Hola, mi nombre es Kageyama Tobio. Hace seis años mis almas gemelas me rechazaron, y perdí a mi abuelo y mi voz en un accidente de auto. Después de eso, me mude a Nagano y no volví a Miyagi hasta hace tres años. Me uní como manager al equipo de vóle...
-Tobio, ¿estás seguro de que no quieres que te lleve a tu facultad de camino a la mía? -Escuche a Sachiro preguntarme por cuarta vez.
"No, Sachiro." Le conteste con lenguaje de señas. "Por favor, te puedo asegurar que voy a estar bien yendo solo caminando."
-De acuerdo, de acuerdo. -Afirmo, levantando las manos. -Es que me preocupas. Tokio no es como Nagano o Miyagi. –
"Lo sé, pero estaré bien." Le asegure y me levante de la mesa. "Ya me voy, ten un gran día en la universidad."
-Igual tú. -Me saludo.
Salí de nuestro complejo de departamentos con mi bolso colgando contra mi cadera. Hoy es mi primer día en la universidad y estoy algo nervioso, no sé si aquí me encontrare con alguien de Miyagi o estaré solo... Ken me dijo que está en el mismo campus, solo que estudiando en la facultad de informática y la de administración de empresas, por lo que, supongo que estará muy ocupado. Solo a él se le ocurre estudiar dos carreras al mismo tiempo y abrir un canal de YouTube para divertirse...
Kaashi, en cambio, está estudiando en la facultad de gastronomía, la cual tiene base en otra instalación, por lo que nunca nos podríamos cruzar. Su campus está cerca del gimnasio metropolitano de Tokio, mientras que el mío se encuentra más cerca del centro de la ciudad.
Ahora que lo pienso, la facultad de Kourai también está en el campus al que asiste Kaashi... Kourai, espero que le este yendo bien. El año pasado casi se agarra a golpes con dos compañeros, según me contó Sachiro. Hay que tener ganas de meterse en problemas...
Un bocinazo me hizo pegar un brinco, y mire hacia mi costado... ¿Ken? ¿Es eso un Mustang nuevo?
-Hola, Tobio. -Mi amigo bajo el vidrió de su ventanilla y me saludo.
"¿Qué... es eso?" Cuestione con lenguaje de señas.
-Mi auto. -Me respondió. -Sube, te llevó. –
Con curiosidad abrí la puerta del copiloto y me subí.
"¿Desde cuando tienes un auto?" Pregunte.
-Desde que mi padre me lo trajo hace una semana de un viaje que hizo a Caracas. -Me contó, comenzando a conducir. -Bonito, ¿verdad? ... A Keiji casi le dio un infarto cuando lo vio. –
¿Y cómo es que no le daría un infarto? ¿Qué este no es uno de los autos más lujosos y caros que existen en el mundo? Como se nota que la familia de Ken tiene dinero de sobra...
El camino a la facultad fue en silencio, pero principalmente creo que se debió a que yo no puedo usar lenguaje de señas mientras mi compañero conduce y a que a él no le gusta hablar solo.
Apenas llegamos, me baje y enganche mi brazo con el de Ken, quien comenzó a caminar y jugar con su consola al mismo tiempo.
Los dos juntos caminamos por varios pasillos antes de separarnos, declarando que nos veríamos en la cafetería a la hora del almuerzo. Bien, veamos como me va en mi primera clase.
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De acuerdo, las clases fueron bastante introductorias, aunque... ¡Qué manera de encargarme fotocopias! Si es así todo el año, voy a necesitar conseguirme una máquina de anillados para poder acomodar todo el material de trabajo...
¿Por dónde estaba la cafetería?... Ken dijo que doblara a la izquierda en el aula 67 de la facultad de Informática, pero... no tengo ni idea de en que parte estoy... ¿Debería pedir ayuda a alguien? Tal vez a algún chico del centro de estudiantes, son muy amables, y... no veo a ninguno por aquí... ¡Oh, allá está...! No... no puede ser... ¿Kunimi?...
Doy un par de pasos, pero ya no veo a la persona que vislumbre. Tal vez estoy paranoico, ¿por qué estaría Kunimi aquí? Con lo flojo que es, debe haberse quedado estudiando en la pequeña universidad de Miyagi... ¿verdad?
- ¡Tobio! -Escucho a alguien llamarme y me doy la vuelta.
"¡Ken! Gracias al cielo, ya estaba entrando en pánico." Le dije con lenguaje de señas.
-Lo siento, me retrase por un profesor. ¿Estás bien? -Me miro con preocupación. -Te ves algo pálido. –
"No... no es nada. Creí ver a alguien, pero supongo que me equivoque." Me excuse. "Vamos a almorzar. Sachiro me hizo un bento divino."
-Sí, vamos. -Ken engancho su brazo con el mío y ambos nos apresuramos a la cafetería.
Seguro debí equivocarme. Si Kunimi estuviera aquí lo sabría, lo habría sentido por mi marca. Aún mantengo la pared en el vínculo, pero sin el rechazo, cuando mis almas gemelas están cerca mi marca comienza a generar calidez... Si hubiera sido Kunimi yo debería haber sentido algo. Fue solo una confusión... sí, solo un error...
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¡Hola, Lectores! Espero que todos esten bien, aca les traígo un nuevo capítulo y vengo a decirles que, sé que tengo muchas historias a la mitad. Por ahora, me voy a centrar en terminar estás tres:
-15 Historias de Kageyama Pasivo.
-Amor silencioso: Reescribiendo las estrellas.
- ¿Quién miente más? Somos tal para cual.
La que me quedá va a seguir en pausa hasta que termine por lo menos dos de estás tres, junto con Amados enemigos, que es una historia que elimine porque iba a reescribir. Aclaro esto porque me han preguntado cuando las voy a continuar, lo hare pronto, lo prometo.
