Capítulo 40: Te espero toda la vida

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Roseline
Hoy era la última noche de Lucas, hace un rato hablamos con mi padre y no nos pudo ayudar así que decidió irse a su casa, pasaron un par de horas y no ha vuelto lo que me empezaba a preocupar por qué dijo que volvería pronto. No lo quise llamar, quizás está ocupado. Hoy ya no tenía lágrimas para seguir llorando pero el dolor en mi pecho no me permitía hacer nada más que estar en la cama pensando, esto se sentía como la segunda parte de mi sufrimiento, se sentía exactamente igual a la sensación de abandono que tenía cuando ocurrió el aborto y eso me preocupaba, me costó mucho sanar, para volver a tener una tristeza tan grande.
Me dormir por un momento, luego de tanto pensar y desperté al sentir unos brazos a mi alrededor y un peso recargarse sobre mi, era Lucas, no dije nada, no sé cuánto tiempo nos quedamos así pero se hizo se noche, solo queríamos disfrutar en silencio este poco tiempo que no quedaba, aprovechar el calor de ese abrazo, su aliento en mi cuello, su perfume.
Luego de pensar tanto ya me había resignado a qué Lucas debía marcharse, solo nos quedaría la única opción que sería esperar los 4 meses y tratar de mantener nuestra relación a flote por teléfono y una visitas de vez en cuando hasta que cumpliera 18. Ya ni me quedaban lágrimas en el cuerpo, y tampoco podía seguir llorando, Lucas odiaba verme llorar y también era malo para él, por qué se sentía culpable por hacerme sufrir así, así que este poco tiempo que nos queda los debemos disfrutar. Su vuelo sale mañana durante la tarde, y a medio día se iría al aeropuerto para llegar a tiempo ya que queda a un par de horas de aquí.
Me levanté de la cama y cerré mi puerta con seguro, mis padre habían salido hace poco a cenar y luego irían a un casino lo que significa que llegarían en dos días, literalmente, ya que cada vez que iban al casino se volvían adictos jugando.
Lucas me miro con extrañeza, me metí al baño, estaba decidida a darle la mejor noche de su vida. 
Me di una ducha y seque mi pelo, cuando sale del baño Lucas estaba dormido así aproveche para sacar un conjunto de lencería, una bata y un pañuelo de seda. Me puse la lencería y mi bata y decidí despertarlo. Lentamente me subí sobre él y comencé a besar su cuello, Lucas comenzó a jadear y dio unos gemidos antes de despertar y verme con sorpresa sobre él, su mirada recorrió mi cuerpo y se detuvo en el pronunciado escote de mi bata y me dio una sonrisa.
Comencé a sacar su camiseta y él intento sacar mi bata pero no lo dejé. 

- Tranquilo, vamos con calma - le dije. 

- No puedo ir con calma, te quiero hacer mía ahora ya - dijo jadeante mientras me besaba. 

- Te voy a dar la mejor noche de tu vida - dije besando su cuello - para que no te olvides de mi.
Lucas me tomo por la cintura y rápidamente se posicionó sobre mi dejándome inmóvil. 

- Jamás me podré olvidar de ti - dijo besando mi cuello.
Me solté de su agarre y lo empuje dejándolo recostado en la cama, y rápidamente tomé el pañuelo para atar sus manos al respaldo de mi cama. Quite sus zapatos y su pantalones dejándolo solo en bóxer.  Seguía cada uno de mis movimientos con su mirada. Tenía una sonrisa impagable en su rostro él sabía que iba a disfrutar esto. Fui a mi closet y busque otro pañuelo.
Me subí sobre él comencé a quitar mi bata lentamente y Lucas se comenzó a desesperar. 

- Por favor cachorra, no me hagas sufrir, no puedo esperar - yo solo reí - me voy a soltar y te voy a dar bien duro. 

- Eso espero - dije acercándome a su oído para morderlo.
Desabroché mi sostén y los ojos de Lucas se iluminaron, estaba hambriento, deseaba verme. Lentamente comencé a deslizar mi sostén. 

- ¿Quieres tocarme? - le dije coquetamente tomando mis pechos, él asintió desesperadamente- vas a tener que esperar - le susurré. Me quite mi ropa restante y puse el pañuelo en sus ojos. 

- ¿Quieres jugar sucio mi cachorra? - dice Lucas malévolamente - solo espérate a que me libere de aquí.
Yo reí, por él tono de su voz sabía que me haría lo mismo y que su lado romántico no lo tendría está noche, hoy cumpliría sus fantasías conmigo.
Luego de vendar sus ojos puse mis pechos en su cara y los saboreaba hasta que decidí hacer algo mejor. Quite sus bóxer y tome su pene con mi mano y lo masajee por un momento hasta que decidí meterlo en mi boca y Lucas gimió. Pase mi lengua por todo su miembro y lo único que se escucha por todo el cuarto eran los gemidos y la respiración agitada de Lucas. Ya no aguantaba más y me monte sobre él lo que nos hizo gemir a ambos. 

Te espero toda la vidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora