8: ¿Que te paso?

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En la mente de Sua no hay una posibilidad de que otra suceso raro ocurriera pero se equivocó enormemente cuando la mayoría de los baños se encontraban tapados.

-¿Esto es en serio? -Cuestiono la desconocida viendo el letrero "No funciona" pegada en la puerta del baño de chicas- ¿Cómo es posible que todos los baños estén sin funcionar?.

-Puede que a la mayoría le cayó mal la comida de hoy, mira el lado positivo, te ahorraste la indigestión -Bromeo Sua.

Pero la desconocida volteó a verla con un rostro serio, Sua mordió ligeramente su labio inferior sintiéndose un poco fuera de lugar.

-Yo... lo siento -Se disculpó de repente Sua.

-¿Por qué te estas disculpando?.

-Hice una broma de mal gusto y no te gusto -Menciono sin dudar Sua.

La desconocida parpadeó un par de veces sin llegar a entender la situación, hasta que repitió sus palabras en su mente un par de veces entendiendo por completo el porqué de sus palabras.

-Ah, no es por eso mi rostro serio.

-¿Entonces?.

-Tu no puedes mirarte pero estás hecha un desastre por mi culpa, a pesar de todo, no quiero que vayas a tu casa oliendo a comida. En serio quiero que te cambies y que puedas asearte un poco, tampoco me gusta que se estén riendo de ti por tu aspecto.

Sua dirigió su mirada a su alrededor, cada alumno que pasaba las miraba, no, la miraban a ella y no dudaban ni un segundo en reírse de su aspecto. Quizás las palabras con Haram ya no importaban, ella ya no se veía tan cool como habían mencionado con anterioridad.

-Ahora puedo entenderte.

-Gracias, sí tan solo pudiera abrir uno de estos baños.

-Hay un lugar que no pensaste y pudimos ir desde el principio.

-¿Cuál?.

-El gimnasio tiene duchas.

-No podemos ir ahí ahora, esas duchas solo están permitidas para la clase.

-Nos dejarán pasar, confía en mí.

-¿Confiar en un desconocido? No parece la idea más apropiada.

-Te seguí hasta aquí sin conocerte, ¿Por qué no podrías hacer lo mismo?.

-Buen punto, pero si nos echan la bronca, te harás cargo de todo.

-Trato pero sino, me invitarás un té.

-Esta bien.

Las dos estrecharon sus manos, la desconocida pudo notar la sonrisa burlona en los labios de Sua pero prefirió no decir nada. Aunque tiene el presentimiento de que perderá enormemente este trato pero, ¿Quien sabe? Puede que tenga una leve esperanza al final.

En silencio caminaron por casi toda la escuela, a diferencia de la chica desconocida, Sua ignora las risas dirigidas hacia ella. A decir verdad su mente positiva y la forma en que la criaron son una gran fuerza para ignorar todo lo malo. Para ser honestos las únicas burlas que sigue son las de Siyoon y su hermano, el resto son como un don nadie en su vida.

Siguieron su camino hasta llegar al otro lado de la escuela, donde se encontraba en gimnasio listo para ser usado. Las chicas entraron sin problema pero el problema no es entrar, el problema es usar los baños. La desconocida con cada paso sentía un leve terror en su cuerpo pensando en que la regañarian en cualquier momento pero a penas el entrenador vio a Sua en ese estado se acercó preocupado.

-¿Que te paso?.

-Solo un accidente con comida voladora -Se burló Sua.

-Ve a las duchas, podrían comerte los perros si sigues así.

-Si, gracias.

El entrenador solo asintió para volver a su puesto, Sua miró a la desconocida y le sonrió, para luego silbar hacia las duchas como si hubiera ganado la lotería del siglo.

La desconocida tardó un poco pero la siguió desde atrás hasta verla entrar en unas de las duchas.

-Te dejaré la ropa en el banco -Anuncio.

-Bueno.

-Te esperaré afuera.

-¡Okey!.

" Varios minutos después ".

Sua salía de las duchas del gimnasio secando su cabello corto con una toalla. A decir verdad se sorprendió bastante en ver la desconocida ahí, a ese punto ella había imaginado que se habría ido.

-No te queda tan mal.

-¿Creiste que eso sucedería?.

-Si.

-Demasiado sincera -Admitio Sua- Bueno, hicimos un trato no?.

-Siento que hiciste trampa.

-¿Quien sabe? Puede que sí, puede que no.

La desconocida entre cerro sus ojos, esta más que segura que Sua hizo trampa en ese trato.

-Dame tu número, por favor.

-Eeehh...

-Me debes un té, ¿Lo recuerdas?.

-¿No quiere ir por uno ahora?.

-Es demasiado tarde para ir por uno, mi madre se molestara si llego más tarde de lo debido si no te molesta puede ser otro día.

-¿Que tal el lunes?.

-Suena bien.

-Bien, te daré mi número.

Las dos intercambiaron números para ponerse de acuerdo o avisarse si podrían tomarse el merecido té que quizás Sua se gano injustamente.

-Te devolveré tu uniforme limpio el lunes también.

-De acuerdo, haré lo mismo con el tuyo.

-Nos estaremos viendo -Se despidió la desconocida.

La chica iba a irse así no más pero Sua recordó las palabras de antes y la detuvo tomándola del brazo.

-Ellos se reirán haga lo que haga, así que no te preocupes por sus risas. Piensa que no son tan importantes, en realidad, son unos don nadie porque ellos no me conocen, cuando pienses de esa manera, verás que no te afectara tanto.

-Lo tendré en cuenta.

Moon la soltó sin dudar, esperaba que sus palabras puedan influir un poco en esa chica desconocida. La vio irse en silencio y por algún motivo ella se quedó parada intentando recordar su nombre, temiendo que nunca se hayan presentado.

-¡Unnie! -Gritaron mientras corrían hacia ella.

Fue de esa manera que Sua despertó de su sueño encontrando a sus amigas con rostro de preocupación.

-Les dije que estaba bien, estuvo en buenas manos en todo momento.

-Aun así, necesitaba asegurarme que estaba bien.

-Ademas, a unnie pudo haberle caído comida súper caliente en el cuerpo, ¿No tienes quemaduras no?.

-No, es más, la comida parecía estar fría. No parecía que haya probado ni un bocado.

-Extraño.

-¿Puedo saber que te paso? -Interrogo su mejor amiga- Digo, necesito que me cuentes todo.

-No hay mucho que contar pero si quieres escuchar.

-Por supuesto.

Sua tomo sus cosas de las manos de Haram mientras contaba la historia dirigiéndose a la salida. Suena extraño o no, tanto su hermano como sus amigos le preguntaron lo mismo al verla con el uniforme de gimnasia sobre todo cuando llegó a su casa y su mamá le preguntó ¿Que te pasó?.

Una novia para mi BFFDonde viven las historias. Descúbrelo ahora