MI REY-MINSUNG

XVI

Jisung salió de su habitación y entró a la de Christopher para dormir junto con el, estaba triste y también tenía miedo, un abrazo era lo que quería, Chris se dió cuenta de la presencia de Han y no tardó en abrazarlo.

Las horas pasaron y el atardecer ya se encontraba iluminando la vida de las personas, el menor fue el primero en despertar, salió en busca de desayuno.

Cuando llegó a lo que parecía ser un restaurante de la hotelería se pidió un vaso de leche y galletas con chispas de chocolate.

-Qué lindo es el atardecer no crees?- un pecoso se sentó al lado de el -Es una de las cosas que más me gusta, un nuevo día viviendo.

Christopher lo observó y soltó una risita al ver marcas para nada discretas en el cuello del rubio -Se ve que disfrutaste la noche.

Felix rápidamente tapo su cuello -Habían muchos mosquitos...

-Cierto, pero desde cuándo las picaduras de mosquitos son así de grandes?- señaló las marcas, mientras sonreía de una manera traviesa.

-No eres muy pequeño para hablar de esto?

-Si, sin embargo se mucho sobre la mayoría de las cosas aún que no quiere decir que es por qué las haga, simplemente me gusta saber más y tenerlo como información que me podría ayudar en un futuro.

-Entiendo, supongo que te gusta leer...

Chris sonrió, al fin hablaría con una persona sobre su familia -En mi familia hay grandes artistas, mi madre es escritora y mi padre pintor, Jisung es lector y le encanta la poesía, Yeji es pintora y yo amo la cocina.

-Algo diferente, eso es bueno.

Ya quería ver a sus padres, en realidad no sabía nada de ellos y por alguna razón se había olvidado de ellos aún que siempre los llevaba en sus corazón -Si.

-Tu familia cómo reaccionó cuando tomaste la decisión de no seguir sus pasos?

-Bien, ellos solo quieren mi felicidad y en realidad saben que amo la cocina así que estuvo bien para ellos.

-Me encantaría que mi madre pensará eso de mi...

-Eres un príncipe, cierto?- Felix asintió -Es notorio, debes conocer a Seung-debiste conocer al principe Seungmin- recordó que no podía hablarle a nadie sobre su príncipe.

-Ah, por supuesto, fue doloroso lo que pasó pero mi primo y yo respetamos las leyes así que...- el príncipe Lix se dió cuenta en ese preciso momento de que había roto muchas leyes con solo escapar del castillo, no sé sentía mal al contrario estaba feliz de estar con Seo -Creo que ya no debería respetar esas malditas leyes, mi madre quiere casarme con un hombre de la realeza, sabes ese maldito pervertido solo quiere tener sexo conmigo para que le dé muchos hijos, claro, el sabe que soy especial, es por eso que huí y ahora estoy con el amor de mi vida, el aún no lo sabe y no sé cómo decirle...- fue tan bueno soltar todo aquello que tenía guardado.

-Si regresas al reino te mandarán cómo regalo para un rey?- el pecoso asintió -Tu pareja aún no lo sabe?- Felix negó -Si qué son graves problemas.

-Lo sé!

-Debes hablar con tu pareja, puede que reaccione mal si se lo dices muy tarde.

-Debería...

-Tranquilo, el te debe de amar mucho así que tiene que entender tus razones.

-Gracias, por cierto soy el príncipe Felix.

-Un gusto, yo me llamo Christopher.- ambos estrecharon sus manos, desde ese momento serían grandes amigos.

El mayordomo abrió la gran puerta de madera -Atención, la futura reina Park Ryunjin y su esposa- las dos chicas no tardaron en salir, fueron bien recibidas por el pueblo.

Estaban felices de sus dos futuras reinas, eran buenas personas y toda la gente lo sabía.

Yeji siempre había tenido un plan desde el principio, era encontrar a Han y regresar a casa pero no le fue para nada bien, cuando huyó de casa nunca supo hacia donde se dirigían, no tenía el dinero suficiente para poder darle más comida a Christopher, era doloroso pues ella como mayor tenía una responsabilidad con sus dos hermanos, ni siquiera sabía si sus padres estaban vivos... Todo salió mal desde aquel día.

Chris y ella habían llegado a un pueblo, estaban cansados y deshidratados, las personas no se acercaban a ellos debido a lo sucios que estaban o al menos hasta que la vio a ella

Era una hermosa princesa, la princesa Park Ryunjin, fue tan amable desde el principio, Chris tenía hambre así que le dió su último dinero pero no contó con que el menor se perdiera, estaba desesperada y el nudo en su garganta dolía, la princesa convenció de llevarla a su castillo y después buscar a Christopher

Pasaron meses pero no había señales del menor, era como si la tierra se lo hubiese tragado, Yeji no se daría por vencida así que decidió enamorar a la princesa solo así tendría más poder y ayuda de la realeza, con el paso del tiempo ambas se enamoraron y decidieron casarse, ahora ambas estaban oficialmente casadas.

Por supuesto aun tenía a los guardias buscando a sus dos pequeños hermanos, tenía esperanza de encontrarlos y sabía que lo haría porque ella sentía una gran conexión con Han y sabía que estaban bien.

-Yeji, no llores- la rubia comenzó a limpiar sus lágrimas -Los encontraremos, le pediré ayuda a mi padre estoy segura de que el nos ayudará.

-Gra-gracias, yo solo quiero volver a verlos, quiero estar con mi familia...- abrazo a su esposa -Quiero que los conozcas.

La reina había llegado al castillo, estaba feliz de haber regresado pero también tenía un nuevo objetivo por derribar.

Las puertas del palacio fueron abiertas, se sintió tan bien, el castillo de lágrimas era lo peor por que pudo haber pasado pero también fue un tiempo en el cuál pudo reflexionar y crear un nuevo plan.

Bajo del carruaje y fue recibida por el rey -Madre, has llegado.- ella hizo una reverencia y lo abrazo, había extrañado tanto a su hijo, era lo que más amaba en el mundo y todo lo que hacía lo hacía por el -Te extrañe, prometo que desde ahora no me meteré en tus decisiones como rey- respondió la mujer.

Minho se alejo de su madre y sonrió -Cuando fui a visitarte te lo deje en claro y espero que lo tengas presente por el resto de tu vida.

-Si, solo quiero pedirte un favor.

-Adelante, dímelo.

-Por favor, créeme cuando te diga algo, encontraré las pruebas suficientes para que te des cuenta de como es tu abuela, ella no es buena y solo te manip-

El rey se había molestado y era notorio, que hablarán mal de las personas sin pruebas simplemente lo veía como algo tonto -No me hables mal de ella, cuando sepa que lo que dices es verdad entonces le daré un castigo pero por el momento no puedo creer solo en palabras.

-Esta bien, te demostraré que no es una buena persona.