El rey recibe como regalo a un hermoso y tierno plabeyo, sin embargo para que el joven Han Jisung pueda estar junto a el y ser su esposo tendrán que pasar por muchos obstáculos juntos.
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Mención de otros shipps.
Mpr...
Toda una tropa dirigiéndose a su objetivo, una guerra entre ambos reinos, un reino el cual daría un golpe por la espalda ya que solo quería el poder de reinar.
Habían pasado meses desde aquel día, el rey Minho aún lo recordaba bien, noches y días creando un plan, todo debía salir a la perfección.
-HAY QUE DESCANSAR- dió la órden -EN LA NOCHE ATACAREMOS.- observó al reino enemigo desde lejos y solo sonrió, por fin habría sangre recorriendo su espada.
-SI MAJESTAD.
Mientras tanto en el reino de Armenia una mujer se encontraba dando a luz, la noticia había corrido tan rápido por todo el reino, los pueblerinos estaban felices pero aún no celebraban no hasta que se confirmará de que el heredero al trono fuera una varón.
La joven Karina estaba dando todas sus fuerzas pero sentía que no podía, sentía su mundo acabarse y solo escuchaba las palabras de ánimos de las parteras -Ya casi, solo un poco más- apretó las manos y pujó fuertemente, fue todo lo que dió de ella pues después de eso escucho llorar a un bebé
Un melodioso llanto.
La partera tenía entre sus brazos a la criatura -Es una niña- sonrió -Una hermosa niña.
Karina estaba decepcionada, si tan solo hubiera sido un varón había la posibilidad de que se casará con el rey pero no fue así, observó a la partera -Quiero cargarla- la mujer asintió y le dió a la bebé, en cuanto la vio su corazón latió fuertemente, esa pequeña bebé se parecía tanto a ella... Ahora se arrepentía de sus pensamientos pasados, porque estar con una persona que no la ama cuando puede ser feliz con su pequeña bebé? -Eres tan hermosa~ mi hermosa princesa.
La madre reina y la reina no tardaron en entrar por la puerta, se acercaron a ella y vieron a la pequeña, una de ellas estaba feliz mientras que la otra parecía decepcionada.
-Es tan linda cómo tu- la reina sonrió -La noticia debe correr por todo el pueblo- observó a una de las parteras -Min avísale a los guardias que den el comunicado de que el bebé del rey es una hermosa princesa.
-Si- la mujer se retiró.
La madre del rey se acerco a ella -Lo hiciste muy bien, Karina.
-Es tan hermosa, verdad?- no podía expresar lo feliz que se sentía en ese momento, tenía una hermosa princesita, su familia estaría feliz al enterarse de la noticia.
La abuela del rey decidió responder aquello -Lo es, se parece tanto a ti- y ahora tendría que pensar en otro plan.
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