Cariño ~Ran Haitani x TN~

En otro lugar

Iba en una camioneta negra, mirando el bello paisaje verde, al final de todo el centro de Rehabilitación era para mí.

Una mujer delgada, en tacones y un traje me recibió –Hola ______, soy Susana, psicóloga de Space– me sonrió.

La mire y sonreí –Un gusto, pero sigo sin entender porque estoy aquí, digo solo fume un poco de marihuana y bebí en una fiesta– lo cual me provocó risa.

–Bueno... tú padre está preocupado, dice que tu madre...– Asentí a lo que quería decir –Sígueme, te enseñaré el lugar–

Era un lugar muy grande, las habitaciones se compartían entre 6 mujeres u hombres, las habitaciones se separan por sexo al igual que ciertas actividades, me guiaron a una habitación, había 3 camas de 2 pisos cada una, solo 4 camas estaban ocupadas con chicas, nos presentaron y me alegra tener una cama en la parte superior, la psicóloga salió de la habitación.

–Por qué estás aquí? – Una chica de cabello rubio y ojos cafés me miró.

Comencé a reír –Fumé marihuana y bebí en una fiesta...– sonreí al recordar la fiesta.

~Recuerdo~

Me puse un jeans negro ajustado con las rodillas rasgadas, un top de encaje verde oscuro, mis botines negros con tacón de quizás unos 8cms, me puse una chaqueta de mezclilla negra. Terminé de arreglarme, delineando mis ojos, máscara de pestañas y un brillo labial. Salí de casa y había una moto aparcada media cuadra hacia arriba, caminé hasta allá y vi a Ran, subimos a su moto y emprendimos viaje.

Bajé de la moto –Vaya lugar– comencé a mirar.

Bajo de su moto –Te ves deslumbrante – me miró.

Sonreí –Vamos, quiero beber–

Comencé a caminar a un lado de Ran y entramos a un night club clandestino, nos acercamos a la barra, ambos pedimos una cerveza y fuimos a una mesa, estaba su hermano con una chica que invitó y otras personas que no conocía de momento. Un par de horas después estábamos muy bebidos y Rindo saco unos cigarrillos de marihuana.

–Nunca he fumado– mire a Ran.

Sonrió de costado –Te enseño, tranquila –

Asentí y vi a Rindo –Tranquila, te sentirás relajada– dijo burlón.

Después de fumar un par de veces nos sentamos todos en el suelo, Ran poso su cabeza en mis mulos y comenzó a fumar –Acércate– lo miré y comencé acercarme a este, una vez cerca de mis labios comenzó a pasarme el humo y lo comencé a recibir, lo que provocó una sonrisa de parte de ambos.

–Parece que te diviertes– sentí una voz cerca de mi oído.

Levante mi mirada la cual no se despegaba de Ran y reír –¿Acaso no tengo derecho? –

–Solo hacía una afirmación – se alejó de mí y tomó la mano de una chica para ir a sentarse no muy lejos de nosotros.

–Idiota...–susurré.

Una mano se posó en mi mejilla –Lo es, te dejo escapar– se sentó junto a mí y sus cabellos sueltos caían por sus hombros.

Reí levemente –Lo es– me acerque a él –Te peinaré –

Comencé a trenzar su largo cabello, después de un rato estaba sentada delante de Ran, apoyando mi espalda en su pecho, este me tenía abrazada por la cintura, estaba tan volada que se sentía bien, había llegado después un chico alto con una cicatriz que pasaba por su ojo izquierdo. La noche fue pasando, había bebido mucho y fumado demasiado.

Salte a la espalda de Ran –¿Me llevas a casa? –

Me sujeto con firmeza y sonrió de costado –Claro–

Apoye mi cabeza en su hombro –Gracias...– dije en voz baja –Lo pase muy bien –

–Me alegro, era la idea–

Subimos a su moto y nos fuimos, ya había bastante luz de día, han de ser las 8am quizás, fue un camino tranquilo, se tomó su tiempo, sin prisas. Estábamos fuera de la casa y baje de la moto.

Le sonreí –Gracias por todo trencitas– acaricié una de sus trenzas.

–No hay de que, entra porque me están mirando bastante feo desde el segundo piso –

Miré y vi a Aki mirándonos muy serio –Ignóralo, es adicto por eso mira así–

Ran inclino la cabeza y río –También hay alguien mirándome feo a unas cuadras–

–Qué mierda... ¿tienes ojos en lados que yo no sé? ¡Ni cuenta me doy! –

Corrió un mechón de cabello de mi cara –Con el tiempo... se aprende –

–Hey...– llame su atención –Haitani –

Me miró con una sonrisa de cansado –¿Qué sucede? –

Me acerqué un poco a él –Quiero besarte de nuevo...–

–¿Ah? ¿En serio? –

–Si, pero tenía que decirlo primero – me comencé acercarme a él y junté nuestros labios en un cálido beso.

–Te entras de inmediato ______– la voz de papá a mis espaldas.

Suspiré –Perdón...– susurré y juntamos nuestras frentes.

–No pasa nada– susurro el Haitani para luego abrazarme.

Bese sus labios una vez más y entre a la casa, papá comenzó a gritarme, "¡igual a tu madre, metida con gente drogadicta!", "¡no vas a caer en lo mismo!"