Cariño ~Ran Haitani x TN~

Un susto

Miré a Sanzu, sentado junto a mi, esta medio dormido, por lo que se, tuvieron un altercado durante la noche, así que lo mandaron a vigilarme, ¿qué tengo que ver ahí?, ni idea, pero al menos no estoy sola.

–¿Por qué no te duermes?– le pregunté al pelirosa.

Nego y froto las manos por su cara –Si me duermo y pasa algo, de seguro Ran me corta a la mitad y me deja tirado por algún desierto–

Reí al escucharlo –Bueno...–

Me miro, estiro su mano y comenzó acariciar mi mejilla –¿No estas embarazada?–

Negué –No, tranquilo–

–Bien–

–¿Por qué?–

–Le dije a tu esposo que no te embarazara en la Honey Moon–

–¿Por qué?– lo miré dudosa.

–Porque... aún no es momento, creo yo–

–Eso no lo decides tú...–

–Lo sé, pero aún eres joven–

–Pero yo si quiero una familia– sonreí –Quiero tener una familia con Ran... sabes que no tuvimos un excelente ambiente familiar, el mio mejoro cuando volví a vivir con mamá, pero...– silencie.

Me miró extrañado –¿Pero qué?–

–Pero... quiero tener una familia, como la que nunca tuve, ni yo y menos Ran...–

~Ran~

Observe al hombre de rodillas frente a Kokonoi, Mikey como siempre alejado, Rindo parado junto a mi, Kakucho cargando el arma... el resto en lo de siempre y Sanzu cuidando de mi esposa.

–Ran...– volteé a ver a quien me llamaba, encontrándome con Mikey.

–Lo escucho jefe–

–¿Cómo ves a ______?–

–Mm...– pensé un momento –Bueno, la veo bien, feliz, tranquila...– lo miré –¿Cómo la vez tú?–

–Feliz... estoy tranquilo de que este contigo, la vi mal por culpa de Sanzu, en varias ocasiones... y él lo sabe, pero te lo advierto, si yo la veo llorar por tu culpa, no dudaré en matarte a golpes...–

Sonreí al escucharlo como cualquier hermano sobreprotector –Descuida... la amo, es mía–

Después de disparar y tirar el cuerpo al mar, nos fuimos, en el trayecto iba conversando con Kakucho, me hacía ciertas preguntas, íbamos llegando al bar cuando vimos varios autos irse, nos quedamos mirando, bajamos y entramos, cuando vimos a Sanzu tirado en el piso, su rostro con algo de sangre, vasos rotos, al igual que botellas, miramos todo el lugar, con rápidez buscaba con la mirada a mi esposa, no la vi, corrí a la oficina, entre y nada, fui a la otras, nada, corrí a los baños, nada... no esta...

Miré a Sanzu aún en el suelo –¿¡Dónde está!?– solo me miro, sin decir nada, así que le di una patada –¿¡Dónde mierda está!?–

Rindo se acercó –¿Qué sucede?–

Me agache y comencé a golpear al pelirosa –¿¡DÓNDE MIERDA ESTÁ MI ESPOSA HIJO DE PUTA!?– ya me encontraba enojado, salido de mis casillas.

La mirada de Mikey se dirigió a nosotros –¿Qué?–

–¡SOLO TENÍAS UNA TAREA POR HACER Y ERA CUIDARLA!– lo seguí golpeando –¡DROGADICTO DE MIERDA! ¡LA DESCUIDASTE!–

En ese momento, Sanzu como pudo se levanto, tambaleante, su cara sangraba, con varios golpes, intenté seguir con los golpes, pero Rindo me sujeto.