Capítulo XIII

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Kilian
Matera, Italia

¡Es hoy! ¡Estoy muy emocionado!
Oficialmente tengo tres años. Miro el reloj y son pasadas las 6 de la mañana. Algo que no cambia en mí es que si estoy muy nervioso despierto muy temprano.
Mi mamá me dijo que me despertaría a las 10 para desayunar, ducharme y arreglarme para estar perfecto e irnos a mi parque favorito donde celebraremos en grande. Junto con mi familia. Con mis abuelos, mis tíos, mis primos y lo más importante con mi mamá y papá.
Sin ninguna responsabilidad. Solo disfruto de todo lo que tengo.

Salgo de la cama abrazando el regalo de mi papá, que me dió ayer por la noche. Un hermoso conejito color blanco que se aferra a una zanahoria. Es muy tierno y lo llamé Rabito;... Mi mamá me dijo que su regalo me lo daría en la fiesta.

Llego a la habitación de mamá y papá pero no entro. Mejor doy media vuelta encontrándome con la puerta que está justo enfrente. La de mi tía Coti. Alcanzo el picaporte de la puerta y la giro comprobando que no tiene pestillo. Entro en la habitación y me encuentro con mi tía Coti dormida profundamente. Es hora de activar mi plan. Con cuidado cierro la puerta y me dirijo a la cama me subo con cuidado. Tres... Dos... Uno..., comienzo a saltar sin parar. Una y otra vez.

— ¡QUÉ! ¡ALTO! ¡MOUNSTRO! ¿QUÉ TE SUCEDE?. Grita  desasperada y con una cara de horror que me hace sonreír malévola mente.

— ¡TÍA, TÍA! ¡DESPIERTA ES MI CUMPLEAÑOS!, ¡MI CUMPLEAÑOS!. Le gritó pero susurrando y brincando sobre su cama.

— Cariño yo lo sé pero no hay razón por el cual brincar y despertarme de esas maneras, ahora fuera de mi cama que falta mucho para irnos

— Pero tía eres parte de mi plan, necesito agradecerles a mis papás y quiero que me ayudes en algo anda, afuera tú de la cama, corre

— Kilian... 5 minutos

— Nopi nopi, ni dos segundos más o haré que te levantes ya de forma distinta

— Está bien, está bien no hay porque recurrir a la violencia. Me dice en forma de rendición, por lo que se instala una sonrisa malvada al lograr mi cometido.

Se levanta tambaleante y se dirige a la puerta yo voy detrás de ella abrazando a  Rabito. Llegamos a la cocina.

— Bueno tía eres experta aquí por lo que requiero de tu ayuda

— Esto no me está gustando, siempre caigo ante ti Mounstrillo, pero anda dime qué quieres que cocine

— Investigué en internet con ayuda de Rita sobre recetas de Hot Cakes de chocolate y la más fácil y que requiere de cosas que tenemos aquí es está. Le susurré mostrando un dibujo que yo hice para copiar la receta, es magnífico uno de mis mejores dibujos sin duda.

— Mounstrito temo que eso nos sirva de algo. Murmuró aguantando la risa. — Mejor que te parece que voy a por mí teléfono y buscamos la que se vea más rica.

Asentí rápidamente. Salió de la cocina corriendo... Varias tazas de harina, huevos, leche y mil cosas más tarde, los hot cakes están listos.
Huelen exquisito y no dudo que a mi tía le hayan quedado muy pero que muy buenos. Al final para eso está estudiando.
Yo le ayudé en casi todo. Poniendo harina, buscando el chocolate, y por supuesto en decorarlos.
Agregué chantilly en forma de carita feliz y chispas de colores además no pueden faltar las frutillas picadas.

Mi tía dice que se ven desastre pero saben buenos, aunque para mí se ven maravillosos.
Con una sonrisa de triunfo salgo de la cocina en camino a el comedor, una vez que lo ordeno todo. Salgo de ahí pasando por la sala de estar y me adentro por los pasillos hasta llegar a la habitación de ellos. Me estiro un poquito para llevar a el picaporte una vez dentro sigo mi camino hasta llegar a su cama, esta vez no los despertaré como a mí tía.

Dónde surgen las almas ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora