Cursi
Severus nunca pensó en si mismo como una de esas personas cursis, incluso se atrevía a asegurar que nunca sería así y ahora veía cuán equivocado estuvo.
En el pasado le gustaron chicos y con ninguno tuvo la molesta e innecesaria necesidad de ser cursi, tierno y mimoso. Hubo quienes lo pretendieron, le mandaron cartas empalagosas, chocolates y quién sabe que más detalles, aunque los aceptaba, todos le parecían tonterías.
Pero ahora aquí estaba, en pleno viernes por la noche colgado del cuello de Tom, siendo sujetando de la cintura y recibiendo mimos, ya fueran besos en su rostro o frases en su oído.
—Eres hermoso.
—Me gustas tanto.
—Ni siquiera una estrella brilla como tú.
—Estoy loco por ti.
No estaba seguro como empezó aquella situación, recordaba vagamente que Tom llegó a su tienda unos minutos después de haberle enviado una carta, donde le contaba que deseaba caminar a casa está noche y el ojiverde insistió en acompañarlo ya que era peligroso andar solo por la noche. Antes de partir le robó un beso y mientras era besado con dulzura y delicadeza, se dio cuenta que muy poco le importaba si ese hombre era mimoso, cursi y empalagoso con él, deseaba ser el único que disfrutará de esa faceta de él, porque estaba muy consciente de que Tom Riddle era alguien de temer, incluso peligroso si te metes en su camino.
Definitivamente ese hombre iba a enamorarlo más rápido de lo que imaginó.
[Aunque no lo crean es una gran coincidencia que esté capitulo sea publicado un viernes y este situado en un viernes. Hace semanas que lo escribí. Curioso ¿verdad?]
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Aprendiendo a enamorarnos
FanfictionUn destello lo llevo a aquella tienda en el callejón Diagon, lo que lo mantuvo ahí fue el chico de piel pálida y ojos hermosos. Solo compartieron un par de palabras y eso fue suficiente para que Tom quedará completamente flechado. Quizás el destino...