¿Realmente estamos seguros si elegimos el amor? ¿O simplemente llega?
¿Lo buscamos o nos encuentra?
O quizás simplemente mi cabeza me hace pensar cosas absurdas...
Una mano paso por mi cintura sacándome de mis pensamientos - ¿En qué piensas prec...
En la última reunión de ToMan... Baji decidió dejar esta, para unirse a Walhalla, sin dar razones o motivos de su repentino cambio, me puso triste saber eso, pero después me molesto saber que el imbécil había golpeado a Chifuyu como acto de fidelidad a la otra pandilla, tenía que verlo en clases y me molestaba, aquel día fuera de la secundaria, lo detuve.
–¡Keisuke!– le grite molesta.
Se detuvo y se volteo a mirarme –¿Qué quieres?– más personas se detuvieron a mirarnos.
Me acerqué a él y lo golpee –Eres un imbécil–
Este cayó al suelo y me miro molesto –¿¡Qué mierda crees qué haces!?–
Me senté sobre su abdomen y comencé a golpearlo –¡Eres un imbécil!– un par de lágrimas salieron de mis ojos –¿¡Por qué golpeaste a Chifuyu!?– dije mientras lloraba.
–¡Detente!– dijo este aún recibiendo mis golpes en su cara –Te terminaré golpeando...– gruño.
–¡Golpeame si te atreves!– en ningún momento detuve mis golpes.
Este como pudo me saco de encima y se levanto –Te lo buscaste–
Me levante frente a él –Te tiraste maldito imbécil– en cuanto tiro un golpe me agache y lo hice caer al suelo de nuevo, golpeando su cabeza en este.
–¡Una chica derribo a Baji!– grito un tipo, haciendo que más gente se acercara.
Me volví a sentar sobre él, mi adrenalina era demasiado y lo comencé a golpear con más fuerzas –______– dijo ese en un suspiro –Si tan solo... me entendieras...– dijo este para dejarse caer.
–¡Cállate!– le grite y lo seguí golpeando, vi que ya no se movía pero seguía golpeándolo...
–Se acabo el espectáculo– una voz que ya conocía se hizo presente, unas manos me tomaron de la cintura separándome de Baji.
–¡Suéltame idiota! ¡Voy a matar a ese imbécil!– dije llorando y sentí que aquel chico me subió a su hombro.
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–¿A dónde la llevamos?– otra voz masculina se hizo presente.
–Donde los Akashi, obviamente–
–Son los hermanos Haitani– escuche a unos tipos susurrar.
–Déjame acabar con él...– dije cansada, aún llorando y dando golpes en su espalda y moviendo mis piernas para que me bajará.
