Kilian
Faltan dos días para que Victor llegué y pueda así despedirme de todos.
Hugo no a estado en casa por una salida de negocios, justo hoy llega.
Glenda me a dicho que tiene la fama de Don Juan. Se a liado con medio Madrid.Hugo a diferencia de Glenda terminó con sus estudios y hace justo un par de semanas por fin se graduó de médico cirujano. Cuando Glenda me lo contó me eché a llorar, que orgullo.
Me recordó a cuando teníamos seis años y nos poníamos a planear nuestra vida, cuántos hijos tendríamos, cuántas casas, países a los que teníamos que viajar y lo que queríamos ser.
El siempre me dijo que su sueño era ayudar a todos los que no tenían dinero para cubrir sus operaciones, por eso sería médico cirujano.
Ambos teníamos la meta de ayudar a los más necesitados, yo por mi parte siempre supe que la salud mental es tan importante como la física por lo que era lo mismo. Brindar ayuda a quien lo necesitase.Y aún sigue siendo mi meta.
El doctor Lam me a acompañado a muchas aventuras, lugares y recuerdos de aquí, a pesar de que habla Italiano a la perfección también habla español -con un acento muy gracioso- pero lo hace.
El reloj marca las doce con diez minutos de la tarde, tengo muchos nervios de reencontrarme con Hugo, nuestra cita es a las cuatro.
¿Y si no me cree? ¿Y si ya me olvidó?
Glenda asegura que habló con él y Hugo aceptó lo de la reencarnación, lo más hermoso que tiene es su mentalidad, es abierta y eso solo lo hace ser más inteligente, creo.
Hugo vive en su departamento todavía de universitario, pues la universidad les dio la oportunidad de estar un par de meses más ahí. Su compañero de piso también estará, lo que me pone más nervioso es que habrá otra presencia y eso me llega a incomodar.
Necesito ir a el baño. He tomado tres vasos de leche con chocolate muy fría porque estoy muy ansioso y según yo esto me ayuda.
— Kilian
Habla mamá con su tono de autoridad.
— ¿Sí mami?
Preguntó inocente.
— ¿Has sido tú el culpable de tomarte toda la caja de leche con chocolate de tu padre ?
Pregunta entrecerrando sus ojos.
Es una mueca muy chistosa porque cuando lo hace se dibujan sus hoyuelos en sus pómulos. Qué increíble.
Por lo que me da risa.
— No mami, esa leche no me gusta para nada
Digo haciendo un mohín de disgusto. Estoy seguro que más tarde tendré una nariz cual pinocho con una florecita en la punta.
— ¿Sabes quién pudo haber sido el responsable?
Inquiere con unas ceja elevada.Eso me causa más risa.
Pero aún así niego rotundamente, fingo pensar por un momento. — Hace un rato salió muy sospechoso el doctor Lam, seguro fue él
Ella me da una última mirada y sale de nuestra habitación.
— Está bien te creeré pero solo esta vez te has salido con la tu...
Y va murmurando mi mami mientras sale con rumbo a el baño.
Ya quiero ver cómo pierde la paciencia que con esfuerzo a reunido, después de ver la sorpresa que le tengo.
Puede que hace un rato haya ido a el baño a realizar una poción mágica de limpieza extrema en la tina del baño.Cuento mentalmente.
Uno, cinco, tres, ocho, siete, cuatro y... diez.
— ¡KILIANNNN! ¡VEN DE IMEDIATOOO!
Grita desde el baño.
Me bajo de la cama haciendo aún lado mi mantita, paso por el espejo para verificar que no tenga ninguna huella del delito.
Oh, oh.
En las comisulas de ambos lados de mis labios hay restos de leche de chocolate. Ups.
Acomodo unos cuantos mechones de mi melena amarilla aún lado de mis orejas rápidamente. Mi tía Coti dice que me veo más tierno de lo normal.
Llego a la puerta del baño y toco.
— Adelante
Masculla con cansancio mi mamá.
Entro con pasos cortos.— ¿Me llamabas mami?
Cuestiono con mucha inocencia.— ¿Has echo esto tú?
Pregunta de manera seria. Esta enojada.
— ¿No te a gustado?
Pregunto en un puchero.Ella al instante relaja su expresión y niega arrepentida.
— No, no, no cariño me a encantado, yo sé que lo has echo con buena intención pero bebé te has acabado todos los paquetes de shampoo y jabón
Me explica.
— Perdón mami, no lo vuelvo a hacer
Le digo con vergüenza.
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— Si algo sale mal, papá y yo estamos aquí afuera esperando con el doctor Lam ¿Entendido Kil?
Me informa mamá desde el jardín de la casa de Hugo.
Asiento nervioso.
Él doctor Lam toca el timbre y corre de regreso a donde mamá y papá.
Espero nervioso.
Mía, la madre de Hugo abre la puerta con la mirada arriba, frunce el celo y observa al rededor en busca de algo, se enfoca en mis padres y hace una mueca de confusión.
Me muevo un poco para llamar su atención y su midara cae en mí, sus ojos y todo su semblante se ilumina, me regala una sonrisa brillante.
Ella sabe todo el tema con respecto a mí.
— Hola señora Mía
Le saludo temeroso.
— Oh cielo, pasa, Hugo está esperándote
Me dice amable.
Comienzo a caminar hacia adentro, mi garganta está seca y no salen las palabras.
— Espera un momento
Si voz me detiene, giro para verla y sus ojos están un poco rojos.
— ¿Sí?
Cuestiono.— Que voz más hermosa tienes, muy tierna ¿Me puedes dar un abrazo?
Asiento. Comienzo a caminar y ella se pone de cuclillas para quedar a mi altura mientras extiende sus brazos. Me recibe con un excelente abrazo de mucha paz.
— Se te echa mucho de menos Kasidy -suspira pesadamente-. — Más de lo que imaginas
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Dónde surgen las almas ©
SpiritualKasidy es una chica común de 19 años con una vida normal... sin embargo, su vida cambia radicalmente después de un accidente automovilístico. De ahí nace Kilian. Ella no entiende nada. ¿Qué pasó?, ¿Quién es?, ¿Dónde está su familia?. Esto no es un m...