Capítulo 19

523 111 0
                                    

Fiesta de compromiso

Tom examinaba todo el lugar con detenimiento, ni siquiera cruzaron la puerta del restaurante donde se llevaba a cabo la cena previa a la boda y ya se habían encontrado con algunas de las personas más influyentes del ministerio. Severus le había explicado antes de llegar que sus amigos solo eran el matrimonio Malfoy, Rabastan Lestrange hermano del novio y Regulus Black primo de la novia.

Antes de poder ir en busca de los amigos de su novio felicitaron a los anfitriones por sus próximas nupcias, aunque hubiera sido más apropiado darles el pésame en vista de las expresiones amargas que ambos tenían. Severus no comentó nada al respecto y Tom no preguntó, no era asunto suyo.

—Severus, —Narcissa apareció de la nada enfrente de ellos —necesito que me ayudes. Regulus llegó llorando, lo he llevado a los baños, pero no quiere hablar con nadie. Y alguien tiene que sacar de las cocinas a Rabastan, se ha propuesto beber todo el vino que hay, es importante que mañana este sobrio y sin resaca.

—¿Y Lucius?

—Entreteniendo a mis padres y a mi tíos.

Severus maldijo en voz baja y su rostro se contrajo, era obvio que no sabía dónde ir primero —yo iré con el señor Lestrange, —intervino Tom —lo tendrán en su asiento completamente sobrio antes de que la cena comience.

—Rabastan es…

Antes de que pudiera terminar la oración lo interrumpió —no te preocupes, ve con tu amigo, yo me encargo.

Finalmente asintió —Narcissa, regresa con Lucius, estaremos todos listos para cuando la cena comience —los tres tomaron rumbos diferentes

Pocos minutos después se encontró en la cocina, no le tomó demasiado dar con Rabastan, se encontraba sentado en una esquina, bebiendo directamente de una botella y fulminando con la mirada a cualquiera que lo observara más de dos segundos.

Caminó hasta quedar enfrente de él —Señor Lestrange, es una pena conocerlo en tan lamentable estado.

El aludido gruño antes de responder —no me interesa conocer a nadie está noche.

—Supongo que si hubiera tomado dos botellas de vino como si fueran agua, pensaría lo mismo.

—Escucha, no me interesa el motivo por el que estás aquí, solo quiero beber solo.

—Eso no es beber, es un patético intento de ahogar tus penas en alcohol. —La mira furiosa en Rabastan le indico que había acertado, —mira tienes tres opciones; uno te desahogas conmigo, cuando termines te doy un consejo y regresamos a la cena, dos dejas esa botella sin protestar, te enjuagas la cara con agua y regresamos a la cena, tres te lanzo un imperio y regresamos a la cena.

Su frente se frunció —no puedes hablar en serio, el ministro de magia junto a otros miembros del ministerio están cerca, te mandarán a Azkaban.

—Primero tendrían que sospechar de mí y no lo harán, me llevó bien con todos esos hombres, muchos me han ofrecido en incontables veces su apoyo en mi carrera política.

—Estás loco.

 Tom se encogió de hombros —¿podrías elegir una opción? si no te importa deseo regresar con mi novio lo antes posible.

—¿Por qué tanto interés en mí?

—Eres amigo de mi novio, Severus y le dije que regresarías antes de que comenzará la cena.

—¿Desde cuándo salen?

—Dos semanas.

—¿Él está consciente de tu encantadora personalidad?

Tom se rio —por supuesto.

Comenzó a caminar a las puertas de la cocina, enseguida Rabastan se levantó y lo siguió haciendo más preguntas, que Tom respondió con paciencia mientras lo guiaba a las mesas.

Aprendiendo a enamorarnosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora