──Mami. ──llamé bajando las escaleras, revisando los mensajes de una chama que estudiaba conmigo y que me estaba pidiendo que le pasara el nombre del tema que habíamos visto porque ella no le había dado chance de copiarlo── ¿No sabes donde quedo mi regla verde? No la consigo y tengo que hacer una vaina.
Me metí en la cocina en donde sabía que estaba porque desde temprano se había empeñado en hacer una selva negra y andaba emocionada de allá para acá, batiendo vainas, revolviendo entre las ollas porque supuestamente la vecina no le había regresado el molde de la torta cuando en realidad era que lo tenía en la nevera con un poco e' vainas dentro. Sin embargo, por andar encerrada en el cuarto no me había dado cuenta que había visitas y yo andaba como la propia loca e' pueblo; con los monos del colegio que tenían más huecos que el queso llanero, una franela que era de mi papá y que también tenía ventilación integrada por lo rota, unas medias y el pelo enmarañao' porque después de llegar de la universidad me había dormido y como me levanté, así mismo me había puesto a hacer la tarea.
Entonces, cuando entré a la cocina y vi a la mamá de Francisco sentada en el mesón hablando paja con mi mai mientras se tomaba un cafecito, me dio pena que me viera así. Nunca me había gustado andar como una loca cuando había visitas; la señora Christina no le paró las mismas bolas que le había puesto yo y en cambió me saludó, a lo que no me quedó de otra que acercarme con la pena y darle un abrazo y un beso en el cachete para saludar después a Sami que estaba sobre el mesón jugando con dos muñecas.
── ¿Cómo está usted? ──saludé sonriéndole, apoyándome del otro lado del mesón.
──Todo bien, mi amor. ──me respondió de la misma manera── ¿Cómo vas con la uni?
──Apenas vamos empezando, pero ya me dejaron un poco e' tarea. ──me quejé, cerrando los ojos para suspirar después. Escuché como se reía.
──Francisco anda igual, no sé qué era lo que estaba haciendo ayer que apagó la computadora de una rabia. ──me comentó y mi mamá, batiendo la mezcla se rió señalándome con el pico.
──Esta es igualita. ──me expuso, la miré mal── Cuando no puede hacer las cosas forma un escándalo y se va a acostar.
──Mami, no me dejes en evidencia, por favor. ──le pedí, de todas formas, lo que había dicho era verdad. Para un carajo, porque al final tenía que volver a sentarme a hacer la tarea── ¿Y el hijo suyo en dónde anda?
──Andaba comprando unas cosas en el centro antes de venir para acá. ──me dijo la mamá de Beom── Debe venir dentro de un ratito.
──Esta bien la cosa. ──asentí haciendo una mueca de aprobación antes de mirar a mi mamá quien tenía una sonrisilla cómplice en los labios. Ya Dae le había metido ideas en la cabeza, dios mío── ¿Entonces la regla en dónde está?
Ella sé quedó pensando por unos momentos, mirando la mezcla de chocolate en tanto yo le hacía mofas a Samantha y ella se reía.
──Debe estar en el cuarto de tu hermano y si no, entonces en las ultimas gavetas de tu escritorio. ──me respondió y yo asentí── Y si no está ahí, entonces no sé. Pregúntale a Alexander.
──Okay. ──asentí, acercando mis manos a Sami quien me miró con ojos grandes── ¿Vamos a ver televisión? Te pongo comiquitas.
──Sip. ──aceptó estirando los brazos para que la agarrara.
──Nos vemos pues. ──me despedí con la niña en mis brazos── Nos vamos a ver los Backyardigans para que ustedes hablen de sus cosas.
Volví a mi cuarto después de robarme dos maltas de la nevera y una palmerita que quedaba en el gabinete, al llegar hice lo propio, dejé a Sami arriba de la cama y puse las maltas y la vaina encima de la mesa que había a un lado de la cama, busqué la computadora que estaba en el escritorio y me fui a sentar en la cama para prender el televisor y poner Discovery Kids. Casi me da un infarto cuando vi que estaban pasando peppa, pero qué coño, a Samantha le gustaba y yo no me iba a poner a pelear con una tripona porque yo no quería ver eso.
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𝐃𝐄𝐋 𝐎𝐃𝐈𝐎 𝐀 𝐋𝐎𝐒 𝐂𝐎Ñ𝐀𝐙𝐎𝐒. ━ Beomgyu. ✓
Fanficさ ⸳ 𝁼. . . 𝐃𝐄𝐋 𝐎𝐃𝐈𝐎 𝐀 𝐋𝐎𝐒 𝐂𝐎Ñ𝐀𝐙𝐎𝐒. 𝐕𝐞𝐧𝐞𝐜𝐨 𝐟𝐢𝐜. ❝── Maldito corre antes que te esbarate a coñazos por bruja❞. Alexandra es pana, es esa chama relajada que no le pone cuidado a absolutamente nada y l...