Capitulo 3

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Han pasado tres días después del incidente que tuvieron, el señor Nicolás le ha dejado de encargada esa habitación y siempre cuando entra intenta no tener casi contacto con esa persona, sinceramente ni ella sabe el motivo porque lo hace pero la única respuesta que tiene es que Lucho no vaya a dar un malentendido ni la novia de Juliana. Además ella siempre le hace la vida imposible, sinceramente la odia ya que siempre le responde.

La señorita Valdez parece entenderla ya que siempre sigue actuando como una egocéntrica, lo que no ha podido evitar Valentina es que como paciente debe curarles sus heridas que tiene en la espalda y en los brazos.

En la habitación está comiendo y de repente entra su abogado Beltran, también reconocido como mano derecha de Juliana.

-¿Se está mejorando señorita Valdez? - pregunta sentándose frente de ella.

-Sácame de aquí de inmediato - dice seria cruzándose de brazos - no puedo aguantar estar aquí tanto tiempo.

-No se puede señorita - le dice con suma amabilidad - debe quedarse aquí hasta tomen control de la infección que está sufriendo por medio de esas heridas.

-¡No me importa! - tira la bandeja de comida al suelo - ¡Has que un doctor vaya a mi casa, no sé, algo pero ya no quiero estar en esta mierda de hospital!

-Pero eso tengo que hablar con el señor Muñoz para que pueda ofrecerme un doctor que sea especialista - dice serio por la reacción de su jefa al estar en este lugar - además tendrá que vivir con usted durante el tiempo que sea debido.

-Me da igual - dice enojada - lo único que quiero es no estar comiendo esta comida.

-Ok - se levanta de su asiento - solo recuerde que tendrá que mantener reposo, tendrá que trabajar desde casa - Juliana solo asiente para acostarse de lado sin lastimarse.

Valentina está en su tiempo libre visitando a su pequeña quien ya tenía necesidad de su biberón, ella ansia poder darle de mamar pero como no es la madre no es capaz de hacerlo.

La niña se queda dormida en sus brazos después de tomarse la leche.

-Eres demasiado hermosa - dice fijándose en cada parte de su cara; la niña tiene cabello rubio y Valentina es castaña. Sus ojos son grises en cambio el de ella son de azules.

Luego de dormirla la pone en su cuna de la guardería, se despide y se va del lugar para ir a trabajar.

Al llegar al hospital se encuentra con Sergio su amigo

-Te estaba buscando - dice cansado - el señor Muñoz quiere verte en su oficina.

-Ok - dice pasando al lado de el - gracias - le toca el hombro agradeciéndole.

Camina por el pasillo colocándose la bata. Al llegar a la oficina, toca tres veces hasta escuchar un "pase "entra como toda doctora con sus manos adentros de sus bolsillos de su bata.

-¿Me hablo señor Nicolás? - dice mirándolo y después una persona que está sentado.

-Si pasa Valentina - ella comienza a caminar mirando confusa al hombre de barba y con unos ojos marrones - déjame presentarte al abogado Beltrán.

-Es un placer conocer a la especialista en muchas partes del doctorado - dice levantando la mano para estrecharla con ella.

-Bueno, no es para tanto - dice ruborizada por como la destacan - ¿a qué se debe su visita?

-Vera doctora Carvajal - dice el señor Nicolás levantándose de su asiento - usted es la encargada de la paciente Juliana Elizabeth Valdez, quien no aguanta estar más tiempo en el hospital.

Valentina estaba cruzada de brazos intentando entender lo que su jefe le dice.

-Entonces ella quiere que las curaciones se los haga en casa - dice agarrando su taza de café.

-¿Y qué tengo que ver con eso? - dice de manera seria porque no le gusta que vayan con rodeos.

-Bueno señorita Carvajal, estaba pensando que usted seria la indicada para ese trabajo - dice el abogado.

-Sabe que es un proceso muy largo ya que las heridas son muy profundas y deben ser curadas casi tres veces al día - dice un poco nerviosa de hacer ese trabajo.

-Por eso queremos que vaya a vivir con ella - las palabras del señor las dejan abruptamente asombrada.

-No, no... No puedo - dice rápido evitando contacto visual con esos hombres - usted sabe que su jefa me odia.

-No sabía señorita pero usted está capacitada para ser la enfermera personal de la señorita Valdez.

-Que no soy enfermera - dice seria pero a la vez preocupada.

-Lo sé, solo será unos meses mientras la señorita se recupere - exclama mirándola fijamente - me han contado que usted es una doctora de bastante confianza.

-¿Y que gano yo? - pregunta observando a los dos - digo, no puedo estar perdiendo mi trabajo por esa persona y ganar poco dinero.

-Le daremos quince mil dólares - dice en seguida el abogado, dejando con la boca abierta a los dos - será un contrato, se lo daré al señor Muñoz como prueba que él se lo dará por una propuesta de que usted vivirá con ella y lo mantendrá a salvo.

El señor Beltrán le entrega un documento donde indica que es el contrato, lo empieza a leer, al principio no quiere aceptar porque estará viviendo con una mujer terca y odiosa pero al recordar que con ese dinero podrá pagar el trasplante de su madre, es un milagro que no se puede negar.

-Pero... si acepto hay una condición que creo que no le gustara - dice mirando al hombre alto en frente de ella - tengo una bebe y ella tendrá que venir conmigo.

-No importa- dice con amabilidad sonriéndole - ahorita lo más importante es la vida de la señora Valdez.

-Ok- se dirige al escritorio del señor Nicolás y agarra un lapicero de este, cuando puso el papel en la mesa para empezar a firmar, el señor Nicolás le agarro de la mano con un poco de inseguridad.

-¿Estas segura que quiere hacerlo? - le pregunta las razones que quiere hacerla dudar es porque se alejara del hospital por unos meses hasta que recupere Juliana Elizabeth, la ama pero nunca se atrevió a revelar sus sentimientos, ella solo asiente para luego comenzar a firmar, al terminar se la entrega su jefe ya que quedara a cargo del contrato.

-¿Cuándo comienzo? - pregunta mirando al abogado.

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Juliana acaba de salir del hospital, sin decirle nada a Melisa ya que no la dejara en paz, las cosas para ella están súper incomodas, primero porque anda con vendas pegadas en casi toda su espalda y brazos, ahora solo ocupa suéter para que no se note.

Al llegar a su casa de dos pisos con una piscina a un lado, se adentra a su casa se acuesta en el sofá de su casa para pensar en el lio que se ha metido, de tener un doctor en su casa.

Mientas se inundaba en miles de pensamiento, el timbre de su casa fue tocada, maldiciendo por interrumpir su momento de paz. Toma la perilla para abrir la puerta, sus ojos se hacen como platos al ver que se trataba de Valentina Carvajal, ella no reacciona lo que más le impacto también fue que en sus brazos llevaba cargada una bebe.

-Buen día señorita Valdez - dice ella queriendo aparentar estar bien, aunque por dentro quiere huir de ese lugar

-¿Qué carajo hace usted aquí? - pregunta de manera tosca, evitando tener contacto visual.

-Seré su doctora personal - contesta de manera dulce, Juliana solo quería decirle que se fuera pero eso lo hablaría con su abogado.

"Beltrán me las pagaras" - dice en sus pensamientos

Doctora Enamorada - Juliantina G!p (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora