Capítulo 18: Te queremos, nada va a cambiar eso.

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El viaje de regreso desde Osaka fue muy tranquilo, me senté junto a Daichi-san y ambos escuchamos música hasta dormirnos. Sinceramente, ya no me avergüenzo de terminar recostado contra él, es una costumbre que no se me quita y con la que no puedo lidiar. De todas formas, a él le parece adorable...

-Kageyama... Kageyama... -Me despertó moviéndome suavemente. -Ya casi llegamos. –

"¿Enserio? Que rápido." Comente, desperezándome.

-No fue rápido, dormiste como seis horas. -Daichi-san se rio y le sonreí. -Realmente te gusta dormir sobre mi hombro. –

"Es que eres muy cómodo... como..." Me detuve en ese momento. No... No es posible... Yo... ¿Cómo... cómo no lo note antes?

- ¿Cómo qué? -Mi ex sempai me cuestiono.

"Como... Kindaichi. Me recuerdas a Kindaichi... cuando aún nos queríamos." Le respondí, pero... es más que eso. ¿Cómo pude no notarlo antes? No solo me recuerda a él en su forma de ser, también... también es la sensación... la sensación de estar completo... ¿Por qué?...

- ¿Enserio?... ¿Kageyama? -Me voltee para verlo. - ¿Estás bien? ¿Dije algo malo? –

"No... solo..." Negué, desconcertado. "¿Cómo te sientes cuando estás conmigo?"

- ¿Cómo me siento? -Repitió, confundido. -Bien, supongo... Es agradable, yo te entiendo y tu a mí, y... creo que hacemos un buen equipo... No sé si es a eso a lo que te refieres... -

"¿Te sientes completo? Cuando estás conmigo, ¿sientes como si encajaras en algo?" Cuestione, mirándolo seriamente.

- ¡Sí! ¿Cómo lo sabes? -Asintió y yo quise correr.

Yo... yo pensé que ya no me sentía completo con Kindaichi porque no encajábamos juntos, pero... pero encajo con Daichi-san, y esto... ¿esto qué significa?

-Vaya, creí que Akaashi y yo éramos los únicos que lo notábamos. -Daichi-san comentó y yo me quedé helado.

¿Kaashi? Bueno, si es cierto que me llevó bien con él, y... y nos entendemos... y estar a su lado me recuerda... me recuerda a Akira antes del rechazo, y... y también me siento completo a su lado... ¿Por qué?... ¿Qué significa esto?... ¡¿A qué diablos estás jugando, Destino?!

Durante el aterrizaje del avión y el regreso a casa en auto, no volví a decir nada con mis manos. "Odiados por el destino", así fue como nos llamamos. ¡Ja! Creo que eso es poco.

-Tobio

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-Tobio. -Hajime me envolvió en un abrazo ni bien abrió la puerta. - ¿Cómo te fue? ¿Estás bien? Pasa, Akira está preparando café. –

"Me fue bien, estoy bien y les traje regalos." Conteste, sonriendo. No hay nada como volver y recibir el afecto de tus almas gemelas que te hacen sentir cálido por dentro.

Amor Silencioso: Reescribiendo las estrellasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora