Capítulo 10: Realidad

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Me desperté con el ruido de fuera y me levanté para mirar por la ventana. Parecía que el personal y los profesores estaban preparando algo. A mi lado se encontraba Lucas, durmiendo despatarrado, estaba con las sábanas en el suelo y abierto de brazos y piernas. Suspiré, me vestí con el uniforme de la academia. La chaqueta era de color blanco con detalles dorados y con unos pantalones de color azul. Respiré hondo y salí de mi habitación.

"Bien, es el primer día, pero aún no nos dicen nada. ¿Qué podemos hacer mientras?"

 Buenos días, Earin.

Alguien me dijo mientras bajaba por las escaleras

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Alguien me dijo mientras bajaba por las escaleras. Al darme la vuelta vi que era Daiana, con su sonrisa de siempre y el uniforme de la academia. Le seguí la conversación mientras bajábamos las escaleras.

— Buenos días, Daiana. ¿Qué tal tu primera noche aquí? ¿También te ha tocado alguna estirada?

— Pues me ha tocado compartir habitación con la nieta de la directora. — suspiró.

— ¿Ocurre algo con ella?

— Es la hija de la reina de los elfos. Aunque en Zaihan está gobernando mi padre, el reino de los elfos es totalmente independiente. Tenemos un tratado de paz y mutuo apoyo con ellos, pero aun así no dejan a cualquiera visitar sus tierras. Son sagradas y están llenas de magia y las cuidan mucho. Así que Idril tiene la misma o incluso más autoridad que yo.

— Pero tenéis eso en común. Podéis hablar y tener temas de conversación, ¿no? En cambio, yo no sé qué hacer con ese payaso...

Daiana sonrió un poco.

— No te creas, tiene una personalidad muy fría y lo poco que hemos hablado ha sido muy formal. Ambas estamos en una situación muy delicada.

Al llegar ambos a la sala principal giraba un poco la cabeza sin saber muy bien qué hacer.

— Earin, ¿estás bien? — Preguntó Daiana confundida.

— Bueno, no nos han dicho a qué clases tenemos que ir. Y esto es tan grande que estoy algo perdido.

— ¿Y se supone que tú me tienes que proteger? — se burló.

— Ja ja, muy chistoso, Alteza.

Daiana me miró molesta por un momento después de llamarla así.

— Simplemente, hay que esperar a los preparativos de las pruebas. Después de eso nos asignarán nuestras clases. Mientras podemos esperar en la cafetería a desayunar.

— ¿Cafetería? ¿En qué momento, dónde y cómo?

— ¿Qué estabas haciendo después de la presentación que dio la directora?

— Fui a hacer el examen de admisión.

Daiana puso su mano sobre su cara y la bajó lentamente.

— Sabes que no necesitabas hacer eso, ¿verdad?

A Falling Dawn - El corazón de la diosaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora