Estaba tan absorta en mi trabajo que no me di cuenta la hora. Sería las once de la noche.
Y los ojos me pesan.
De pronto miro hacia la oficina del accionista y todavía estaba ahí.
Parece que el Conde Drácula nunca duerme pensé.
Decidí avanzar un poco más hasta la medianoche y hacer religiosamente mi copia de respaldo tanto en mi equipo como en el servidor.
Comencé a guardar mis cosas y salir a buscar un taxi.
Cuando salí del edificio el aire afuera era gélido, comencé a temblar. No se veía ningún taxi a la vista.
Habré estado unos quince minutos a la intemperie cuando de pronto vi uno.
Alcé mi mano para que me viera y se detuviera a recogerme. Me subí con gusto, adentro el aire era más cálido, le di la dirección de mi casa y el auto se puso en marcha.
Vi que el taxista movía mucho la cabeza mirando el espejo retrovisor, pero no me estaba mirando a mí, pasaron varias cuadras y seguía mirando hacia atrás insistentemente.
— ¿Pasa algo señor? — le pregunté curiosa
— No lo sé, hace rato que veo un auto detrás nuestro como si nos estuviera siguiendo. — dijo el taxista
— Será que este recorrido es muy común — dije por tratar de dar una explicación lógica
— No lo sé, pero de todas formas cuando lleguemos a su destino voy a esperar a que entre a su casa y luego me voy — dijo el taxista
— Gracias usted es muy amable.
Comencé a preocuparme un poco nunca había pasado que un taxista se sintiera perseguido, me sentí un poco insegura.
Cuando llegamos a mi casa le di el dinero y le di nuevamente las gracias por esperar a que entrara. Me bajé rápidamente del taxi busqué nerviosa la llave y luego entre, procuré cerrar bien la puerta y todas las ventanas. Apagué la luz para tratar de ver si había algún auto abajo ya que mi pequeño departamento se encontraba en el segundo piso.
Me angustió ver que un auto oscuro estaba estacionado y no se movía, habré estado a lo menos diez minutos mirando en la oscuridad, pero nadie bajaba ni subida del auto.
No pude evitar que mi corazón se acelere por el miedo. Sabía que esté barrio era peligroso, pero en realidad yo no tenía nada valioso que pudieran robar y eso me preocupaba mucho.
Que tal si se intentaban meter y al ver que no tenía nada de valor se desquitaran conmigo. A una anciana que vivía a unas cuadras la dejaron muerta de varios disparos.
Tras varios minutos angustiantes en la oscuridad, mis ojos miraban temerosos que ese auto negro de la misma forma silenciosa que se estacionó y estuvo varios minutos sin hacer absolutamente nada, de la misma forma se fue.
Después de este susto me quedaba claro que era imperativo luchar por conservar ese trabajo y poder por fin mudarme a un lugar más seguro. Aunque tuviera que trabajar el doble.
Me esforzaré por ser invisible, para que el accionista no tuviera motivos para querer echarme o por lo menos hasta que encontrara otra oportunidad con la misma remuneración y así poder retirarme en paz y no porque él me haya despedido.
Sonó la alarma del reloj y parecía que no había descansado nada.
Tuve que hacer un gran esfuerzo para poder levantarme meterme en la ducha y volver a tomar un café muy fuerte.
Me vestí, me maquillé lo más rápido que pude y me dispuse a llegar pronto a la oficina.
Al entrar saludé a todos rápidamente y encendí el equipo y me puse a trabajar.
El accionista ya estaba en su oficina. Hablaba con alguien por teléfono y como si no tuviera otro lugar donde mirar mientras hablaba, sus ojos estaban directamente sobre mí.
Sabía que era para presionarme, para que me apurara. Así que traté de ignorarlo y puse todo mi empeño en concentrarme. Tan pronto iba avanzando dejaba respaldos de todo lo que hacía, para que esta vez no se perdiera nada. Incluso chequee mi equipo para ver si había algún tipo de virus. Pero estaba completamente limpio.
Llegó la hora del almuerzo y Victoria y Rita pasaron por mí.
— No puedo creer lo que te pasó July — dijo Victoria — te juro que no sé cómo lo soportaste sin desmayarte.
— Sí me hubiese pasado a mí me muero ahí mismo tengo un corazón débil— dijo Rita
— Ahora tengo que hacer horas extras, estoy trabajando a full para tratar de reponer todo lo que se perdió en tiempo récord — dije un poco cansada.
— Por suerte el jefe te ayudo — dijo Victoria
— Si realmente siento pena por él, que haya tenido que intervenir por mí ante ese hombre arrogante — dije molesta
— Si pudiera ayudarte lo haría, pero sabes que no manejo tus herramientas — dijo Victoria
— No te preocupes todo va a salir bien, son solo unos días de trabajo muy duro luego vuelvo a la normalidad — le respondí agradecida
La verdad estaba cansada y solo había pasado un día. Se me había quitado hasta el hambre.
— No vas a terminar eso July— dijo Rita
— La verdad estoy comiendo a la fuerza
— Debes comer para tener energías de lo contrario te costará más concentrarte — dijo Rita
Así que sin tener ganas me puse la comida en la boca y a la fuerza tragué.
Estaba de lo más concentrada avanzando lo más rápido que podía.
Cuando siento que alguien entra a mi oficina, otra vez el accionista.
— ¿Cómo vamos? — me dijo presionándome
— Estoy avanzando bien en pocos días voy a recuperar lo que se perdió — respondí
— ¿Piensas estar todos estos días hasta las doce de la noche? — me preguntó como dudando
— Si — respondí sin saber porque hacia esa pregunta
— ¿Y tu familia no te reclama que estés todo el día fuera? — me preguntó mirándome directo a los ojos
No tenía idea porque me estaba preguntando por mi familia, pero le contesté de todas maneras.
— Vivo sola no pasa nada si estoy todo el día fuera
Ladeó su cabeza como si estuviese meditando algo, pero no decía nada.
— Trata de no perder el tiempo — me ordenó antes de salir
Las preguntas que me hacía eran tan enigmáticas como sus expresiones, primero me preguntaba si mi familia se molestaría por mi ausencia, luego me presionaba para que me apurara lo que significaba más horas extras. En realidad, no entendía a este hombre.
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Me enamoré del feíto
RomanceEsta historia de amor no es como cualquier otra. Pues en su mayoría tratan de bellas damiselas y apuestos príncipes, que están destinados a estar juntos por sobre todas las cosas. Y se olvidan que los feos también se enamoran, se obsesionan, se apas...