Beso
Su segunda cita fue un viernes por la noche, en un restaurante italiano, se veía muy romántico a la luz de las velas y con un suave violín de fondo dándole ambiente al lugar. Todo planeado por Severus, que por un segundo temió que fuera demasiado, pero cuando vio la sonrisa coqueta de Tom todo su temor terminó.La noche transcurrió con tranquilidad, sin encuentros desagradables. Hablaron de sus trabajos, Severus le contó de los hechizos que creo mientras estudiaba y que gracias a ellos ahora podía abrir su propio negoció, por su puesto Tom no dudó en halagarlo y mostrarse encantado con su talento. Por su parte Tom le contó de su trabajo en el ministerio, los diferentes departamentos donde estuvo y que actualmente se encontraba en el área de finanzas, cosa que sorprendido bastante al pelinegro.
—¿Por qué finanzas y no auror o cualquier otro departamento donde tú encanto y habilidades destaquen? —cuestionó Severus
—Mi objetivo es ser ministro de magia. Ciertamente en otro departamento podría destacar más rápido y subir de puesto a gran velocidad, pero encanto y habilidad solo son una parte del trabajo, necesito conocer a fondo como funciona el ministerio antes de decidir tomar las riendas.
—Simplemente llegarás y tomarás el puesto, ¿así de sencillo?
—No, antes habrán aburridos trámites burocráticos y tendré que dejar creer a los demás que ellos me eligieron para el puesto.
Ante esas respuestas esta vez fue Severus quien se sintió encantado por su ingenió y ambición, pocas personas lograban tal efecto en él y Tom ya había logrado buenas impresiones en dos ocasiones.
Ese fue el momento en que lo supo, quizás ni siquiera conocía una cuarta parte de lo que era Tom, sin embargo no tenía ninguna duda de que si alguien podía enamorarlo algún día, ese sería el hombre que tenía sentado justo enfrente de él. Un pensamiento precipitado sin duda y al mismo tiempo una verdad innegable.
La velada por desgracia terminó, era momento de que ambos partieran a sus casas, Tom se acercó para despedirse, Severus se dio cuenta que no tenía ninguna intensión de besarlo, simplemente le diría hasta pronto. Cosa que no estaba dispuesto a permitir, necesitaba saber si la química que tenían iba más allá de sus charlas, si en lo físico se complementarían de la misma manera.
Lo tomo desprevenido cuando sujeto sus mejillas y corto la distancia entre sus labios.
Por ser el primer beso Severus pudo esperar incomodidad, torpeza e incluso que fuera muy malo, sin embargo no esperaba ser besado tan delicadamente, ser sostenido como si en cualquier momento se fuera a romper, no esperaba un beso tan dulce y perfecto.
Nunca nadie lo había besado de esa forma.
No fue consiente de que dejo de respirar hasta que se separaron. Con las mejillas rojas y la respiración inestable, lo soltó y se alejó lo suficiente para desaparecerse.
—Buenas noches, Tom.
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Aprendiendo a enamorarnos
FanficUn destello lo llevo a aquella tienda en el callejón Diagon, lo que lo mantuvo ahí fue el chico de piel pálida y ojos hermosos. Solo compartieron un par de palabras y eso fue suficiente para que Tom quedará completamente flechado. Quizás el destino...