaba felizmente casado con Lee Know, Felix por fin se había asentado y estaba formalmente con BangChan, Jeongin había madurado más y cuidaba de Gael como su propio hermnito. Seungmin había recuperado a Gabrielle y al hijo que pensaba muerto...
Como demonios, esta felicidad era algo poco común y se hacía muy preciado... después de sufrir tanto castigo.
Abracé con fuerza a Brooklyn y a mi bebe.
Tenía una familia, me estaba esperando. No podía ser más feliz...
- binvenido a casa - Brooklyn intentaba llegar a mi labios
- estoy en casa - sonreí y la correspondí con un beso- FIN -
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Libre de pecados 1: Gardenia Paradise
FanfictionUna cafetería que aparece de la nada. Un grupo de personas enlazadas en un mismo destino. Un sacrificio. Una eternidad. Un amor. Una deslealtad. Nacimos pecadores y morimos como tales.