"Blood, Sweat and Tears"

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(Changbin)
(Una semana antes)
No se cómo me empecé a enganchar. Ni siquiera sé si esto iba a funcionar... pero aquí estoy, a la espera de Mar. Habíamos quedado para ir a comer a un restaurante coreano... decía que tenía mucha curiosidad, así que no veía porque decir que no a la idea.
No suelo salir mucho en realidad, mi rutina suele ser estar trabajando en casa o trabando en el local, así que el cambio de aires me sentaba bien.
No había salido nunca a una cita, así que estaba un poco nervioso al respecto. Me miré en el reflejo del portal más cercano, iba totalemente de negro y me pregunté si iba bien... Pensé en mis compañeros, todos se veían perfectos aunque se pusieran lo más hortera del mundo. Respiré profundamente y cerré los ojos para tranquilizarme.
- !Has venido! Por un momento pensé que me habrías tomado el pelo y que no vendrías hoy... - sonreí divertido. Su forma de ser honesta y directa me gustaba bastante y no se cómo lo hacía pero me ponía de muy buén humor.
Si miramos hacia atrás, la primera vez que la conocí ¿Quién diría que acabaríamos así?
- Estuve bastante tentado.... pero aquí estoy - contesté - ¿entramos?
Era un pequeño restaurante de estilo tradicional y bastante familiar por la zona de Nuevos Ministerios. Estaba bastante escondido, así que no había mucha gente que entrase.
Mientras mirábamos la carta, me permití observar un poco más a mi acompañante.
Cuando estaba en cielo, nunca me había dado por fijarme en el sexo opuesto hasta que conocí a Lee Know...Claro que el impacto de saber que era la prometida de mi hermano me bajó bastante la moral en sentido amoroso.
Y ahora... tenía frente a mi a una mujer de peligrosas curvas y unos preciosos ojos verdes, que no buscaba la atención de cualquiera, si no la mía.
- ¡Tengo que avisarte de algo! - exclamó de repente - esque yo no como carne... pescado si, pero carne no.
Con lo que me gusta a mi la carne, me quedé un poco pensativo, no me iba a quejar ovbiamente, pero tampoco quería hacerla sentir mal si me pedía una barbacoa.
- oh bueno, no pasa nada... elije lo que quieras - señalé la carta - por favor...
¿Cómo fue la primera cita? Pues la verdad es que bastante mejor de lo que pensaba. Tratar con ella hacía que la relación fluyera con facilidad. Aunque aveces me daba el bajón pensar que me estaba ilusionando por algo que no duraría para siempre... a la vez me hacía ilusión tener estos sentimientos de incertidumbre, miedo, amor... sentirme un humano más.
...
Los días pasaban y me sentía cada vez más agusto con ella.
Me llamaba "mi rey" y me hacía sentirme bien por ello, yo al contrario la llamaba "mi rosa", por su pelo rojo y porque a pesar de su aparente fragilidad y belleza, tenía espinas que la hacían fuerte y peligrosa... mi rosa roja.

Mi hermano después de más de dos semanas sufriendo por Lee Know, habían vuelto.
Lo cierto es que ver a mi hermano así de miserable me dolió bastante y Mar me incitó a cuidarle. Al principio me costó un poco, obviamente después de tantos años aparentemente odiándonos, después todo salió natural... el cariño entre hermanos. En el fondo de mi corazón quería mimarlo, tratarlo de una vez por todas como el hermano pequeño que era.
- Más os vale estar bien ambos... Paso de volver a ser tu almohada de consuelo - me quejé a Han, pero luego me rei - Se feliz hermano...
- Tu también... - señaló a Mar y me guiñó un ojo pícaro - tu también... yo aún mantengo la promesa que te hice...
- ¿De qué habláis? - la voz de Mar me puso nervioso
- Nada, mi hermano aveces es tonto, muy tonto...
- Eh! Yo solo decía que tu y...
Le tapé la boca.
- Vámonos... te invito a comer.

En realidad tenía bastante trabajo que terminar aquél día así que la dije que sino le importaba se viniera a casa... era la primera vez que invitaba a alguien fuera nuestro circulo de pecados, así que estaba un poco inquieto sobre la idea de invitarla o no. ¿Se pensaría algo indecente? Hasta ahora había echo ningún "movimiento" sobre ella... ni siquiera la había besado, no en los labios... ¿Ella querría eso? ¿Debería hacerlo o era demasiado pronto? Han ya daba por hecho que habíamos dado "más pasos"... ¿Acaso era un anticuado? Me quedé pensando en todos ellos... Obviamente Felix era el más experimentado en realciones de todo tipo, Seungmin fue castigado por mantener relaciones con una ángel, mi hermano estaba con Lee Know, Hyunjin... de él no estaba muy seguro, porque nunca parecía tener interés por nadie y Jeongin es nuestro "bebé"... ninguno tenía una relación estable como para preguntarles sobre el asunto.
- Pasa y ponte cómoda - retiré las cosas que había por el sofá y la invité a sentarse - espera un momento aquí, iré a encender los ordenadores del estudio. Puedes encender la TV... como si fuera tu casa... - ¿Estaba bien lo que había dicho? Me puse nervioso y me marché corriendo al estudio a encender todo.
Mar me siguió sigilósamente al estudio...
- ¿así que es aquí donde trabajas casi siempre...?
- Si... sino estoy en la cafetería, normalmente estoy aquí - su presencia en el estudio me ponía nervioso, en realidad, la idea de que estuviesemos solos en casa... me ponía nervioso.
Intenté moverme mucho por si se me notaba...
- ¿Tienes hambre? Déjame unos 15 minutos que termine con una mezcla y ahora miramos que preparar - la dije finalmente.
Ella salió del estudio. No me importaba que curioseara la casa, no ocultaba nada, mientras que no entrata en el estudio cuando grabase. Pasados los minutos prometidos, salí del estudio.
Mar se había quedado sentada en el sofá curioseando un álbum de fotos que me había dado Hyunjin de todos nosotros...
- Se nota que lleváis mucho tiempo todos juntos... se nota que... a pesar de lo que sois, en el fondo estáis muy unidos - dijo
- La eternidad... es lo que tiene - me dirigí hacia la cocina. Era una cocina americana, así que podía seguir observándola mientras cocinaba. Ella se acercó
- ¿En qué puedo ayudarte? - El roce de sus pechos me puso en alerta
- No te preocupes, ya me las apaño - contesté alejándome
- Déjame ayudarte... así terminamos antes y puedes seguir con tu trabajo - insistió
Suspiré, en parte tenía razón, necesitaba terminar cuanto antes el trabajo
- pásame la salsa de soja que está en ese armario - la dije
Ella fue a cogerlo, pero al ser bajita no llegaba muy bien... y parte de la salsa se desparramó en ella... Enseguida cogí un paño y fui a secarla, pero claro, al ser en la zona de sus pechos más bien la pasé el paño y dejé que se secara...
- Iré a por una camiseta para dejarte...
Iba a irme pero me agarró por el brazo
- Lo siento...
Quería ser un caballero, pero también me moría de ganas de experimentar, saborear esa carne que tenía frente a mi... como un león hambriento, la agarré y la coloqué en la encimera. Nuestros ojos se encontraron y como si un rayo recorriera todo mi cuerpo, me
lancé a ella. Besé aquellos labios que me esperaban con ansias entrelazando nuestras lenguas. Las palabras sobraban, el sabor intenso de la soja junto al de Mar hacían que fuese una combinación explosiva. Pensar con claridad era algo imposible en esos momentos. Estaba cláramente excitado... y me encantaba esa sensación.
Me separé sin dejar de observarla quitándome con agilidad la camiseta, ella me miró con deseo acariciando mi cuerpo y luego le quité la suya, acaricié sus voluminosos pechos volviendo a comer sus labios, bajando por su cuello y sin dejar de besarla comencé a quitarla los pantalones, las braguitas... todo.
¿Qué teníamos ahi? Aquello estaba tan húmedo que un "juego preliminar" no parecía hacer falta, aún así quise acariciarla, quería saborear sus fluidos... un dedo, dos...

Estaba lista y yo también.

Me bajé los pantalones... y así sin más la penetré. Se le escapó un gemido de placer que me volvió loco. Quería controlarme, pero... su cuerpo y el mío pedían a gritos que la penetrase con más fuerza... y eso hice, con movimientos rudos pero igualmente suaves la fui embistiendo. Entre gemidos nos dejamos llevar por el placer...
Ambos terminamos, pero seguía tan excitado, que la levanté y la llevé al sofá. La acosté suavemente y me puse encima de ella...
La besé... y ella se agarró a mi cuello recibiéndome con ganas.
- Quiero... volver a entrar - la confesé
Ella rio
- Sabes que soy... completamente tuya, mi rey
Tenía trabajo que hacer, no habíamos comido aún, llegaba la noche...pero ahí estaba con mi hermosa y peligrosa rosa.

Libre de pecados 1: Gardenia ParadiseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora