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Cuando se es un híbrido muy pequeño el peligro está en todos lados, incluso puede vivir bajo el mismo techo sin que lo notes.
JiMin, un esponjoso híbrido de hamster tiene que huir constantemente de las garras filosas que posee su gran amor, Yo...
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JiMin estaba horrorizado, su corazón latía de forma desesperada y apenas podía respirar, frente a la puerta de su recinto se encontraba una enorme mariposa muerta rodeada con varias semillas de girasoles.
A JiMin no le agradaban las mariposas pero eso no significaba que quisiera verlas muertas, cuando pudo salir de la sorpresa, corrió a esconderse tan rápido como sus cortas patitas se lo permitieron, no sabía porque repentinamente una mariposa había aparecido al pie de su puerta pero tampoco pensaba averiguarlo. Estaba dispuesto a no salir hasta que alguien hubiese quitado ese bicho que lo miraba con sus ojos vacíos e inertes esperando para robar su alma.
Del otro lado de la habitación, YoonGi observo a su pequeña bolita de pelusa ignorar olímpicamente su preciado regalo, había cazado la mejor mariposa que pudo encontrar en la azotea y la había rodeado de las semillas favoritas de su viruta frente a la puertecilla del recinto pero tal parecía que una simple mariposa no era suficiente para demostrar cuánto lo amaba así que dispuesto a darle un regalo digno de sus sentimientos se deshizo de la mariposa pensando seriamente en otro presente que pudiese cazar.
Varias horas habían transcurrido desde que JiMin había huido al interior de su casa, tomó una pequeña siesta reparadora de cuatro horas de modo que alguien ya tendría que haber quitado el cadáver de su entrada, así que estirando su cuerpo para ahuyentar el sueño que aún tenía, salió de su nido con la intención de ir en busca de YoonGi pero nuevamente al llegar a la entrada de su recinto chilló con horror al ver como no solo uno si no que dos animales muertos en reposaban sobre sus semillas de girasol.
Esta vez YoonGi se había esmerado cazando una rata del parque junto a una paloma, no le iba a dar cualquier presente y estaba seguro de que al menos uno de los dos le parecería suficiente a su bolita de pelusa.
El chillido completamente de horror que JiMin soltó fue suficiente para que YoonGi bajase del refrigerador y corriera en busca de su roedor.
—¡¿Qué sucede?!
—¡Ratas! ¡Gatote hay ratas!
JiMin seguía chillando mientras corria alrededor de YoonGi buscando una manera de escalar sobre el pelaje del minino para esconderse, su corazón latía de forma errática pues sentía que en cualquier momento esos cuerpos inertes se levantarían para ir en su búsqueda.
—¿Estas chillando de felicidad?
—¡No! ¡Esto es horrible!
Pronto las lágrimas de JiMin aparecieron dejando en claro que podría estar sintiendo todo menos felicidad, un par de segundos después el roedor logró cambiar a su forma humana y subió corriendo las escaleras directo a ocultarse bajo las mantas de su cama.
YoonGi no lo entendía, había hecho su mejor esfuerzo para conseguir un obsequio del que su bolita de algodón estuviera orgullosa pero tal parecía que ninguno era lo suficientemente bueno.
¿Sus obsequios eran malos?
¿Le parecían insuficientes?
Observo fijamente los animales cazados en el suelo y pensó que quizá una paloma y un ratón no eran los más adecuados, probablemente si hubiese esperado a cazar alguna ardilla... Un regalo más sofisticado que una rata, o tal vez dos eran muy pocos.
¿Cuantas palomas le gustarían a JiMin?
Con su corazón oprimido, YoonGi se deshizo de los regalos que con tanto esfuerzo había cazado, no lograba comprender que era lo que estaba haciendo mal, a todos los gatitos les gustaba recibir regalos de ese tipo lo más lógico era que...
A todos los gatitos... Gatos, JiMin no era un gato. ¡JiMin era un roedor! Una bola de pelos.
¿Como era posible que no hubiese pensado en eso antes?
Soltó un maullido frustrado y corrió a la habitación de su viruta esponjosa una vez se encargo de limpiar la sala junto al recinto del hamster. Se adentro a la habitación encontrando a JiMin dormido entre las sábanas, había vuelto a caminar convirtiéndose en una pequeña pelusa beige justo al medio de la cama, completamente adorable ante los ojos de cualquiera que fuese capaz de verlo. Le acaricio la espaldita con su lengua y salió de la habitación dejándolo dormir.
Cambió a su forma híbrida y de nuevo volvió a la sala en busca del computador portátil de Jin, si quería hacer las cosas correctamente lo primero era investigar de modo que tecleo en la computadora aquello que resolvería sus dudas.
"¿Como cortejar a un hamster?"
"Época de celo en hamsters y como tratarlos"
"Crías de hamster"
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