24:«Arnes»

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P.O.V Hyunjin

Jeongin duerme pacíficamente en la cama mientras yo me levanto para poder hacer el desayuno, mi celular suena anunciando la llamada entrante de Minho.

«Al fin contestas, acabamos de bajar del avión con Hannie, ¿Te parece vernos ahora?».

Vuelvo mi vista al chico durmiendo en mi cama y me muerdo el labio, pensativo.

Aún es temprano para que se levante, seguramente molestamos.

—No puedo en estos momentos, Jeongin está durmiendo aún.

«¡Oh!, ¡No te preocupes entonces!, Nosotros entonces vamos a dejar las cosas en el hotel y ya después nos vemos. Solo quería avisarte que ya llegamos.».

—¿Llegaron bien?, ¿Que tal el vuelo?, ¿Dónde está Hannie?.

Se escucha un ruido extraño del otro lado de la línea, seguido de quejas provenientes del mayor y finalmente una risa contagiosa.

«¡Aquí estoy! Minho no quería pasarme el celular, dice que hablamos mucho a veces, ¿Qué tal estás corazón?, ¿Tu novio aún duerme? Seguro que si, es muy temprano, ¿Verdad?, ¿Que dijo de cenar esta noche?, ¿Crees que podrá?.

—¡Jisung, estás hablando mucho! Déjalo responder —lo regaña Minho.— Perdón, Jisung anda imperativo.

—Jeongin tiene trabajo esta noche, así que creo que podríamos almorzar mañana todos juntos, ¿Les parece bien?.

¡Por supuesto!, ¡Quiero darle un regalo!.

—¡Otra vez con tus regalos, Han Jisung!— vuelve a regañarlo su novio.— No le des cosas raras, ya sabes como se puso Changbin la última vez.

—¡A Changbin le gustó!, Bueno... él no dijo nada, ¡Pero estoy seguro de que el traje de conejo sexy le gustó mucho.

Pongo mis ojos en blanco, viendo nuevamente al chico removerse en la cama.

como sea, voy a colgar, nos vemos después Hyunjin.

—¡Nos vemos, cuidense!.

Al cabo de unas horas, Jeongin se levanta para darse una ducha, finalmente nos encontramos en la sala de estar. Me da un beso en la frente y se sienta a mi lado pesadamente.

Su celular comienza a sonar, el nombre de Christopher aparece en la pantalla y Jeongin rápidamente lo toma para ponerse de pie.

¿Quien es Christopher?.

—No puedo hablar ahora.—murmura dirigiéndose a la habitación, la casa está lo suficientemente silenciosa como para escuchar hasta el más pequeño susurro.— Chris si, voy a ir. ¡Ya te dije que si!, ¿Podrías dejar de gritar?, No voy a faltar hoy... Está bien, si, no te preocupes.

Regresa a la sala con una mueca en sus labios, suspira volviendo a sentarse a mi lado mientras deja caer su cabeza en mi hombro.

—Trabajo.—dice cansado.— Pedí la noche libre ayer para poder estar contigo, hoy no puedo liberarme.

Asiento con la cabeza, seguramente atender un bar es bastante complicado.

—¿Entonces almuerzas con nosotros mañana?.

—Si bebé, ¿Dónde?.

Ay verga, no pregunté.

—Creo que aquí o... Afuera, realmente no lo sé.

—Bueno, preguntas y me avisas.—lo veo ponerse de pie e inmediatamente mi ceño se frunce.—Tengo que irme.

—Pero apenas es medio día.—respondo haciendo un puchero con mis labios que rápidamente él besa.

—Lo sé, créeme que me gustaría quedarme más tiempo, pero hay algunas cosas que tengo que hacer para esta noche. Te llamo luego ¿si?.

Asiento volviendo a besar sus labios, lo veo tomar sus cosas y vuelve a lanzar un beso al aire antes de finalmente salir por la puerta.

Tan lindo...


P.O.V JEONGIN.

Chris vuelve a llamar a mi celular en cuanto salgo de la casa de Hyunjin, pongo mis ojos en blanco evitando contestar y me encamino apresurado hacia las tiendas del centro.

No puedo creer que Seungmin haya roto mi traje.

Si, Chris llamó para avisar eso, el muy hijo de puta se metió en mi habitación para cortar los arneses y trajes que usaría esta noche.

Era mi arnés favorito.

Esto no va a quedar así.

La tienda de lencería sorprendente aún sigue abierta, así que me apresuro a entrar e ir al área del sexshop. Visualizo el arnés color rojo e inmediatamente lo tomo apresurado.

Hm, es más grueso que el mío.

El arnés, claro.

El debate comienza cuando veo el arnés que le sigue, es color blanco y a pesar de que ha llamado mi atención no sé si deba llevar ese o el rojo en mis manos.

Es el último rojo...

¿Y si compro los dos?.

—¿Vas a llevarte el rojo?.—pregunta una persona a mi lado, sus ojitos me miran esperanzados, supongo que está esperando a que diga que no.—Es que a mí también me gustó...

Sus ojitos de cachorro...

—No, puedes llevártelo.—respondo dandoselo y tomando el blanco.

—¡Gracias!, ¡Busqué por todos lados pero solo habían negros!—dice poniendo sus manos en la cintura.— El rojo es más pasional.

Eh...supongo.

Ay lo siento, no sé porqué te digo eso.—Dice soltando una risa e inconscientemente también me rio.

—En realidad te doy la razón.—digo finalmente.— Siempre use arnés negro en mis presentaciones de baile pero solo el rojo ha llamado completamente la atención de la gente, por eso lo uso, pero creo que podría intentarlo con el blanco.

—¡Dios mío!.—exclama.—¿Eres bailarín?

¿Por qué verga dijiste eso, Yang Jeongin?.

—¡Ay, lo siento otra vez! Me meto en dónde no me llaman, tengo que irme, ¡Gracias por dejarme el rojo!, ¡Ah! Y suerte en tus presentaciones.

—¡Gracias!.

Guau, ese chico tiene mucha energía.

Bonito...

DELICATE // HYUNIN.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora