capitulo 13: Curando heridas

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Ben vio entrar por la puerta a Judit cargando con Hux en su hombro con Zion detrás de ellos. Se preocupo cuando vio los brazos vendados del pelirrojo con partes del pantalón de ella y a ambos empapados.

–pero ¿Que les paso? – exclamo sorprendió.

Judit apoyo con cuidado a Hux en una de los sillones de la sala mientras le contestaba al morocho – una guerra de agua que acabo mal – hizo una sonrisa triste. –¿podrías hacerme un favor Ben?

–claro lo que sea – le contesto presuroso.

–cuidarías a Hux un segundo en lo que voy a por el botiquín?

Ben asintió y se dirigió a sentarse al lado de Hux. Judit salió por la puerta directa a su habitación.

–Así que una guerra de agua – comento burlón una vez que estuvieron solos.

–si bueno, resulta que terminamos limpiando los orbaks de Garon – le explico por encima, sin reparar en la conversación que tuvo con Judit. –ayúdame a sacarme esta camiseta, esta empapada.

–entonces te llevas mejor con ella, me alegro – le dijo mientras le ayudaba a sacársela.

–puede ser... –respondió Hux con una sonrisa. –gracias.

–de nada – sonrió Ben y agrego – por cierto, me olvide de decirte. Pude sentir a Rey en la fuerza. –comento algo inseguro.

–¿todo bien? – pregunto interesado Hux. Ben le conto todo lo que hablaron mientras la fuerza los mantenía en contacto. – entiendo, así que vendrá para acá. –

–así es – en ese momento Judit apareció por la puerta cargando con una caja gris metálica y Ben se alejó de Hux y se sentó en el tercer sillón que había junto a la mesa ratona

Judit reparo en que Hux no llevaba nada por encima, lo que no hizo más que ponerla nerviosa y de forma automática se acercó lentamente hasta estar cerca de él y apoyar la caja en la mesa

Hux la miro como esperando que hiciera algo cuando reparo en sus mejillas encendidas. Lo que no desaprovecho, se sentó erguido, ignorando el dolor en sus costillas, para marcar los abdominales

– fresita – dijo coquetamente – yo sé que estoy bueno, pero se te cae la baba – la jorobó llevando su dedo a la boca.

Ante el mote Judit reaccionó y se sentó en el sillón al lado de él – no estas para nada bueno te apuesto a que Ben esta mejor que tú, cucaracho. –le expreso Judit ofendida. Hux frunció el ceño ante el apodo nuevo.

Ben se rio por lo bajo, realmente le encantaban sus peleas y ahora que Hux había aprendido a defenderse para su supervivencia a veces se aprovechaba empezándolas él. Judit desinfecto sus brazos lo más cuidadosamente que fue posible, no entendía la razón de su bochorno si ya lo había visto sin camisa anteriormente. Empezó a vendar el brazo derecho cuando un quejido de dolor, hizo que sonriera

–merecido – dijo Judit. Ben entonces decidió que lo mejor era dejarlos solos, había algo que le decía que esos dos tenían cosas pendientes que resolver y que él sobraba en la ecuación. Entonces se levantó y sin decir nada se dirigió a su habitación

Tanto Hux como Judit se dieron cuenta de ello, pero fue Ju la primera en hablar

–Lo siento, por mi culpa terminaste herido – le expreso mientras terminaba de vendarlo.

–no fue tu culpa – Hux se aclaró la garganta y relajo su postura. – yo lo siento, de no haber empezado esa pelea no habrías estado en peligro, me preocupe de verdad – le confesó. De inmediato sus mejillas estaban tan rojas como su pelo.

Judit sonrió feliz y lo miro con los ojos iluminados – al fin nos entendemos.

–si... eso creo... – contesto. Miro a Judit de pies a cabeza, seguía mojada y la ropa se le había pegado al cuerpo, haciendo resaltar sus curvas, no era gorda pero tampoco era flaca, ante sus ojos, era perfecta. Ante esto miró a un lado y tapó su sonrojo con la mano. – deberías ir a cambiarte o vas a resfriarte. – Judit asintió feliz sin percatarse del sonrojo en el rostro de Hux. 


~


Por la noche ya cambiado y curado Hux salió a tomar aire al hangar. Se sentía abatido por las nuevas emociones que había experimentado en el día. Preocupación, por alguien que no fuera el, era la principal. Como salto al rescate de Judit, esa mujer lo estaba volviendo loco. No podía dejar de pensar en ella y en ese escalofrío que le recorrió la columna vertebral cuando se fijó en su figura. Sacársela de la cabeza le iba a costar horrores cuando volviera a la rutina de la primera orden...volver a la rutina... tenía que, el futuro de la primera orden dependía de él.

–¿Disfrutando la vista? – una voz lo saco de sus pensamientos abruptamente.

–si algo así – la miro de frente. Traía un vestido veraniego diferente a otras veces en que siempre la veía con pantalón su pelo todavía estaba húmedo y caía por sus hombros como una cascada dorada.

–Phasma no llego a ver esto, me mude a esta base para estar lejos del pueblo –le confeso Judit mientras se sujetaba los brazos por la brisa fresca y miraba al frente, en cambio, Hux no había quitado su vista de ella.

–Judit... – le dijo después de un rato, ella lo miro – mi madre... me preguntaste si la extrañaba – ella asintió – si la extraño, haría lo que fuera por volver a verla – le dijo mirándola de frente había algo que lo tenía cautivado, se acercó a ella y le paso su chaqueta por los hombros. Sin quitar las manos luego de acomodársela, la miraba embelesado.

– Gracias Hux – le sonrió Judit, una sonrisa que parecía iluminada por la luna a la vista del pelirrojo, se fue acercando a ella despacio, ambos corazones latían con fuerza, en una sintonía armónica, una de las manos de Hux subió hacia su mejilla, la acaricio con el pulgar suavemente mientras sonreía encantado. Le llevo un mechón de cabello detrás de su oreja y se acercó un poco más. Judit disfrutaba de la caricia entonces sabiendo las intenciones de Hux, cerro los ojos y cuando estaban a punto de unir sus labios, Zion salto sobre Hux, separándolo de ella

Maldijo por lo bajo y miro a la dueña de la risa que se escuchaba, no paso mucho hasta que Armitage también rio y acaricio a Zion, que se dejó hacer.

–vamos adentro, ya es tarde, deberíamos dormir –comento luego de un rato Hux con un brazo extendido. Judit se quitó la chaqueta y la doblo en su brazo. El pelirrojo la abrazo por los hombros y ambos entraron seguidos de Zion. 

General Armitage HuxDonde viven las historias. Descúbrelo ahora