- Junto a ti - (Venti x Lectora) (Scaramouche x Lectora)

Capítulo 19 "Cita amorosa" (Parte 1)

Agarraste la mano de Venti.

Entonces se dirigieron a la estatua de Barbatos la cuál estaba muy cerca, solo tenían que bajar las escaleras de la catedral.

- Bien -___- sígueme - dijo a lo cual fuiste obediente.

Bajaron esas escaleras y llegaron a la estatua.

- ¿Vez la manos de Barbatos? - dijo Venti.

- Este si, si las veo - le dices.

- Subamos - ahora dice Venti.

Te quedas estática, no pensaste que está fuera su idea, pero ese no era el problema.

- Venti... - dijiste.

- ¿Algún problema -___-? - pregunto Venti a punto de empezar a escalar.

- Venti yo no puedo escalar, tengo un brazo roto - dices.

Venti solo te volteo a ver, no se acordaba de tu situación.

- Oh! Cierto jajaja.

- Entonces yo te llevaré - dice muy energético.

- ¿Cómo? - preguntaste dudosa de saber si era lo que tú creías.

- Si -___- , ¡súbete en mi espalda! - dijo.

- ... - no dijiste nada.

No es que creas que no puede, solo que su cuerpo no está compuesto para la fuerza que se necesita al cargarte a ti.

- Venti no creo que... - dijiste pero Venti te interrumpió.

Fue cuando en un movimiento rápido Venti te puso sobre su espalda asi cargando de ti de caballito.

- ¡Venti! - exclamas.

- Ehe! - rió.

- ¡Venti, mejor no hay que escalar! - le exclamas preocupada otra vez.

- -___-, agárrate bien de mi - dice.

- ¡Venti espera! - hablas pero el empieza a subir.

Cuando venti empezó a subir en la estatua por instinto tu te aferras con fuerza en él para no caer.

Miraste hacia abajo para saber que tan alejados estaban del piso, lo cual te sorprendió porque ya iban muy arriba, no pensaste que Venti tuviera tanta fuerza.

- Venti, ¿seguro que si puedes? - preguntaste preocupada.

- Claro que puedo -___- - dijo concentrado.

Y si, él tenía razón, después de todo el era un Arconte claro que cargarte a ti no requería ningún esfuerzo.

- "¿De dónde saca tanta fuerza?" - pensaste.

De repente sientes como si te estuvieras cayendo para abajo aún aferrada a Venti.

Cerraste los ojos del susto pero entonces sientes que sigue escalando Venti y los vuelves a abrir.

- ¿Te espantaste? - pregunto burlándose de ti.

Entonces notaste que lo había hecho a propósito.

- No hagas eso, me asustaste - dijiste.

Venti ya no respondió solo se dedicó a seguir subiendo.

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- Ves, ya llegamos no tenías de que preocuparte - dijo.

- Ahora solo hay que pasar hacia allá - hablo señalando en donde estaban las manos de la estatua.