El rey recibe como regalo a un hermoso y tierno plabeyo, sin embargo para que el joven Han Jisung pueda estar junto a el y ser su esposo tendrán que pasar por muchos obstáculos juntos.
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Mención de otros shipps.
Mpr...
Había caído al suelo, Félix freno al caballo y rápidamente bajo -Bi-binnie- lo llamo mientras sus lágrimas se deslizaban y su corazón se oprimia -Tranquilo, quédate conmigo- alzó la cabeza de Seo a la altura de su pecho, su amado lo veía con ojitos brillosos porque estaba seguro de sería su fin -Fe-felix...- susurro, el rubio negó -No hables Binnie, quédate, ¿Si?- Changbin asintio mientras sus ojos se cerraba lentamente...
Felix no lo creía.
Felix no quería aceptarlo.
Felix estaba más que roto.
-AYUDA- observo a su al rededor pero no había nadie, todo el bosque estaba oscuro -AYU-Ayuda- no vendría nadie...
Pronto unas luces se hicieron presentes tal vez eran los guardias del rey Park -LEE FELIX- o tal vez era...
Sintió un gran alivio -REY MINHO- su primo estaba bajando del caballo mientras xamiban -ES BINNIE NECESITA AYUDA.
El rey Lee asintio -GUARDIAS, LLEVEN CON UN DOCTOR AL REY SEO- los guardias llevaron al rey Changbin con un doctor que también era parte de los guardias, Minho tomo a su primo de los hombros -Felix, ¿Dónde está Han Jisung?
-Debe seguir con el rey- dijo mientras sus lágrimas aún se deslizaban -¿Irás a buscarlo?, ¿Cómo te enteraste?
-Crees que Seo es tonto?- sonrió mientras limpiaba las lágrimas de su querido Fefi -El me lo dijo todo.
A lo lejos se escucharon las cabalagadas de caballos, era obvio, los guardias del rey Park.
-Escucha lo que harás- dijo Minho mientras le explicaba a su primo el plan.
Cuando los guardias del rey Park vieron a Lee Felix en el suelo sonrieron con malicia pues era el fin del príncipe etéreo -Dónde está tu amado?- dijo en tono burlón uno de los tres guardias que habían.
-Mejor que tú- una voz grave se hizo presente atras de los guardias y en poco tiempo sus cabezas ya se encontraban rodando por el suelo, así es, Minho y sus guardias siempre eran los mejores en matar silenciosamente. Lee Minho sonrió pues amaba ver la sangre recorriendo el pasto y manchando sus ropas de personas que hacían daño a su familia.
El rey alzó su espada y miro a todos sus guardias, con voz de autoridad simplemente grito -VAMOS A PELEAR, RECUERDEN TRAER AL JOVEN HAN CON VIDA Y A SUS DOS HERMANOS TAMBIÉN.
Su gran ejército gritó al unísono un -SI MAJESTAD.
No tenía miedo de morir, no le importaba morir, lo único que le importaba era rescatar a su amado de ese fatal hombre.
Han Jisung, le había robado el corazón desde un principio, desde que miro esos hermosos ojos color avellana supo que quería admirarlos cada día de su vida, también sus labios en forma de corazón y de ese color tan rosa que no se cansaría de besar, esas hermosas mejillas de ardillitas, haría lo que fuera necesario para salvar a su amado no importaba si eso lo hacía llegar a su muerte, el salvaría a Han.
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Pensar que casi todo le estaba saliendo como lo planeado lo emocionaba cada vez más, ahora tenía el reino Sermenis bajo su poder pues era claro que sus dos reyes habían muerto, ahora solo le quedaba un único objetivo y ese era el reino de Armenia.
Mientras tomaba una copa de vino en su querido trono, con joyas adornando por sus manos y cuello, la tan preciada corona sobre su cabeza, la gran capa roja con bordados de oro, el rey Park se sentía superior, se sentía el mejor de todo el mundo a su alrededor.
La puerta fue abierta, el rey solo miro indignado aquel guardia -REY PARK- hizo una reverencia con sus rodillas en el suelo al igual que su cabeza -El rey de Armenia y su ejército viene.
Su mano azotó con fuerza la copa de vino sobre el suelo, haciendo que su querida alfombra se manchara de ese color rojo como la sangre -Qué?!- no tenía tiempo para preocuparse, necesitaba actuar -Avisa a todos los guardias que hoy tendremos una guerra con el enemigo.
Sintió todo su ser arder, odiaba tanto a ese tonto rey de Armenia.
Mientras tanto Han Jisung estaba en lo que parecía ser un calabozo, le habían puesto una bata blanca la cual se ensució en el momento que lo tiraron en ese lugar, estaba hecho bolita pero tenía esperanzas de que Seo o Minho aparecieran y lo sacarán de ese horrible lugar.
El pueblo había entrado en pánico, todos habían cerrado sus puertas con la esperanza de que los guardias del reino Armenia entraran y así fue ya que el rey Minho no buscaba lastimar a personas inocentes.
El solo iba por su chico.
Los guardias habían comenzado a derribar la gran puerta del reino Aishka, pelearían hasta el último segundo, en cuanto la gran puerta fue abierta ambos bandos comenzaron a luchar, sus filosas espadas eran clavadas en alguna parte de algún guardia, otras simplemente degollaban a otros.
Lee Minho había bajado de su caballo, mato a los guardias que se interpusieron en su camino y no resultó herido pero estaba desesperado por encontrar a su gran amor, había entrado al palacio junto a dos guardias más, buscaba en cada rincón hasta que pudo escuchar un grito, un llamado que destrozó su corazón.
