Un chorro de agua me cayó en la cara despertándome. Lo primero que vi fue al prepotente de Lucas.
Me levanté bastante alterado, apenas había conseguido dormir debido al incidente de anoche y no paraba de comerme la cabeza por no haber sido lo suficientemente fuerte para proteger a la princesa.
Le lancé la almohada a Lucas y este la logró esquivar con facilidad.
— Deja de perder el tiempo y levántate, llevan un tiempo buscándote. Me he tenido que tomar la molestia de venir y despertar...
Antes de que siguiera hablando le lancé el primer objeto que encontré, obligándolo a salir corriendo de la habitación.
"Justamente su cara de idiota es lo que menos quiero ver nada más despertar."
Después grité de cansancio y me tapé la boca con las sábanas que hacían que apenas se escuchara. Me vestí y salí de la habitación con un gran bostezo.
Afuera estaba bastante ajetreado, todos los alumnos murmuraban y un montón de guardias y profesores corrían de aquí a allá.
Uno de los guardias se detuvo enfrente de mi de manera brusca y acercó mucho su cara a la mía, encorvándose debido a la diferencia de altura.
— ¿Eres el alumno Earin?
Alejé mi cara moviendome un poco hacia atrás.
— Sí, ese soy yo. ¿Qué es lo que ocurre?
El soldado se enderezó antes de hablarme.
— Quieren que te presentes en el despacho de la directora urgentemente.
"Imagino que será debido a lo que ocurrió anoche"
Bajé las escaleras pensativo, pero me detuve en seco.
— ¿Dónde está el despacho de la directora?
Le pregunté a uno de los guardias que me miró con desagrado, después de todo le estaba molestando en su trabajo.
— En el edificio principal, al fondo del tercer piso.
— Esto... ¿Dónde? — Le volví a preguntar inseguro.
El guardia suspiró y me llevó personalmente hasta el despacho. Se encontraba justo en el mismo piso que la sala de nuestro comité de disciplina.
Tocó la puerta del despacho, se escuchó la voz de la directora dándole permiso para que pudiese entrar.
Abrió la puerta y me dejó entrar primero para luego cerrarla.
Dentro del despacho se encontraban la directora, Daiana, Idril y Lea.
— ¡Earin! Ya era hora de que llegaras— me saludó la directora feliz.
Di un repaso a la sala con la mirada a Daiana se la veía preocupada e Idril seguía como siempre, sentada muy elegante, bebiendo su taza de té. Por último, Lea me miraba con una cara muy desagradable, me hizo saludarla con la mano tímidamente. Dirigí mi mirada hacia la directora.
— ¿Qué quería de mi, directora?
— Tú estuviste al lado de Daiana la noche que la intentaron asesinar, como su guardaespaldas, debes dar testimonio de lo que ocurrió.
— Me gustaría decir que fui de utilidad, pero no es el caso en absoluto... — dije agachando la mirada.
— Earin... — me miraba con pena Daiana.
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A Falling Dawn - El corazón de la diosa
Fantasy¿Qué hay después de la muerte? Eso se pregunta nuestro protagonista mientras está a punto de morir. En un giro de los acontecimientos, renace en un mundo muy diferente al suyo, en el que descubre que la magia y otros seres de fantasía existen. Y de...