DELICATE // HYUNIN.

33«Inesperado»

HYUNJIN.

Golpeo varias veces la puerta de su casa sin obtener respuesta. La angustia comienza a apoderarse de mí, ya han pasado muchas horas.

¿Dónde mierda te has metido?.

Llamo a Félix en un intento de saber si él tiene idea de algo, pero para mí mala suerte, Félix está igual de confundido que yo.

—«Él dijo que seguramente no querías verlo, Hyunjin. Seguramente está en el bar...»— muerdo el interior de mi mejilla.— «¿Quieres que vaya?.».

—No Félix, ya me encargo yo, gracias.

Subo nuevamente al auto, sintiendo la ansiedad subirme por el cuerpo.
En el camino intento llamarlo varias veces más pero sigo sin obtener respuesta.
Ya en el club veo a los guardias de seguridad hacerme paso sin ningún tipo de problema, así que me adentro al sintio observando cada esquina oscura del lugar, esperando encontrarme con Jeongin.

Pero a diferencia de eso, me encuentro con Seungmin.

¿Qué...?

Mierda.

¿Seungmin siempre fue parte de este club?.

Sus ojos se clavan en mi, es inevitable no sentirme como su próxima presa. Intento evitarlo pero pronto lo encuentro caminando a mi lado.

—Es raro verte por aquí tan temprano, ¿Vienes a divertirte?.

Su tono de voz de vuelve atrevido pero no le presto atención, solo quiero encontrar a Agni.

—Estoy buscando a Agni.—Su ceño se frunce.—¿Lo has visto?.

—Si, está en mi habitación.

Lo sigo por los pasillos, encontrándome a Yeji con los ojos rojos bañados en lágrimas, me mira con la intensión de decir algo pero Seungmin vuelve a jalar de mi.

—¿Qué le pasó...?.—pregunto en cuanto la puerta de la habitación se cierra detras de mi. Seungmin se encoge de hombros.

—Seguramente el jefe la amenazó o algo así, típico de Yeji.

¿Por qué Seungmin resulta tan cruel?

Paso la mirada por toda la habitación, encontrandome con la mirada del chico.

—¿Dónde está Agni, Seungmin?.

—¿Por qué tanto encule con ese pendejo?.— Camina hacia mi, jugando con sus dedos en mi camisa.—Nosotros dos nos debemos algo.

¿Que mierda está diciendo?.

—Nosotros no...

Su mano me empuja hacia la cama, dónde me dejo caer con violencia. Me incorporo confundido viendo como deja caer la bata que lo cubre, encontrandome con un arnés idéntico al de Jeongin.

—No Seungmin. No vine aquí por sexo, vine por mi novio.

Sus ojos se abren con sorpresa.

—¿Agni y tú...?

La puerta se abre bruscamente, los ojos de Jeongin se inundan en lagrimas cuando me vé ahí, su mirada pasa a Seungmin.

—No pensé que podías caer tan bajo, Seungmin.—Dice con odio en su voz.—¿En serio?, ¿Quieres estar con mi novio también?.

Me pongo de pie rápidamente.

—Pues mira que no fue muy difícil meterlo en mi habitación, y esta vez no está drogado.—Escupe el chico. Los ojos de Jeongin pasan a mi.

—¿A qué viniste?, ¿A revolcarte con él?.

—Vine a buscarte.—confieso.

—¿Y pensaste que me ibas a encontrar en su habitación?.

Ahora que lo dice así...

—Vamonos.—me ordena e inmediatamente lo obedezco. Se cruza de brazos para volver a mirar a Seungmin, quién no se ha movido de su lugar.— La próxima vez que te acerques a mi novio, te voy a golpear tanto que nadie en este maldito club querra ver tu cara desfigurada nunca más.

—¿Me estás amenazando?.

—Te estoy advirtiendo.

Su mano se aferra con fuerza a mi muñeca, me jala por el pasillo hacia la puerta de su habitación.

—Sal por la puerta trasera. Luego te llamo.

—No. Vine por ti, nos vamos juntos.

—No puedo Hyunjin, solo hazme caso.—Su voz tiembla y eso provoca que no quiera irme.—Hyunjin no te quedes ahí.

—No quiero irme.

—¡No me vengas con tu mierda ahora, Hyunjin!, Necesito sacarme esta deuda de encima y solo me estás estorbando.

El corazón me da un brinco, siento el pecho dolerse ante sus palabras así que retrocedo algunos pasos.

—No, no te hagas el dolido, te recuerdo que fui yo el que te encontró en esa puta cama.

—¡Nada pasó!.

—¡Ya hablaremos después!.—dice de mala gana y se da la vuelta, sin saludar, sin despedirse, sin dame siquiera un beso. Camina por el pasillo a paso violento.
Bajo mi vista apenado,mi ceño se frunce.

¿Eso es...?.

Sangre.

Vuelvo mi vista a la espalda de Jeongin, viendo como si bata blanca está algo manchada en su parte trasera.

¿Jeongin está lastimado?.

Intento seguirlo pero Yeji me detiene a medio andar, con sus ojos llenos de lagrimas y el maquillaje corrido.

—No vayas.—me súplica.— No vayas o será peor para él.

Salgo del club con el corazón en la garganta, sintiendo todo mi cuerpo temblar ante las palabras de Yeji. No sé si debería irme a casa o esperar a que Jeongin salga.
Las horas pasan y yo permanezco sentado en el auto.

Vamos Jeongin...

Necesito verte.

Necesito saber si estás bien.

Tres golpecitos en la ventana hacen que mi cuerpo de un salto del susto.
Rápidamente bajo el vidrio, encontrandome con la carita de Jeongin. Lleva su ropa normal, la bufanda le cubre casi todo el rostro.

Su ojo...

Su ojo está morado.

—Vete a casa Hyunjin.—me pide y todo mi cuerpo tiembla.—¿Por qué me esperaste?.

—Sube al auto.—Abro la puerta pero él la vuelve a cerrar. Así que me bajo del auto enfrentándolo, él retrocede algunos pasos, casi como si no quisiera que lo vea más de cerca.—Jeongin, sube al auto.

—N-no, t-tengo que ir a casa.

—Yo te llevo.

—No quiero que lo hagas.

—¡Jeongin sube al maldito auto!.—cierra sus ojos ante mi grito. Definitivamente su ojo está morado.—¡¿Quién mierda te hizo eso?!.

Su voz se rompe.

—¡¿Quién mierda fue?!.

—Por favor no hagas un escándalo.—sus manitos me toman de la ropa y presiona su rostro contra mi pecho. Su llanto hace que mi corazón deje de latir.— No hagas un escándalo, no aquí, vamos a casa, voy a contarte todo.