↬Capítulo 11↫

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—¡GiGi! ¿En donde estas?

JiMin puchereo nuevamente y se dejo caer sentado en el sofá, llevaba buscando a YoonGi por algo más de una hora pero no había tenido suerte en encontrarlo aunque olfateara cada rincón de la casa.

—Te daré muchos besitos... No me dejes solo.

YoonGi sintió su corazón estrujarse cuando la dulce voz de JiMin se escucho triste, no quería hacerlo sentir mal pero tampoco podía permitir que el pequeño roedor siguiera comportándose de la misma forma en que llevaba haciéndolo durante los últimos diez días porque entonces él temia perder el control.

Era un híbrido Alfa de gato cazador y JiMin era ante sus instintos una pequeña presa que quería devorar.

Queria comerse a besos cada pedazo de esa suave piel que olía deliciosamente a avena y miel, quería someterlo bajo su cuerpo para impregnarlo de su aroma.

Lo quería tan mal que incluso se asustaba de él mismo.

Era por eso que se había estado ocultando desde que JiMin hubo despertado pues lo primero que hacía al abrir los ojos era buscarlo para intentar robarle todos los besos que podía. Su escondite estaba en el cuarto de lavandería donde su aroma se perdía junto a los detergentes y suavizantes que sus humanos utilizaban.

Cuando el silencio reino en el departamento YoonGi creyó que era momento de salir, seguramente JiMin ya habría caído dormido del aburrimiento y él podría escapar por la ventana para reunirse con sus viejos amigos en la azotea del edificio.
Él había vivido gran parte de su vida en la calle, lugar donde se vio obligado a luchar por cada bocado de alimento que se llevaba al estómago pero a pesar de eso encontró buenos amigos que constantemente lo visitaban a pesar de que ya no era uno más de ellos. YoonGi siempre les llevaba latas de atun o les compartía cualquier cosa que pudieran almacenar y comer después ya que sus amigos se negaban a ser adoptados por humanos.

Ese día en especial sus amigos lo irían a visitar y ya tenía algunos minutos de retraso por estarse ocultando de JiMin así que rogando por no toparse al roedor salió de forma silenciosa rumbo a la cocina, su plan era sencillo, correría hasta la cocina para tomar la bolsa llena con provisiones y saldría por la ventana del mismo lugar para llegar al tejado antes de que su pelusa parlante pudiera verlo.

YoonGi creyó que lo estaba haciendo perfecto, que solo bastaría un par de minutos más para que ya estuviese en el tejado, sin embargo justo cuando acababa de sacar la bolsa por la ventana y dejarla en las escalerillas que conectaban los siguientes pisos, la voz de JiMin resonó por todo el departamento.

—¡Gatote! ¡Ya te vi!

El minino dio un respingo por el susto y tropezó con la bolsa que llevaba entre sus colmillos regando todo el contenido por el suelo.

—¡GiGi bonito!

JiMin corrió desde la sala hasta la cocina en un intento por atrapar a YoonGi en sus manos y mimar al gatote que había estado huyendo de él pero antes de siquiera poder rozar el grisáceo pelaje del mayor, YoonGi ya estaba saltando por la ventana sin importarle haber dejado la bolsa con atunes esparcida por las escaleras de metal.

—¡GiGi!

El hamster pateo el suelo de la frustración pero no estaba dispuesto a dejar que su gatote escapara una vez más, era más de medio día y todavía no había podido darle ni un solo besito a su gatote.

JiMin salió a las escalerillas y cambio a su forma animal dispuesto a seguir al minino que estaba por subir al techo. Con gran esfuerzo el hamster aferro sus patitas a los barrotes trepando tan rápido como podía pensando en que podría tratarse de una prueba que YoonGi le estaba poniendo para medir su amor, después de todo no conocía el cortejo entre los gatos.

—Ahí voy GiGi, no desesperes estoy subiendo.


Dándose ánimos así mismo subío siguiendo el aroma del minino imaginando todos los besos que podrían compartir en el techo bajo los cálidos rayos del sol, su bosquecito probablemente había planeado alguna cita y era demasiado tímido para invitarlo directamente.

JiMin esperaba una bonita cita romántica en el tejado con una suave manta para que ambos descansarán después de haber comido algún aperitivo, pero sin duda lo que sus ojitos observaron no era ni por asomo parecido a su imaginación.

En la azotea del edificio no solo estaba su gatote, también habían otros gatos grandes que rodeaban a su precioso YoonGi.

¡Por todas las semillitas de girasol querían atacarlo!

De ninguna manera iba a permitir que le tocaran un solo pelito, así que juntando todo el valor que podía caber en su diminuto cuerpo esponjoso avanzó hasta colarse entre el círculo que los gatos habían hecho encerrando a su gatote.

—¡No se atrevan a tocarlo!

La voz chillona del hamster atrajo la atención de los mininos y uno de ellos se río descaradamente ante la bola de pelusa que se había colocado frente al minino gris.

—Eh YoonGi creo que se te ha caído una pulga.

—Un ratón para la cena no se ve tan mal.

La valentía que JiMin había reunido se esfumó en un segundo después de escuchar las palabras de uno de los gatos, aunque para su fortuna YoonGi rápidamente lo cubrió con una de sus patas teniendo especial cuidado en no aplastarlo demasiado mientras le respondía al minino que insinuaba querer comérselo.

—Solo déjalo Hope.














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『❀¡Hola!

✎Por fin tenemos un nuevo capítulo ¿qué les ha parecido?

✍Nuestro GiGi por fin acepta que MiMi le gusta pero sigue huyendo :0
En el siguiente capítulo les presentaré a los amigos del gatote aunque ya sabemos que uno es HoSeok.

🌙Moon🌙

     ✎Gracias por leer♥♡』

❝My Tiny Dinner❞ || YoonMinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora