Siempre te has esforzado más en sobrevivir y mantenerte con vida después de la desaparición de tus padres, pero ahora solo una pregunta ronda por tu cabeza ¿Que sientes? eso te lo preguntas cada vez que estás con dos chicos que conociste en diferent...
Mientras seguías en tus sueños podías oír algunos golpes, susurros, algunas risas y burlas, no sabías con claridad que o quienes eran, pero seguiste descansando.
Realmente estabas muy cansada y no te ibas a levantar por oír solo ruidos, quizás eran personas de otros cuartos, por ahora no te importaba. . . . . . . . . . . . . . . . . .
Era de mañana, te habías levantado por los rayos de sol que llegaban a tu cara.
Lentamente empezaste a levantarte de la cama, seguías con tu pijama puesta.
Viste tu entorno, no había nada raro, así que te levantaste para poder abrir las cortinas completamente de la ventana.
Mientras lo hacías podías observar que la habitación era realmente grande, ayer no la habías visto muy bien, ni te habías dado cuenta que en donde dormías era solo un cuarto y afuera estaba la cocina y una sala.
Entonces sin cambiarte de ropa te dirigias a ver la cocina y la sala, entonces abriste la puerta para poder salir de ese cuarto y llegar a el otro.
Cuando lo hiciste te sorprendió completamente, era como un departamento completamente grande esta habitación de hotel, empezabas a creer que era muy caro en donde se hospedaban.
Pero mientras pensabas eso te acordaste de Scaramouche, todavía no había regresado.
Querías salir a buscarlo, pero te acordaste que te dijo que no salieras de aquí, así que no tenías otra de obedecer a sus órdenes.
Cuando ibas a regresar a tu la recámara observarte algo, más bien a alguien sentado en el sillón de la sala mientras leía al parecer un libro y eso tapaba completamente su cara.
Lo miraste.
Estabas a punto de gritar, pero al parecer no te había visto todavía, así que decidiste fingir que no lo veías.
Tu plan era fácil, fingir que no lo veías para nada y llegar a la cocina agarrar algo con que defenderte por si llegaba a pasar algo, lo demás aún no lo tenías planeado pero eso era lo esencial.
Así que decidida empezaste a poner en marcha tu plan.
Diste el primer paso girando hacia la cocina, pero al segundo el habló.
- Detente ahí - dijo.
Te detienes y giras a mirarlo.
Podías verlo ahora sí, poco a poco empezó a retirar el libro que leía de su cara y lo observarte.
Él se levantó para ir hacía a ti, pero tú caminas hacia atrás y agarraste un cuchillo que estaba en la cocina y se lo apuntaste.
- ¡Aléjate ahora mismo! - lo amenazas.
El detuvo su paso y empezó a reír.
No entendías el porque, pero no le tenías miedo.
Seguía riendo, pero no decía aún nada.
Después volvió en si y te habló
- Así que tú eres la nueva mascota de Scaramouche ¿no? - habló.
- ¿Eh? - dices confundida.
- Para empezar yo no soy la mascota de nadie y aparte ¿quien ese tal Scaramouche? - hablas molesta.
Entonces volvió a reír.
Te sentías confundida por todo lo que te estaba diciendo esa persona rara y sobre todo, él que hacía aquí.
- ¿T-tu quien eres para empezar? - preguntaste aún amenazándolo con el cuchillo.
- Yo, yo soy el Childe o también Tartaglia, un GRAN amigo de tu novio - habló muy alegré.
Solo lo miraste.
- Que... - dices no podías creer que este loco fuera amigo de Scaramouche.
Entonces observarte como otra vez avanzaba hacía a ti.
- ¡Hey, alto, t-te dije que no te acecaras más! - dices
Entonces te pones en posición de defensa, tendrías que pelear contra él, pero ves que tienes una visión hydro, no podías contra algo así, tenías que escapar.
- Así que vamos a pelear... ¡que divertido!, podré probar mis habilidades de combate con tu cuerpo, te aseguro que no perderé, ¡así que da lo mejor de ti misma! - habló emocionado y seguro de si mismo.
Si de por si pensabas que estaba mal, ahora pensabas que era un psicópata, si o si tenías que salir de ahí.
Cuando se acercó lo suficiente a ti, espero a que dieras el primer paso tu, podía ser lo que tú quisieras, pero siempre caballeroso.
Así que fuiste hacia el, pero justo cuando viste que te iba a atacar sueltas el cuchillo y cambiaste de dirección hacia la puerta para salir de la habitación del hotel.
- "Maldición" - pensó, te había asustado y saliste corriendo, Scaramouche le había ordenado que no salieras de la habitación.
No es que le diera miedo Scaramouche, pero se le dio una tarea y no podía incumplirla.
Solo imagínense que llegue el gran undécimo de los fatui, Tartaglia, y no haya cumplido con una tarea tan fácil, la cual era cuidar de una chica y no cualquiera, si no la joven del sexto.
Él nunca deja una misión sin cumplir, si no su camino para conquistar el mundo no serviría.
Y sin pensarlo mucho salió directo a perseguirte para poder atraparte y traerte de vuelta.
No te iba a dejar escapar.
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Este es el siguiente capítulo.
Espero que les haya gustado y espero que lo hayan disfrutado mucho.
