Capítulo 4: Su propia justicia

78 10 20
                                    

— Señorita, el desayuno ya está listo.

Abrí los ojos después de escuchar la voz de Lea. Ella es la sirvienta que más tiempo está conmigo, al principio veía algo exagerado que estuviese pegada a mi todo el tiempo, con su actitud fría y directa era difícil tener una relación normal y me hacía sentir incómoda. Pero ahora estoy muy agradecida, es una de las pocas criadas que me dice las verdades a la cara y me frena cuando soy demasiado impulsiva. De no haberme avisado a tiempo, hubieran habido sospechas de que me escapé para reunirme con Kharl y Earin. Es la persona en la que más confío.

Me levanté de la cama, me vestí con la ropa que Lea me preparó y bajé a tomar el desayuno con mi padre.

Los desayunos con él solían ser bastante fríos desde la muerte de mamá, pero después del torneo, ha intentado pasar más tiempo conmigo hablándome más e interesándose por lo que hago.

Mi padre rompió el silencio que había mientras desayunábamos para hablarme con una actitud algo nerviosa.

— Daiana, ¿esta semana tienes planes?

— Siempre tengo cosas que hacer padre, como legítima heredera al trono debo aprender más para cuando llegue el momento de mi reinado. Además, ya que voy a participar en el torneo de regiones también tengo que entrenar mucho más. — Dije confiada.

— Bueno, siempre puedes entrenar con Rachel, pero ya sabes que para tu edad eres una de las más fuertes del reino. — Dijo mi padre, presumiendo de mí.

- Rachel está a otro nivel, y no tiene piedad alguna.

— Entonces, ¿Qué te parece si entrenas con Jack? Ese chico es muy talentoso.

— ¿El mismo que fue derrotado por Earin? — Bromeé.

Mi padre soltó una gran carcajada.

— Cierto, ese chico es muy interesante, ¿Te llamó la atención también?

— ¿Y de quién no? Independientemente del pasado de su familia, alguien afín a la luz con tanto maná y que se empeñó en aprender algunos hechizos básicos de otras magias elementales. ¿En qué lugar encontrarías a alguien así?

— Tienes razón, es la viva imagen de su tío. Una pena que cometiera traición.

No supe qué decir, de repente todo se sumió en un incómodo silencio. Me levanté.

— Gracias por el desayuno padre, pero he de marcharme.

— Oh sí, mucho ánimo, Daiana.— Dijo algo apenado.

Me encerré en mi habitación, me tiré en la cama y caí boca abajo.

"Mi padre conoce la situación del reino y también conocía al tío de Earin.... Sin embargo, no parece que conozca la versión que me contó Earin. Tengo que recopilar más información ¿pero cómo?"

Tocaron a la puerta interrumpiéndome, era Lea.

Vino con una hoja y empezó a hablar con su inexpresividad de siempre.

— Aquí le traigo todos los asuntos que debemos atender en el día de hoy, señorita.

— Gracias Lea. — Vi el horario que tenía para hoy, lo que no me gustó nada. —Ugh, reunión con los consejeros.

— Es importante para usted, así podrá aprender a reinar. Son gente con mucha experiencia.

— Lo sé, pero al final todas las reuniones son lo mismo. Ninguno cree que vaya a reinar bien y no paran de proponer pretendientes que ellos consideran los mejores según sus intereses y terminan discutiendo.—Me quejé mientras dejaba escapar un suspiro, pero justo se me ocurrió una idea para faltar a esa reunión. — ¡Ya sé, cancelamos la reunión y nos vamos a comer a esa cafetería que tanto te gusta!

A Falling Dawn - El corazón de la diosaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora