"Dark Paradise"

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(Gabrielle)
Mis ojos se han cerrado, me han desgarrado la garganta y mi tesoro más preciado, mi bebé...
En este jardín, el más brillante que misojos pudieron vislumbrar, ahora solo hay oscuridad.
Aún puedo escuchar el suave murmullo del agua y oler la refrescante fragancia de las flores, pero tu... no estás aquí. En mi soledad, escuché algunos ángeles hablar sobre ti. Me alegré al escuchar que escapaste de la torre del castigo, aunque me preocupé de que te aliaras con el enemigo. Y yo... aquí sin poder decirte nada, sin poder acariciar tucabello, sin poder escuchar cómo me llamas con tu dulce voz... solo puedo llorar y rezar por tí, aun cuando dios ya no escuche mis plegarias.
Hoy escuché la voz de un niño.
Tenía el mismo timbre de voz que tu cuando éramos niños y su tacto igual de cálido que el tuyo. Me hizo recordarte tanto que mis lágrimas no dejaban de fluir. Pensé que mi corazón se iba a desbordar con tanto sentimiento.
Inevitablemnete pensé en nuestro pequeño,
¿Recuerdas la primera vez que nos conocimos? Éramos unoss crios... yo tenía el cabello tan corto que pensaste que era un niño y tampoco lo desmentí.
Eras arrogante y no permitías que yo tocase ts cosas.
Más tarde nos separaron ya que eras el elegido y no era correcto que te juntaran con nosotros, los ángeles de bajo rango. Eras un príncipe... y yo, me limité a mirarte en el lejanía.
La vez que nos reencontramos en aquel pasilo, estaba tan nerviosa que mis libros cayeron a tu paso y tu los coogiste sin pensarlo. Aquél momento fue el principio de todo.
- Te conozco... - me preguntaste mirándome fíjamente - tu eras aqué chiquillo con el que solía jugar ¿verdad?
Mi corazón se paralizó. Lo notaste y revolviste con cariño mi cabello.
- Te estuve buscando... me dijeron que eras una chica, pero me costaba creerlo. Gratamente he descubierto que es verdad.
Aquella vez apenas pude conciliar el sueño. ¿Sabes lo feliz que me hiciste? ¡Solo pensaba en la próxima vez que pudiese volver a verte!
Por suerte era una mensajera y solía pasar mucho por la zona donde instruía y pronto me convertí en tu mensajera personal mientras estabas por aquella zona.
Jamás pensé estar tan feliz con solo poder asistirte.
Aquél niño arrogante que conocí, ahora era un apuesto joven amable y responsable... era imposible enamorarse de  ti.
Era incapaz de no molestarme con las otras chicas que intentaban acercarse a ti y tu lo notabas, porque cuando me veías ibas directo a mi, revolvías mi cabello y sonreías.
Poco a poco nos fuimos acercando... y ese fue nuestro pecado.
Aquella inolvidable noche, en éste jardín donde me tienen encerrada... ogiste mi mano. Paseamos sin decir palabra, con aquella luna de sangre de testigo, me besaste.
Nuestro primer beso y yo no me lo creía, pero volviste a posar tus labios en los míos.
Dios mío... si tienes piedad de mi, por favor, cuida de él.
Déjame seguir amándole, aun sufriendo el castigo eterno.

Libre de pecados 1: Gardenia ParadiseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora