protegiendo a un pequeño

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Narro yo

Lucia se fue con algo en mente, buscar un departamento y comer como cerdo, aún que lo último era inevitable, no había podido comer en casi un día completo, así que si alguien tenía a su cerebro de vacaciones, diga adiós a su comida que nuestra prota se lo quita.

Ya pasando un hora por fin llegó a un departamento que estaba libre, por alguna razón algunos estaban ocupados... Aún que nuestra prota no le interesaba.

El que encontró por alguna razón no era tan recurrido por lo que vio, no era feo, la dueña era alguien amable, así que no entendía pero mejor lo ignoro.

Apenas entró a la habitación se tiró a la cama cansada, esperando que su estómago no la comiera primero.

Ya tomando fuerzas se fue a buscar un lugar para comer, la verdad estaba indecisa, los lugares estaban llenos pero por suerte encontró un puesto de ramen que le resultó curiosamente familiar.

Narra la prota

Me había puesto a pensar por qué lo sentía familiar, asta que una cachetada mental me golpeó, era donde Naruto comía.

Estaba nerviosa, feliz y hambrienta.

Primero no quería meterme con nadie de este mundo y más con los personajes principales, si no eres chetado asta en el trasero no sobrevivirás.

Segundo, era ichiraku ramen! Maldición! era el puesto que cualquier Otaku quisiera visitar, quien le diga no a querer comer aquí, no es digno de llamarse Otaku.

Y tercero, me estoy muriendo de hambre! así que mí pansa tomo la última palabra, así entrando como si fuera que no me importaría matar por comer ahí, lo cual es verdad.

Entre con cara serena, me senté como si no fuera gran cosa pero por dentro me moría de felicidad, nunca creí decir esto pero no fue tan malo llegar aquí.

Ahí estaba, el gran teuchi preguntando que es lo que quería pedir y yo como toda fanática dije...

Naruto_ teuchi

Lucia y Naruto_ un miso ramen! (Felices)

Naruto_ eh? (La mira)

Lucia_ eh? (Lo mira con cara curiosa pero por dentro ) * eeeeh?!* (Gritando internamente)

Narro yo

Luego de que pasará esa sorpresa para nuestra prota, estaba comiendo junto a un pequeño sol, sus ojos azules, sus mariquitas en las mejillas, nuestra prota sentía que moriría de diabetes y esta vez no por comer mucho chocolates.

Si no mírenlo, si está hermoso.

Mientras que nuestro pequeño naru no paraba de ver a la prota, era la primera mujer que no la miraba con desprecio o se iba a penas lo tenía cerca

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Mientras que nuestro pequeño naru no paraba de ver a la prota, era la primera mujer que no la miraba con desprecio o se iba a penas lo tenía cerca.

Era curioso para el y tenía un poco de nervios, ya que vio como teuchi lo pillo, asiendo sonrojar un poquito pero no quería ilusionarse, asta ahora nada había sido un momento de felicidad para el.

Madre!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora