Desperté muy cansada, a causa de una pelea que había en la calle y se escuchaba a través de la ventana.
Me levanté para ver qué pasaba, y la gente alrededor solamente reía y seguían con el festival. No parecían descansar nunca.
"¿Cómo es que pueden vivir con tanta energía y de esta manera? ¿Cómo serán los días que no son festivos en este sitio..?"
Pese a que muchas cosas rondaban en mi cabeza ese momento, decidí prepararme y salir de la habitación. Al llegar al bajar las escaleras y llegar a la taberna el olor a alcohol permanecía, pero estaba tranquilo. Elowen nos había preparado un desayuno, Lucas se había despertado antes que yo y estaba tranquilamente sentado y bebiendo té. Mientras Felwor entre lágrimas limpiaba la taberna. Hablamos un poco, ella aprovechó para preguntarnos mucho sobre su hijo en la escuela y pese a las señales de Felwor para que no dijéramos nada, ya que nos estaban ayudando Lucas y yo le contábamos cómo actuaba él en clases, lo que le hizo llevarse algún que otro golpe en la cabeza. Luego de la charla, cerró momentáneamente la taberna y nos guio a donde se encontraba aquella señorita Moon, mientras Felwor se quedaba cuidando la taberna-hostal.
Nos llevó a uno de los callejones más apartados y alejados del centro de la ciudad. Estábamos delante de un burdel bastante grande. Pese a lo temprano que era, salía y entraba mucha gente. Entramos y Elowen habló con la recepcionista quien nos guio hacia unas escaleras para subir. Al subir había un pequeño pasillo donde al final de este había una puerta, resguardada por dos guardias de gran tamaño.
— Hey, sois muy grandes como para que la pasemos bien, apartaos un poco por favor. - Decía la señorita Elowen.
— Señorita Elowen es un placer tenerla por aquí, pero la señorita Moon se encuentra actualmente ocupada. Usted ya sabe. - Decía uno de los guardias.
— Oh entiendo, pues nos tocará esperar un buen rato. - suspiraba la madre de Felwor.
— No creo que hoy esté disponible en todo el día me temo. - Contestó el guardia.
— ¿En todo el día?¡No tenemos todo el día! - dije nerviosa.
— Lo entiendo princesa, pero si está ocupada no hay mucho que podamos hacer, realmente no es un buen momento. - Me decía la señorita Elowen.
Estaba nerviosa, tenía que hacer algo, pero si les mandaba usando mi autoría como princesa se podrían enfadar.
— Este es un asunto de urgencia que pone en riesgo el continente. Nada es más importante que eso, así que como príncipe de Zaihan, exijo que nos dejen pasar. - Contestaba Lucas.
— Lucas...
La valentía que me faltaba a mí en ese momento para actuar la tenía Lucas, su espalda en ese momento se veía grande.
"Se que yo anteriormente lo hubiese hecho, pero porque ahora no soy capaz de actuar..."
La señorita Elowen suspiraba.
— Esta bien, es cierto que el asunto pinta demasiado grave. Chicos por favor dejadnos pasar, me encargaré de decirle a la señorita Moon que no tenéis la culpa.
Ambos guardias se miraron asintieron con la cabeza y se apartaron para dejarnos pasar.
— ¿Estáis seguro de esto chicos?¿Sabéis donde estáis verdad?
— Si ella sabe algo y puede ayudar en el caso, tenemos que preguntarle cuanto antes. - Dije y fui la primera en entrar. Estaba nerviosa pero tenía que empezar a actuar como lo hacía antes.
Abrí la puerta entre a la sala con decisión y escuché un grito que me hizo pegar un brinco, me giré para ver a Elowen y a Lucas. Elowen se puso la mano en la cara y Lucas se quedó totalmente de piedra. Unas cortinas colocadas en una cama impedían que pudiéramos ver y aquellos gritos no paraban.
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A Falling Dawn - El corazón de la diosa
Fantasy¿Qué hay después de la muerte? Eso se pregunta nuestro protagonista mientras está a punto de morir. En un giro de los acontecimientos, renace en un mundo muy diferente al suyo, en el que descubre que la magia y otros seres de fantasía existen. Y de...