Capítulo 17.

398 61 45
                                    

── ¡Es que marico!

── ¿Qué? ──preguntó Paola viéndome a través del espejo mientras se maquillaba, con una ceja alzada y la esponja con base a mitad de camino── ¿Qué me vas a decir ahora para autoconvencerte que no estas celosa por lo que pasó?

── ¡Es que no estoy celosa, vergación! ──me lancé en su cama, pataleando con la cabeza metida en la almohada. Después de un ratico me senté agarrando la misma para abrazarla── Pero me da como arrecherita que se quedara como un guebón viendo a la otra maldita que se cree la última Coca-Cola del desierto.

──Estás celosa, Alexandra De Jesús. Porque de otra forma no te pones con esa sabiendo que han pasado dos días ya desde eso. ──me miró otra vez, rodando los ojos cuando yo le torcí los míos── Es que es obvio marico, estás molesta porque él no hizo nada y estás mas molesta porque la chama esa le zampó casi que un beso.

La miré con resignación, pero antes muerta que aceptarlo.

──Yo no soy celosa. ──le torcí el pico, mirando pa' otro lado que no fuese ella.

──Si Luis, y yo soy una santa de tu devoción. ──me miró feo, volviendo a lo suyo── ¿Por qué te cuesta tanto aceptar que te dio celos? No te vas a morir.

──Marico, porque no quiero. Eso conlleva a tomar en cuenta otras cosas que están pasando y yo necesito dormir bien, no quedarme pensando guebonadas en la madrugada. ──resoplé, agarrando el teléfono para meterme en Facebook a compartir memes── Entonces no quiero, es más fácil decir que la caraja esa me chocó, que no es mentira, porque provocaba meterle un lepe.

──Yo sé que un día vas a tener que admitir las cosas, tarde o temprano. Al menos no te quedaste con la arrechera en el pecho y te desahogaste. ──se terminó de echar el labial y se paró para ponerse la camisa que habíamos elegido entre las dos── Pero tampoco me dijiste, mamarracha, que fue lo que pasó con Francisco después.

──Dejó a los muchachos en sus casas, porque ni que fuera bolsa, y después me dejó a mi en la mía. Lo que hice fue decirle un simple 'chao pescao' y bajarme del carro porque estaba que ardía en arrechera. ──comenté, metiéndome en WhatsApp cuando llegó un mensaje── Le vi intensiones de decir algo, pero tampoco lo iba a dejar hablar, después de todo él no sabía que la resbalosa esa le iba a dar ese beso.

──O si sabía. ──me miró con las cejas alzadas── Quien sabe.

──Mira maldita, no le eches mas leña al fuego que ya anda candela. ──le lancé la almohada── Desde ese día no le respondo los mensajes que me manda porque no se me pasa la vaina, a lo mejor mañana lo hago.

──O la semana que viene, conociéndote. ──señaló a lo que asentí, era verdad. Se giró a verse en el espejo un momentico después── Pero hazlo, después tienes al pobre muchacho pariendo. No vamos a hablar de lo otro porque sé que no quieres, pero cuando no andes pilas te voy a sacar todo lo que no quieres decir, pajúa. En fin, ¿Cómo me veo?

Era viernes y por lo que tenía entendido temprano Kai Gabriel le había dicho a Daesun para salir de noche a comer, por lo que nos había comentando a Soobin y a mí temprano en la mañana, iba a pedirle por fin que fuese su novia. Había dicho que al final seguiría la recomendación de Alejandro de ir a comer por ahí, caminar y al final darle el anillo y hacerle la pregunta, todo cautelosamente planeado para que no la embarrara, porque conociéndolo desde hace tiempo, todos sabemos que es muy probable que algo salga mal.

Entonces, había venido desde temprano a la casa de mis tíos porque Paola no sabía que ponerse y quería que la ayudara, de paso habíamos hablado bien de lo que pasaba y eso, sin Taehyun Eduardo porque el bicho estaba estresado en el cuarto con un poco de trabajos que tenía que entregar, pero no era el punto; llevaba puesto un pantalón blanco de corte alto con algunos parchos, una blusita corta morada sin mangas y la chaqueta de blue jeans que le había traído para prestársela, tenía puestas unas sandalias bien lindas de color blanco y yo me había encargado de plancharle el pelo mientras ella se pintaba las uñas porque la ocasión lo ameritaba, se había maquillado ligerito, echado perfume y puesto los collares. En conclusión, se veía bien hermosa y estaba segura que a Gabriel se le iba a salir la baba cuando la viera.

𝐃𝐄𝐋 𝐎𝐃𝐈𝐎 𝐀 𝐋𝐎𝐒 𝐂𝐎Ñ𝐀𝐙𝐎𝐒. ━ Beomgyu. ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora