El rey recibe como regalo a un hermoso y tierno plabeyo, sin embargo para que el joven Han Jisung pueda estar junto a el y ser su esposo tendrán que pasar por muchos obstáculos juntos.
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Mención de otros shipps.
Mpr...
Llegaría tarde?, necesitaba ver a su amado, el saber que Felix estaba en peligro lo hacía enloquecer, si el rey park se atrevía a tocarlo lo mataría.
El rey Seo Changbin cabalgaba lo más rápido que podía, solo él, así lo había pedido el rey Park. A decir verdad no le tenía miedo a la muerte pues ya había pasado momentos peores y prefería mil veces la muerte a que Felix y su retoño murieran. El gran Seo que no le tenía miedo a nada, ahora tenía miedo de perder a su pequeña familia.
A lo lejos observo las luces del pueblo, ya casi llegaba y eso lo hizo sentir aliviado. Seo y Felix tendrían un final feliz?.
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La mujer se acerco al príncipe Lix y desato sus muñecas -Estarás bien, vamos. Tu amado ya viene.
Felix sintió un gran alivio -Changbin- Suspiro, con todas sus fuerzas se levanto de aquella silla, con ayuda de la hermosa mujer ambos lograron salir de la cueva. -Muy bien, hay dos guardias en aquella entrada, tenemos que matarlos antes de que tu amado llegue y sea su fin.
-Bien, entonces hay que hacer un plan.
La mujer se quito los dos palillos de su cabello y le dio uno a Lix -Son filosos como una espada, si le das en algún punto débil morirá de inmediato.
Ambos hicieron un plan, Felix se acerco sigilosamente a un guardia mientras que la mujer hablaba con el otro, eso fue extraño para Lix, esa mujer debía ser del castillo o alguien importante para hablar de esa manera con aquel guardia, como sea no tenía tiempo así que clavo el palillo justo en el cuello del guardia, le dio la señal a la mujer y esta hizo exactamente lo mismo con el otro.
Ella se acerco a Felix -Escucha, en cuanto tu amado llegue tienen que huir, se que el querra venganza pero no es el momento, se que huir es cobarde y se que el rey Park te hizo daño pero ahora no es el momento a menos de que quieran morir los tres.
-Comprendo, muchas gracias, le debo un gran favor pero por cierto, ¿Quién es usted?
-Pronto lo sabrás- un caballo se escucho, las cabalgadas cada vez se escuchaban mas cerca -Ahora ve con Seo.
Felix agradeció profundamente, comenzó a caminar hacia la puerta y al abrirla vio a Seo cabalgando, se veía tan preocupado, tan débil pero a la vez tan fuerte, Lix había comenzado a llorar, ver a Changbin lo hacia sentir la persona mas feliz.
Seo no lo podía creer, su pequeño y adorado príncipe, con su hermosa pancita donde se encontraba su pequeño retoño de ambos, estaba justo en aquella puerta y pronto ya lo tenia justo enfrente, bajo de su caballo y camino lentamente hacia Felix, el menor no tardo en abrazarlo, ambos rompieron en llanto, era un silencio para ambos, tantas cosas que decir, tantos sentimientos encontrados o más bien una pequeña familia volviéndose a reencontrar.
Seo alzó el mentón de Felix y observo los hematomas de su amado, se sintió tan triste, tan enojado, tan lleno de ira -Perdón, perdóname cariño, creí que estarías a salvo, creí que estarías bien y mira lo que te hicieron...