XXIII

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El rey Lee Minho iba llegando junto a sus guardias y su nuevo acompañante.

Una de sus ayudantes se acercó a el e hizo una reverencia -Majestad la señorita Karina dió a luz ayer por la tarde- Minho abrió los ojos en grande -Ella lo está esperando en su habitación.

El rey observó al pequeño -Ven conmigo- extendió su mano para que el menor pudiera tomarla -Te presentaré a alguien.

-Usted es el rey de Armenia?- preguntó el menor algo curioso

-Así es.

Lo miró confundido pues el conocía muy bien las leyes -Por que no me mato?- estaba tan confundido -Pertenezco a la familia real de Sermenis, yo soy enemigo debió haberme matado según la ley, puedo ser una amenaza en un futuro.

El rey lo miro sorprendido -Tu quieres matarme?- el niño parecía ser demasiado inteligente

-N-no majestad pero así dictan las leyes- comenzaron a caminar por los pasillos, el menor trataba de seguirle el paso ya que el rey caminaba muy rápido

-Desde ahora serás parte de la familia real de Armenia.

Estaba sorprendido eso se podría considerar como una traición a su propio reino -Por qué hace esto por mi?

-Tengo un hermano y un novio- Lee sonrió nostálgico -Ambos no pueden estar conmigo justo por las leyes, cuando te vi no tuve el valor para matarte, quiero cambiar las leyes de este reino así que apartir de ahora serás adoptado por mi- se detuvo y se arrodilló quedando a la altura del menor -Cuál es tu nombre?

-San- el rubio tomo las manos de Minho y sonrió -Mi nombre es San, majestad.

-Desde ahora te llamaras Hyunjin- dejaba suaves caricias sobre sus pequeñas manitas -Cuál es tu edad?

Hyunjin se encontraba feliz, tenía una nueva familia y solo esperaba a que está no la tratará como un objeto -Tengo siete años majestad.

-Eres un niño muy educado- vio como el menor sonreía orgulloso de si mismo, siguieron caminando hasta que ambos llegaron por fin a la habitación de la señorita Karina -Te presentaré a tu hermana.

-Hermana?

-Pronto te acostumbrarás a tu nueva vida- Hyunjin solo asintió, era pequeño por lo tanto no le tomaba tanta importancia el solo quería que está nueva familia le diera mucho amor y atención.

Ambos entraron a la habitación y vieron a la joven Karina, se notaba cansada pero feliz con su pequeña princesa entre sus brazos.

-Karina- hablo el rey, la nombrada volteo a verlo y sonrió -Majestad- dijo en tono amable, Lee se acercó a ella y cargo a su hija entre sus brazos -Es demasiado linda.

Karina lo observó, su corazón se llenó de felicidad al ver a su princesa entre los brazos del rey -Lo es.

Hyunjin intentaba verla pero era muy pequeño para verla desde aquella altura -Puedo verla, majestad?

-Claro Hyunie- el rey se bajó un poco y mostró a la pequeña princesa

-Es muy linda- sonrió dejando ver sus dientitos -Es como yo, muy tierna- soltó una risita muy dulce y Minho se sintió feliz de verlo alegré, era un niño muy especial.

Karina miró a ambos curiosa, a ese niño no lo había visto nunca -Quien es el?

-Es mi hijo.

-Qué?!- casi se levanta de un brinco de no ser por el gran dolor que sintió, se quejó y volvió a recostarse

El rey la miró -Baja la voz, la princesa está durmiendo- siguió viendo a su princesa sin tomarle importancia a la reacción de Karina.

-Majestad, estará en serios problemas

Hyunjin al escuchar aquello se sintió realmente mal, enserio de nuevo estaba siendo un problema? Por qué nadie confiaba en él? Por qué la gente no podía ver la gran persona que era?

-El principe Hyunjin es educado, se que tendré problemas pero soy el rey así que haré nuevas leyes no me importa lo que los ministros me digan.

-Pero-

-Solo encárgate de cuidar a mi hija, estás aquí solo por ella.

Karina suspiró -Está bien majestad, lo lamento.

Minho dejo a su princesa sobre su cuna y después se acercó a Hyunjin quien parecía demasiado triste -Oye- el menor lo miro -Te gustaría conocer tu nuevo hogar?

-Enserio?- en su antiguo hogar no lo dejaban salir de su cuarto, siempre se la pasaba estudiando las leyes de su reino, tenía que ser un buen principe según su madre y eso lo privaba de muchas cosas -Me gustaría!

-Muy bien pequeño- el rey Lee extendió su mano y el ahora principe Hyunjin no dudo en tomarla, ambos comenzaron a caminar por los pasillos, un nuevo comienzo para ambos, Minho nunca se imagino nada de lo sucedido, todo fue tan repentino pero sabía que sería muy feliz, quería ser feliz y cambiar las leyes de su reino.

-Muy bien pequeño- el rey Lee extendió su mano y el ahora principe Hyunjin no dudo en tomarla, ambos comenzaron a caminar por los pasillos, un nuevo comienzo para ambos, Minho nunca se imagino nada de lo sucedido, todo fue tan repentino pero sabía...

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Seo estaba más que enojado, sentía su sangre recorrer por todas su venas era como si estuvieran ardiendo, por qué no podía ser feliz con Felix? Y por qué ese cretino del rey Park tenía a su amado? Si bien solo le habían dicho que tenían a su amado y que no comentará nada con el rey de Armenia.

Uno de sus guardias se acercó a el -Majestad- Seo no hacía caso, tal vez por el llamado -General Changbin.

Seo volteó a verlo -Oh, disculpa aun no me acostumbró- sonrió forzadamente -Estoy pensando...

-Qué haremos?

Suspiró frustrado -Tengo un plan, solo necesito tiempo.

Junwoon lo miro preocupado -Majestad, solo tenemos unas cuantas horas

-Tienes razón, no me arriesgaré si me dijeron que no le avisará al rey Lee fue por algo- estaba indeciso, no sabía que hacer lo cual era raro el siempre le tenía una solución a todo es decir era el mejor, era el general Seo Changbin y ahora rey de Sermenis -Se me acaba de ocurrir una idea- volteó hacia su guardia -Habla a Hoseok y dile que venga.

El guardia Junwoon hizo una reverencia -Cómo usted ordene majestad- sin más que decir se retiró.

Seo no sabía que era lo que planeaba el rey Park pero de algo estaba seguro y eso era de que esa basura no se saldría con la suya y por supuesto que no permitiría que le hicieran algo a su amado, si algo le pasaba a Felix o a su retoño el mismo se haría cargo de hacerlo sufrir como si estuviera en el mismísimo infierno.

MI REY-MINSUNGDonde viven las historias. Descúbrelo ahora