Hay momentos donde muchos no aguantan, pierden la esperanza, se rinden...
Hay personas que están indefensas ante las amenazas, les golpea en sus puntos mas débiles. El objetivo de las amenazas es impensado, loco, y peligroso. Y no se podría saber me...
En la oscuridad de la noche, Jonathan estaba durmiendo junto a Iana en su habitación, Jonathan tenia una de sus manos aun con unas esposas y Iana lo tenia atrapado entre sus senos y sus piernas, su sueño fue interrumpido por un golpeteo a la puerta.
Jonathan se removió en su cama antes de abrir los ojos, iba a pararse para atender la puerta pero una albina lo detuvo.
Jonathan: Tengo que ir...
Iana: Puede esperar.
Ella lo cogio del cuello y le dio un profundo beso, esto dejo a Jonathan con un montón de labial corrido en su boca.
Iana: Ahora si puedes mi amor...
Jonathan: Hubiera preferido eso a las marcas en mi espalda.
Iana solo se reía mientras Jonathan se puso una camiseta y abrió la puerta, viendo a Echo en pijama y temblando como si tuviera un severo caso de hipotermia.
Jonathan: ¿Masaru?
Echo: H-Hey Jonathan, ¿Que te paso en la boca?
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Echo: ¡Hermano! ¡Cuéntame tus secretos!
El operador japonés le exigió a Jonathan, sus ojos lo miraban con pánico. Ellos estaban en un lugar apartado de la cafetería hablando mientras Jonathan comía y Echo lo intentaba. El castaño palmeo a Echo en su hombro para tranquilizarlo.
Jonathan: Estarás bien, solo dile cómo te sientes.
Le dijo severamente, Echo se mordió el labio por el nerviosismo.
Actualmente estaba pasando por una situación difícil, Echo quería invitar a salir a Twitch, pero no sabía cómo. Sus relaciones pasadas no fueron del todo bien, por lo que estaba realmente preocupado por cómo iba esta. De todas las personas, él eligió venir a Jonathan. Principalmente porque estaba en una relación con las mujeres más hermosas de toda la base, al menos para Jonathan.
Echo interrogó a todos los operadores masculinos en busca de consejos y trucos. Hasta ahora, ha recibido resultados similares a la respuesta de Jonathan.
El hombre comenzó a caminar ansiosamente, constantemente murmuraba para sí mismo sobre posibles soluciones y estrategias, Jonathan solo observó y espero en silencio que aceptara su respuesta.
De repente, alguien se acercó a su lado.
Ela: ¿Qué le pasa?
Pregunto con curiosidad, Jonathan se giró para ver a Ela y Dokkaebi. Ambas miraban al operador del SAT que se rompía lentamente.
Jonathan: Masaru está teniendo problemas para invitar a salir a Emma.
Les explicaba Jonathan a las señoritas mientras Ela se ponia encima de el y comía de su plato. Ela y Dokkaebi comenzaron a reírse.
