Seis de la mañana y yo ya había agarrado una arrechera monumental.
Como era posible que yo me había parado a las cinco de la mañana con todo el dolor de mi alma, como si fuese un bicho de estos de los de the walking dead, me había bañado con agua fría porque en la casa no había calentador bueno sino que estaba dañado y la caligueba de poner una olla en la cocina era grande, me había peinado en contra de mi voluntad, maquillado y de paso, puesto el uniforme planchadito, había acomodado mis cosas y había pasado toda la noche anterior repasando para un maldito examen que llevaba tres días estudiándome, me había hecho el almuerzo y el café, sentando en la mesa y esperado que fuese la hora de irme para nada.
Porque a los profesores se les había cantado hacer huelga y paro de un día pa' otro y esta que está aquí y segurito toditos los que se habían parado en la mañana 'para ir la universidad también, se había enterado cuando alguien en su casa prendió el televisor para ver las noticias.
Hay veces en que uno quiere ser feliz y el mundo lo manda a mamarse un guebo.
── ¿Qué vas a hacer entonces? ──preguntó mi mamá con la taza de café en la mano, moví nada mas la cabeza sobre la mesa para poder verla bien.
──Ser miserable y sacarle la madre a maduro porque yo había estudiado hasta que el coco se me fundió para este examen. ──le dije, berreando después porque me daba arrechera. No te voy a mentir, 'tamos un poco desanimao'── O dormir, cualquier cosa.
Error número uno, no debí haber dicho eso.
──Me puedes ayudar entonces en el negocio.
Todo venezolano sabía que decirle a la mai que no iba a hacer nada era firmar condena con el diablo y eso era precisamente lo que acababa de pasar, porque desde que esas palabras habían salido de la boca de mi mamá, yo me había transformado en cenicienta, pero no la versión casada con el príncipe azul, me había convertido en cenicienta puliendo el piso con la lengua. La primera fase del asunto resultaba en hacer mi papel de chofer, el que desempeñaba todos los días porque ajá, pero esta vez mas estresante porque en dos horas me había tenido pa' arriba y pa' abajo en el centro como si es que la cola de la gasolina fuese muy guareta calársela, que si busca aquí, que si busca allá y de paso, se iban acercando las diez de la mañana y eso solo significaba que el calor se ponía infernal, las personas aumentaban como hormigas en el dulce y mi paciencia se reducía a cero.
Podía ver al diablo echando látigo a lo lejos, porque el centro se convertía en el infierno.
Después nos fuimos al negocio, mi mamá tenía como una especie de bodegón por la avenida Lara. Las veces que estaba de vacaciones solía ayudarla a acomodar las cosas nuevas en los estantes, a sacar los productos vencidos y a comerme los dulces que había en el mostrador mientras ella no me veía y siempre era chévere porque había aire acondicionado, la mayoría de las demás personas que trabajaban ahí eran simpáticas y bueno, el ambiente se hacía ameno. Pero hoy no pintaba ser uno de esos días, porque estábamos cortos de personal tanto administrativo como del normal y de paso que me tocó pasar coleto como una desquiciada ya que dos de los trabajadores se habían enfermado y a juro había que limpiar el piso blanco, me tocaba quedarme en caja procesando los pagos mientras los demás, las otras dos personas, acomodaban todo y la cuestión.
── ¿En cuánto estas recibiendo el dólar, joven? ──la señora preguntó, más o menos tendría como unos cincuenta y pico de años. Estaba detrás de la chama a la que le estaba cobrando y en las manos tenía su cesta.
──Aquí en el murito esta la tasa, señora. ──respondí, señalando rápidamente la parte en donde sabía que estaba el papel pegao'. Terminé de embolsarle a la chama las cosas y le sonreí── Que tenga buen día.
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𝐃𝐄𝐋 𝐎𝐃𝐈𝐎 𝐀 𝐋𝐎𝐒 𝐂𝐎Ñ𝐀𝐙𝐎𝐒. ━ Beomgyu. ✓
Fanficさ ⸳ 𝁼. . . 𝐃𝐄𝐋 𝐎𝐃𝐈𝐎 𝐀 𝐋𝐎𝐒 𝐂𝐎Ñ𝐀𝐙𝐎𝐒. 𝐕𝐞𝐧𝐞𝐜𝐨 𝐟𝐢𝐜. ❝── Maldito corre antes que te esbarate a coñazos por bruja❞. Alexandra es pana, es esa chama relajada que no le pone cuidado a absolutamente nada y l...