Capítulo 15: Tener y querer

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El día de la Victoria, una de las pocas ocasiones en la que se nos permite salir de la academia por una semana. Dedicada a celebrar la muerte del rey demonio a manos del gran héroe Killian, que culminaba en el último día. Con el paso de los años ya me acostumbré a este mundo, pero recuerdo varias religiones con dioses y demonios en mi anterior vida.

Yo no me consideraba creyente y viví sin pensar mucho en ello, pese a que varios familiares si lo fuesen. Se sentía extraño para mí. En este mundo parecía bastante cierto, yo reencarné aquí después de todo, existen poderes mágicos y criaturas de fantasía. Y por mucho que tratase de pensar, no recordaba ninguna religión que se pareciera a la de este mundo.

Sí, aquí también había dioses y demonios, aunque nunca he escuchado sobre un cielo o un infierno después de la muerte. Primero de todo, reencarné, pero en un mundo diferente. Ni recuerdo haber tenido un buffet gigante acompañado por nobles guerreros, sin contar los de palacio. Me sonaba algo también sobre un espagueti volador. E incluso algunos pensaban que todo era un sueño, o estábamos dentro de una realidad virtual y que así nos controlaban. Había todo tipo de creencias para todo tipo de personas.

En ese momento recordé que en una de las clases de María que nos explicaba qué había después de la muerte.

— Veréis chicos, después de la Gran Guerra divina, entre los pocos dioses que quedaron, se repartieron algunos planetas entre ellos para que pudieran cuidar. Los demás dioses, solo querían divertirse o seguir peleando. Pero nuestra gran y benevolente diosa Erina pensó en nosotros como sus hijos. Sacrificó parte de su cuerpo y poder para darnos un mundo habitable. — Contaba apasionadamente la profesora.

Me interesaba mucho saber qué historia tenía que contarme este mundo. Según pude ver, tanto Daiana como su padre el rey eran muy creyentes de esta diosa.

Por otro lado, Felwor, estaba durmiendo plácidamente. Entre su desinterés y la suave voz de la profesora María era entendible.

Pero esto la molestó.

— Señorito Jack, ¿podrías hacer el favor de despertar a su compañero si es tan amable?

— Marchando profesora María. — Dijo Jack sonriendo.

Jack se dispuso a crear una pequeña masa de agua y tirarla sobre Felwor.

Toda la clase se puso a reír.

— Señorito Felwor, ¿acaso no le parece interesante la historia del mundo y nuestra señora?

Felwor escurría con pereza su camiseta mojada.

— Sin ofenderla a usted ni a nuestra señora. Descanso tanto para el día en que la Diosa me necesite estar con plenas energías.

— Muy gracioso Felwor, para la siguiente clase me deberás traer un ensayo donde expliques como nuestra diosa creo nuestro mundo

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— Muy gracioso Felwor, para la siguiente clase me deberás traer un ensayo donde expliques como nuestra diosa creo nuestro mundo.

Las palabras de la profesora María fueron tan impactantes para él que soltó uno de los suspiros más grandes que pude haber oído nunca.

A Falling Dawn - El corazón de la diosaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora