Capítulo 5: Hogar... ¿dulce hogar?

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No puedo creer que Oikawa-san este haciendo la misma carrera que yo, y encima vive en la misma ciudad... espero que Ken no se entere pronto o podría tener un ex destinado menos. Aunque... no es... como que eso realmente fuese muy malo...

Prácticamente salí corriendo del salón ni bien termino la clase. Espero no tener que encontrarme con Oikawa-san seguido, y... Alto. Si Oikawa-san está en Tokio... eso significa que los demás no pueden estar muy lejos... Sinceramente, ¿qué he hecho en mi vida anterior para tener tanta mala suerte? Finalmente creo estar listo para seguir adelante con mi vida amorosa, y como por arte de magia, mis ex almas gemelas aparecen de nuevo. Esto no podría ser peor...

- ¿Kageyama? -Y... si puede ser peor.

Ni siquiera necesite levantar la vista para saber que, frente a mí, está Kindaichi.

- ¿Kageyama? ¿Qué...? -Él me miro con sorpresa.

No tarde ni dos segundos en sacar mi pizarrón de mi bolso y empecé a escribir, suponiendo que esperaría.

"Hola, Kindaichi."

-Hola. -Trato de sonreír. - ¿Qué haces aquí? –

"Aquí estudio." Escribí rápidamente en mi pizarrón y lo volteé.

-Oh, es genial. -Asiente. -Yo también estudio aquí. –

"Es bueno saberlo." 

-Oye, tú... ¿crees que podríamos salir un día? ¿con Akira? -Puedo ver lo nervioso que está. -Él... realmente te extraña y está muy arrepentido. Yo también... ¿sería posible? –

¿Salir? ¿Juntos?... Yo...

"Tengo que pensarlo, y ya debo irme. Adiós, Kindaichi." Escribí en mi pizarrón y se lo mostré.

Ni bien vi que iba a decirme algo, salí corriendo directo hacia Ken, que venía caminando por un pasillo con su consola.

Durante el resto de mis clases, no pude evitar pensar en la propuesta de Kindaichi. Mucho menos considerando que cada vez que comenzaba a caminar por el campus, lo veía a lo lejos a él o a Oikawa-san.

Estuve tan preocupado de llegar a encontrarme con alguno a la salida de la facultad, que le envié un mensaje a Sachiro para que viniera a buscarme.

-Aún me sorprende que me dijeras que querías que viniera por ti. -Repitió todo el camino a casa.

Apenas entre por la puerta, el olor a quemado me recibió y de inmediato corrí a la cocina. Un dato muy importante a tener en cuenta: jamás dejar a Kourai cerca de una cocina sin supervisión.

-Kourai, ¿qué te dije de intentar cocinar? No puedes hacerlo. -Escuche a Sachiro regañarlo, olvidándome de mis problemas. -Ya es la cuarta olla que fundes tratando de hacer arroz...-

La reprimenda a mi mejor amigo duro casi media hora, y Sachiro lo hizo sentarse en el sofá y reflexionar sin poder mirar televisión hasta que él pudiera terminar de preparar la cena.

-No es justo. -Kourai mascullo, enfurruñado.

"Podría haber sido peor." Declare con lenguaje de señas. "Al menos está vez no dañaste el horno."

-Si pudiera practicar más, sería bueno en la cocina. -Me dijo.

"Kourai, tu madre intento enseñarte a cocinar y falló. Sachiro intento enseñarte a cocinar y falló. ¡Yo intenté enseñarte a cocinar y fallé! Creo que es hora de que te des cuenta de que quizás cocinar no sea una de tus virtudes... a menos que intentes matar a alguien."

-Pero quiero ayudar en los quehaceres de la casa. -Me replico con un puchero.

"Ya ayudas en los quehaceres. Limpias los platos, me ayudas a lavar el piso una vez a la semana, haces las compras y pones la ropa a lavar cuando nadie más se acuerda de hacerlo."

-Pongo la ropa a lavar porque necesito mi ropa de entrenamiento limpia. -Él argumento. -Pero supongo que hago bastante... aunque no creo que sea capaz de matar a nadie con mi cocina. –

"Qué lástima porque iba a pedirte si podías quitarme de encima a mis almas gemelas ahora que sé que están estudiando en el mismo campus que yo." Bromee. Es una lastima que mi mejor amigo no se lo tomara como algo gracioso.

- ¡¿Cómo que tus almas gemelas van a tu universidad?! -Exclamo, saltando del sofá. - ¡¿Por qué no me lo dijiste antes?! ¡Los voy a matar! –

"¡No! ¡No! ¡No!" Comencé a negar con lenguaje de señas. "Kourai, mira... me encontré con dos de ellos hoy, y sí, van a mi misma universidad, pero... está bien, no es tan importante."

- ¡¿Cómo que no es importante?! -Mi mejor amigo me miro como si estuviera loco.

- ¿Qué es todo este griterío? -Sachiro apareció por la puerta de la cocina.

Ay, creo que volver a casa no fue la mejor opción... ¿en qué me metí? 

¡Hola Lectores! Espero que este capítulo les haya gustado

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¡Hola Lectores! Espero que este capítulo les haya gustado. Como algunos imagino que sabrán, ya esta publicado el final de "¿Quién miente más? Somos tal para cual", por lo tanto, pronto empezare con una nueva historia. Aun estoy decidiendo, pero creo que volvere a publicar "Amados enemigos", así que, atentos a mis publicaciones. 

Saludos. 

Amor Silencioso: Reescribiendo las estrellasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora