"Falling Away From You"

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(Jeongin)
Desperté en mi sala. Estaba cubierto de sangre ... de nuevo tenía lagunas en mi memoria. Cada vez que me transformaba sentía que mi yo demoníaco me consumía y no podía controlarlo. Aveces en sueños tenía pesadillas con lo que hacía mi otro yo... por muy acostumbrado que estaba, no cambiaba el hecho de que me repugnaba lo que hacía.
Yo... no disfrutaba de "mi trabajo".
Tenía que limpiar todo aquello antes de la siguiente ronda.
Había decapitado a varias personas entre ellas a un niño de unos 10 años. Tenía el rostro bien redondo y las mejillas bien rellenas. Me había comido todas sus vísceras... sentí un sabor amargo, oxidado y comencé a vomitar.
Me quedé sentado en el suelo un rato intentando recordar lo ocurrido, pero nada...
Limpié todo, me duché, me cambié de ropa y salí de mi sala.
Eran pasadas las 07:00... imaginé que Hyunjin ya se habría marchado. A quién me encontré tomando un café abajo fue a Seungmin. Como de costumbre, estaba tomando un americano con hielo mientras leía un libro frente a uno de los ventanales.
- Pensé que ya te habrías ido con Hyunjin a casa - me dijo al verme - ¿Estás bien?
Me senté a su lado y recosté mi cabeza sobre su hombro. Me sentía tan casado y con tanta hambre después de vomitar... que mis tripas comenzaron a sonar.
- te invito a desayunar - revoloteó mi cabello - Vamos antes de que me arrepienta y me vaya a dormir.
...

Me llamaban Bellcebu. Fui el producto de dos ángeles pecadores. En principio se me consideraría un demonio y el protocolo indicaba que tenían que haberme arrojado a la tierra o directamente destruir... pero me dieron la oportunidad de crecer como ángel. Me presentaron como una creación directa de dios y por ello se me clasificó como un ángel de primera jerarquía. Al tener ese rango, nadie se creería el hecho de que hacían experimentos conmigo. ¿Quién se atrevería a tocar a una de las creaciones directas de dios?
Para ese entonces se encargaba de mi V
La verdad es que me caía bien, a pesar de que sabía lo que hacían conmigo... después de la tortura intentaba consolarme o darme todos los caprichos que podía.
- intenta aguantar un poco más pequeño... pronto acabará - me acarició la cabeza apenado - descansa pequeño ángel...

Odiaba mi vida, cada día me preguntaba qué era lo que buscaban de mi. Un día me arrancaban los dedos de las manos al siguiente el de los pies, me dejeban una semana de descanso para que se regeneraran. Porque si... milagrosamente mi cuerpo se regeneraba. Ovbiamente siempre dolía, siempre me debilitada, siempre sufría...
Y llegó el día en el que no se conformaron con cortarme los dedos...
Como siempre, me ataron a una camilla. Me había acostumbrado al fétido olor a sangre podrida del lugar... al principio era insoportable, pero poco a poco aprendí a reprimir mis sentimientos.
Y entonces ocurrió, sacaron una sierra y... comenzaron a cortarme las extremidades.
Lloré, grité, el dolor era tan agudo, tan inhumano que me desmayé.
Cuando desperté, escuché unos sollozos y en la oscuridad logré distinguir la sombra de V. No podía moverme... no tenía ni brazos ni piernas... sentía que iba a volverme a desmayar del dolor.
- V- logré llamarle
Este se giró hacia mi sin siquiera limpiarse las lágrimas y me abrazó.
- lo siento, lo siento muchísimo... siento que no pueda cuidarte como mereces.
- Sí no estuvieras no creo que hubiese aguantado tanto - respondí con una sonrisa - ojalá tuviera brazos para abrazarte... - sentí como mis lágrimas comenzaban a fluir, no podía articular palabras, el nudo de la garganta se intensificó y me dejé llevar por el sentimiento
- llora pequeño, no reprimas nada....
Esta vez me dejaron descansar por un mes...
Un día escuché una voz femenina gritar entrando en la sala de la tortura... Era la primera vez que escuchaba que metían a alguien aparte de mi.
Le arrancaron los ojos, le cortaron la lengua, desgarraron su garganta para asegurarse de que nunca más hablara y... le extirparon el vientre. Más tarde me enteré que conservaron el feto que tenía y que a ella la trasladaron al jardín prohibido.
Tenían en su poder otro ser como yo y por lo visto el padre era un ángel de primera jerarquía, del cual se desconocía su identidad o más bien alguien a quien no querían nombrar...
Pasó una semana cuando logré ver al pequeño feto.
Aún no estaba del todo formado. Pero vi cómo su corazón seguía latiendo.
Mi cuerpo aún no se había recuperado del todo, así que me dejaban pasear tranquilamente por el laboratorio. V me ayudaba en todo...
Fue entonces cuando conocí a Hyunjin, que en ese tiempo lo llamaban Belial.
- él es de quien os hablaba mi señor - me presentó V - por favor... cuide bien de él.
- tengo la impresión por su cara de sorpresa, de que no le has explicado a tu joven amo las circunstancias - respondió Hyunjin
V me miró y me abrazó.
- Esto es lo último que puedo hacer por usted señorito Bellcebu. Vaya con él... disfrute de la libertad...
- Pero V ¿Qué haras tu? ¿Qué haré sin ti? ¿Por qué no vienes con nosotros?
- Lo siento... pero... aún tengo asuntos que terminar. Si el destino lo quiere, quizás nos volveremos a ver. Sino, no se preocupe señorito... Su felicidad, es mi felicidad.
V nos llevó por unos pasadizos...Yo aún caminaba con dificultad porque mis dedos aún no estaban totalmente formados y viendo la situación Hyunjin me llevó en su espalda.
Estaba totalmente perdido, no sabía cúanto tiempo había pasado cuando vislumbramos la luz del sol...
Nos despedimos de V... Hyunjin parecía un buen tipo, aunque un poco serio, pero yo había vivido toda mi vida en aquel sitio. La sola idea de ir al exterior en parte me asustaba. Me aferré a la espalda de Hyunjin...mis manos temblaban ligeramente y él lo notó.
Me sentó un momento y me cogió de las manos.
- El mundo exterior no es un camino de rosas, pero es divertido a su manera. Prometo que no te soltaré hasta que tu encuentres tu propio camino - me montó otra vez a su espalda - sujetate bien porque vamos a volar... tengo que recoger antes a un amigo.
Me agarré con fuerza, aunque me sorprendió como de su espalda surgieron unas enormes alas blancas... yo jamás había usado las mías, de hecho me las arrancaron y digamos que cosieron para que no salieran nunca más...
Sus alas eran cálidas y él desprendía un aroma agradable. Estaba seguro de que estaba en buenas manos. Mientras nos alejábamos de la superficie, miré hacia atrás... a lo lejos, el laboratorio se hacía cada vez más y más pequeño...
Me pregunté si el caso del que se refería V era el nuevo feto que habían conseguido... era demasiado bueno para trabajar en un lugar tan cruel.
No muy lejos de ahí divisé el jardín prohibido, el Edén... se supone que ahí habían mandado a la madre del bebé. Hyunjin aceleró el vuelo y yo me sujeté con más fuerza por miedo a caer...
Poco después llegamos al sitio... a la torre del castigo.

Libre de pecados 1: Gardenia ParadiseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora