Princess Potter [Regulus Black]

Capitulo 24

Jane Yaxley se encontraba de compras en el Callejón Diagon cuando cuando una fuerte punzada se instalo en su corazón. Se detuvo abruptamente, ignorando a la gente que la pasaba de largo. Coloco su mano sobre el corazón y pronto sintió unas enormes ganas de llorar.

—¿Qué me pasa?—pensó preocupada y en ese momento una imagen de Rose sonriendo apareció en su cabeza.—Rosie...¡Rosie!

"No puedo acompañarte a comprar, Jane, tengo que entregar unas cosas en el ministerio pero prometo hacer tus galletas favoritas cuando vuelva"

Esas habían sido las últimas palabras que Rose le dedico. Sin ninguna razón de fuerza mayoritaria más que su intuición, Jane tomó su varita y se hizo aparecer frente al Ministerio de Magia, donde no pudo sino soltar un fuerte grito de terror al ver la escena frente a sus ojos.

El lugar estaba prácticamente destruido, en las ruinas, al igual que el resto de la calle muggle donde se ubicaba el ministerio. Las lagrimas se agolparon en sus ojos y un nudo se instalo en su garganta.

—Rose...¡Rose!—grito Jane desconsolada y corrió hacia las ruinas.

Muchas personas, magos notablemente, se encontraban alzando los escombros con las varitas y buscando supervivientes. Probablemente colocaron un hechizo alrededor para que los muggles no los notaran. 

El corazón de Jane latía furiosamente y sentía que veía todo en una nebulosa muy poco visible. Se agacho y tocó la piedra de la tobillera que compartía con Rose y una luz dorada brillo a lo lejos. 

Rapidamente corrió hacia la dirección del brillo y sin importarle su ropa o rodillas, se tiro de rodillas al suelo y con la varita hizo levitar muchos escombros mientras con sus manos retiraba otros tantos. Un mechón de cabello azabache sobresalió entre los escombros y Jane jadeó.

—¡Rose!—exclamó Jane—¡Alguien ayúdeme aquí, por favor!—grito sin dejar de levantar escombros.

—¡Jane!—grito James Potter llegando a su lado con rostro pálido.—¿Qué haces aq...? ¡Jamie! 

La mayoría de los escombros habían sido retirados, revelando el empolvado, herido y ensangrentado cuerpo de Rose Potter, a quien James rapidamente tomó entre sus brazos, revelando que debajo de ella se encontraba un pequeño niño que era su viva imagen.

—¡Harry!—exclamó James tomando al niño mientras Jane abrazaba llorando el cuerpo inconsciente de Rose.

—Papá...—murmuró el niño abriendo los ojos.— tía Jamie...me protegió...ella...

—Ella estará bien, hijo. Todos estaremos bien.—aseguró James con nerviosismo.

—Rosie...su respiración es muy débil, debemos ir a San Mungo de inmediato.—dijo Jane sin poder contener su llanto.

Cinco minutos más tarde, James Potter ingresaba al área de emergencias del Hospital San Mungo con su hermana Rose en brazos, completamente inconscientes. A su lado, Jane cargaba al pequeño Harry mientras miraba entre lagrimas el cuerpo inconsciente de su amiga.